dissabte, 31 d’agost del 2013

Emprender el vuelo

Esta mañana pensaba que el buzón iba a salir volando, asomaba un pico de papel ligeramente por la ranura, implorando que lo liberara. Creo que el sr. cartero ha ido juntando todos mis paquetitos y los ha traído de una sola vez, o bien ha habido un acuerdo cósmico para que llegaran al mismo tiempo.


Justo llegaba con una bolsa enorme porque he pasado por la ferretería, lo normal: papel de burbujas, papel de embalar, 2 tarros de cristal... 


Así que antes que nada, he empezado a abrir paquetes y en cada uno de ellos había ilusión y buenos propósitos. Qué más se puede pedir, esto son seguidores de los que generan emociones. Grullas de todos los colores y tamaños. Gracias. No quiero enumerar uno por uno, porque algunos están por llegar y otros no han podido participar (lo entiendo perfectamente). Eso sí, en cuanto me instale en la casa (ya falta menos), prometo foto del lote completo y una dedicatoria a todos los participantes. Pobrecillas grullas, están un poco apretujadas, pero ya me gusta así. 

divendres, 30 d’agost del 2013

Emancipación

Los datos no mienten, hoy en día, echar a los hijos de casa cada vez es más difícil. Yo creo que lo intentan, pero cómo van a pagar un alquiler, si es más de la mitad de su sueldo. Bueno, y que luego están los acomodaticios a los que ya les va bien y que fardan de llevar el tupper con la comida de su madre al trabajo.


En mi caso fue muy fácil, mi madre es la peor cocinera del mundo y mi padre dudo que sepa dónde está la cocina. No es que sea una relación machista, yo diría que es simbiótica, pero en este caso salió perdiendo mi padre. Será por eso que me gusta tanto ir de restaurantes y que no soporto cocinar, no sé. Ahora que por fin tendré una cocina grande, no hay excusa, le he prometido al roncador que un día a la semana haré alguna exquisitez (aviso que voy a volverme adicta a los blogs de cocina) y tendrá ese día de descanso en la cocina (lo tengo explotado).


Creo que desde que tengo uso de razón que he deseado emanciparme, tal vez por ello no lo dudé demasiado en cuanto tuve la oportunidad.

dijous, 29 d’agost del 2013

Tipología lencera

Aunque os parezca una terrible soez, mi experiencia con el tanga fue traumática. Conozco a infinidad de mujeres que loan esa pieza de ropa interior, famosa por su escasez y comodidad, así que hace unos días, empujada por esa promesa de sentirme sexy, a la par que confortable, estrené mi primer tanga: marca wonderbra, por supuesto, que una busca calidad ante todo (y pillé una oferta excepcional).



Me quedo con las bragas de toda la vida, aunque acepto el culotte. Tengo unos principios básicos y sencillos en los que el tanga no tiene cabida, como la gravedad; en definitiva, necesito ir bien sujeta (más claro no puedo explicarlo), llamémoslo: optimizar mis curvas.


No me he podido reprimir, este que se ponga lo que quiera.

Descarto, definitivamente, la mínima expresión triangular en mi vestuario. A mi parecer, ni siquiera merece estar en la categoría de lencería (aunque hace años descubrí que este término también se usa en hosteleria para la ropa blanca). ¿Cómo alguien (porque hay hombres que también los usan) puede llevar esa cintita metida en sus partes nobles? Creo que se me quedó cara tanga, o sea, de circunstancia.

dimecres, 28 d’agost del 2013

No quiero ser feliz

Esto de la felicidad me estresa. Tengo la sensación de que la gente espera verme todo el tiempo con una sonrisa en la boca y no se puede, que en el fondo son músculos (¿Cómo se llamarán?¿De la risa?) y mucho tiempo ejercitándolos, me canso.



Me siento feliz, no por nada en especial. Y, lo cierto es que es extremadamente extraño, siempre he sido algo fatalista, pesimista y todos los ista con connotaciones negativas que existan. Creo que se debe a una cierta tranquilidad o calma, he oído hablar del estado zen, será eso (o el roncador me está poniendo algo en el café, que tampoco lo descarto).



En resumen, no quiero ser feliz, porque no estoy capacitada para sentir esto durante demasiado tiempo, mantener el listón tan alto. Me niego.

dimarts, 27 d’agost del 2013

Centro de gravedad

Me mareo con mucha facilidad, en coche, en barco, en bicicleta... Pero intento disimularlo tan bien como puedo, en cuanto noto que la cabeza empieza a darme vueltas y que tengo un sudor frío en la espalda, los que me rodean me miran con cara de... ¡en mi coche no! Así que tengo a todos mis amigos acojonados y con la sensación de conducir muy mal, pero no es culpa suya, no lo entienden.


Buscando mi centro de gravedad permanente

El otro día fuimos con el roncador a un restaurante japonés de esos giratorios, me encantan, pero acabo con estrés gastronómico, miro fijamente la cinta que pasa al lado de las mesas con la comida, al acecho del siguiente plato y, de tanto mirar, me mareé. No tengo remedio.



Dicen que la solución pasa por mirar a un punto fijo (si todo se mueve, ¿cómo voy a mirar a un punto fijo?). Ni siquiera sé conducir y estoy convencida de que me marearía haciéndolo, el caso es que conozco a un par de personas a las que les pasa, por increíble que suene. Estoy segura de que es psicosomático, pero ahí está, me mareo. Por fortuna, en avión no me pasa, porque adoro volar y viajar.

dilluns, 26 d’agost del 2013

Campanas de boda

No voy a engañaros, sueño en secreto con mi boda, aunque es más del estilo Las Vegas o una cosa rápida en el Ayuntamiento, no me gustan los grandes festejos. Hoy en día, el matrimonio conlleva más ventajas que inconvenientes, a mi parecer, se convierte en un acuerdo práctico que legaliza una situación real.



He llegado a la conclusión de que la promesa de una vida nupcial llena de alegrías que tanto nos han vendido los cuentos populares, con sus princesas y bellos palacios, no es más que el fruto de la imaginación. Cada vez hay más casos de parejas que conviven desde hace años y, en cuanto se casan, hay una inminente ruptura. No digo que sea culpa del matrimonio, pero sí que las películas siempre terminan en boda, pero no te enseñan el después, lo de vivieron felices y comieron perdices ya no cuela.



Nunca he creído demasiado en el matrimonio, sobre todo porque con la hipoteca ya unimos lazos de por vida, se llama copropietarios y no hay escapatoria (bueno, descarto el asesinato, a pesar del mega seguro de vida). De todos modos, últimamente pienso en ello: la única conclusión lógica es que me hago mayor.

diumenge, 25 d’agost del 2013

Con la mosca detrás de la oreja

Cuando hay algo que nos preocupa o nos tiene intranquilos, es habitual decir que "tienes la mosca detrás de la oreja", es más una sospecha, no una certeza. Ahí todos nos imaginamos a alguien con una mosca incordiando, pero ese no es su origen.



Curiosamente, según he ido viendo en Internet, no tiene nada que ver con la imagen que nos viene a la cabeza, no se refiere al insecto y sí a un arma antigua de fuego, el arcabuz, que se disparaba prendiendo fuego a una mecha móvil, también llamada mosca. En caso de batalla, los soldados se ponían la mecha detrás de la oreja, por comodidad. Así que, en realidad, sí que había algo que les preocupaba, la supervivencia y estar atentos al enemigo.



Toda la vida pensando que era una especie de intuición, de picorcillo que notábamos tras la oreja cuando había alguna cosa que no nos acababa de gustar y todo se reduce a las armas y a las batallas. Mira que somos básicos.

dissabte, 24 d’agost del 2013

Love Hotel

Bueno, bueno, bueno, os cuento: me han hablado de una cosa súper nueva, aunque no sé si puedo hablar de ello porque estoy en horario infantil (bueno, esto es un blog, lo leéis más tarde), pero a mí me parece una chulada. Seguro que habéis oído hablar de esos hoteles japoneses que alquilan habitaciones por horas, los llaman Love Hotel (estos nipones se las inventan todas, que son un poco verdes, ya apuntaban maneras con Bola de Dragón).



Ahora me he acordado de la película de una de mis directoras favoritas, Isabel Coixet, con Sergi López: Mapa de los sonidos de Tokyo. Sale uno de estos hoteles y era una pasada. Lo cierto es que me pica la curiosidad, es un lugar en el que puedes dejar volar la imaginación y fijo que reaviva la pasión (ey, no me censuréis, que el sexo es importante en su justa medida, igual que bajar la tapa del váter).



Si estos sitios ahora incluso tienen esto de las ISO que están tan de moda. Me ha parecido una opción muy divertida, a ver si el roncador me lee y se anima (ahora se habrá puesto rojo, es timidote y yo me he levantado picantona).

divendres, 23 d’agost del 2013

Usufructo vacacional

Hace años pensaba que hacíamos vacaciones para volver al trabajo con renovadas iniciativas y motivaciones. Debo decir que adoro mi trabajo, me divierto y celebro cada día poder dedicarme a algo que me llena tanto. Pues bien, no sé si son los años o un verano para no recordar, pero esta vez no quiero volver a mi rutina habitual (aunque sospecho que tiene más que ver con mis superiores que con mi alegría currantil). De hecho, me estoy planteando un nuevo proyecto, pero lo dejo ahí para no gafarlo y, principalmente, para que el roncador no diga que soy una bocazas (que lo soy). Es una contradicción, me aburro; pero tampoco tengo ganas de volver al trabajo.



No puedo elegir mis vacaciones, así que no me queda otra que sufrir el verano... me encanta la playa en invierno y disfruto de la ciudad cuando se queda desierta, con eso lo digo todo. A pesar de ello, hago un esfuerzo y me implico en las actividades habituales: sol, arena, cine al aire libre... ¿No podrían hacer alguna regla aritmética y disfrutar de estos días de forma escalonada? Ya sé que muchos me odiaréis, pero suelo tener dos o tres momentos del año en los que necesito urgentemente hacer un parón y descansar (o mejor dicho, desconectar), así que si repartiéramos mis días de vacaciones durante el año, de forma estratégica, siento que sería mucho más feliz.




Digamos que me den dos o tres días al mes, además de las vacaciones obligadas (como son Navidad, Semana Santa o las que haya), a elección del consumidor: lo llamaríamos el usufructo vacacional. Todo en su justa medida, ni mucho trabajo ni demasiadas vacaciones. No sé, a mí me apetecería, pero igual es descabellado, todo es probarlo. Y si os parece una mala idea, por favor, no me lo tengáis en cuenta, estoy barajando la posibilidad de tener la menopausia, pero soy demasiado joven, tal vez es enajenación mental o algo parecido (no lo descarto).

dijous, 22 d’agost del 2013

Horóscopo

Cuando era más jovencita, tenía la costumbre de leer el horóscopo, incluso me habían tirado las cartas del Tarot en más de una ocasión, más por diversión que por otra cosa. Hace poco, lo volví a hacer, nunca me leo únicamente el mío, porque el léxico y el contenido no tienen desperdicio.



El horóscopo es un claro ejemplo de figuras retóricas: especialistas en el uso de la antítesis, nos encontramos en un mismo párrafo y signo zodiacal dos opuestos, "no quieres agobios con nadie, pero tampoco quieres estar solo", y vivo sin vivir en mí, que podría ser sagitario o cualquiera de los del repertorio del horóscopo; sigamos, es evidente que abundan los adjetivos innecesarios y puramente decorativos, es lo que conocemos como epítetos, se entiende "ansioso, lanzado, impetuoso y nervioso" se podrían reducir a dos, como máximo; la hipérbole es esencial, porque todas las predicciones suelen ser exageradas y desmesuradas (además de imprecisas); y, por supuesto, la paradoja, "en la vida no hay errores, hay lecciones", es decir, sin el error no hay aprendizaje.



Evidentemente, no hablaré de las más típicas, como la metáfora, el símil o la comparación, de las que hacen un uso abusivo. En resumen, a mí el horóscopo me divierte.
Por cierto, a todos los que os habéis animado con el reto de las grullas, aunque no os salga a la primera, os animo a continuar, y nada de tirarlas, que las grullitas tuertas también van al cielo de nuestros botes de cristal. Gracias a todos.

dimecres, 21 d’agost del 2013

Madame

El tiempo pasa para todos, aunque a algunos la madurez les sienta algo mejor que a otros, sirva de ejemplo Brad Pitt, el chico sigue estando de muy buen ver; aunque tal vez ya no tenga que llamarlo chico, ya le tocaría el término señor. A veces me cuesta delimitar la frontera, supongo que depende de la cercanía con mi edad.



Con lo que me carga a mí que me llamen señora, hace que me sienta vieja. Bueno, en realidad, hay cosas peores: cuando trabajaba en Andorra me llamaban Madame, que me sonaba a señora, sí, pero que regenta un burdel. Cuando pienso en ello, no llevo tan mal lo de señora, que tiene algo de categoría e incluso me otorga cierto prestigio.



De todos modos, cuando me llaman señora, no deben de ver la falta de anillo en mi dedo... ni siquiera sé en qué dedo va el anillo ni en qué mano, soy una inculta matrimonial (¿existirá?). Si vamos a nuestro querido DRAE, tengo que aferrarme a la acepción en la que dice que se entiende por señora a una mujer respetable y que ya no es joven (se me eriza la piel y la mala leche, culpa de mi madre), porque no creo que cuando me dicen señora se refieran a que soy propietaria de algo o de cierta nobleza, aunque a partir de ahora mi mente pensará en esta definición y no en la otra, seguro que me arranca alguna que otra sonrisa.

dimarts, 20 d’agost del 2013

Mil grullas

Hay una antigua historia japonesa que siempre me ha gustado, no recuerdo la primera vez que la oí, pero sé que me conmovió. La leyenda dice que si consigues hacer 1000 grullas de papel, los dioses te concederán un deseo. A mi parecer, la moraleja (siempre hay una) viene a decir que con mucho esfuerzo e ilusión, puedes conseguir lo que quieras.



No creo mucho en dioses ni en palabras mágicas, pero sí en la gente. De hecho, hay una historia paralela, mucho más conocida, en la que una niña que enfermó a causa de la bomba de Hiroshima intentó hacerlas. Cuando murió, todavía le faltaban muchas y sus compañeros, amigos y personas que oyeron la historia, las terminaron por ella. De hecho, el día en que la enterraron, estuvo rodeada de miles de grullas de origami. Me parece un gesto muy emotivo y tierno.



Finalmente, después de muchos avatares y de unos meses bastante duros, vamos a trasladarnos en breve a nuestra nueva casa. Me he propuesto hacer algunas grullas de papel (evidentemente, no haré 1000, porque soy patosa y algo perezosa y mi deseo ya está cumplido), pero sí que quiero tener algunos tarros de cristal llenos de las grullas, para que me recuerden que todo se puede conseguir si lo deseas mucho y te esfuerzas. Será una especie de símbolo y una forma de inaugurar con todo el buen rollo del que soy capaz la nueva casa. ¿Alguien se apunta al reto? Si a alguno le apetece ayudarme y hacer alguna grulla para nuestro nuevo hogar,  me parecería un gesto precioso, es una idea que me rondaba la cabeza y espero que os guste (yo siempre pidiendo: maildelases@gmail.com).

dilluns, 19 d’agost del 2013

Documentando mi vida

El otro día recordé mis fotos de infancia. Lo cierto es que soy poco dada  a salir en las fotos, a veces he llegado a pensar que igual tengo algún tipo de trauma del estilo de los indios americanos y me da miedo que me roben el alma. A pesar de ello, he llegado a la conclusión de que tiene más relación con el tipo de fotos que me hicieron de pequeña.



Las tengo de todo tipo, sobre todo, sentada en el orinal. No sé qué especie de fijación tenía mi madre con ello, pero se podría hacer un monográfico entero. Luego hay un largo vacío temporal, tal vez debido a mi necesaria intimidad en el urinario, debí de hacerme oír y me dejó en paz.



Para pasar a la etapa accidentada. La llamo así porque tengo una serie de fotografías en las que llevo un brazo vendado, la cara marcada, moratones varios en las piernas, incluso el testimonio del ataque de unos tábanos. Está visto que en mi casa no nos va el paisajismo, tenemos más un estilo de fotografía documental.

diumenge, 18 d’agost del 2013

A capa y espada

Siguiendo con mi sección semanal (y única), hoy traigo una expresión a la que tengo especial cariño, probablemente porque aparece en El Quijote: Luchar a capa y espada por algo o por alguien significa defenderlos por encima de todo. Su origen reside en el modo en que luchaban los caballeros, liándose la capa al brazo para parar los golpes mientras usan la espada con la otra mano. Y nuestro hidalgo añade: "al contrario que los pícaros, que peleaban a capotillo y puñal".



Otras expresiones con un significado parecido son defenderse con uñas y dientes o como gato panza arriba, pero ninguna de ellas es tan elegante como la primera, en la que me imagino al flamante caballero defendiendo el honor de una doncella (aunque Dulcinea no fuera exactamente una dama en apuros).


De todos modos, para esto de la lucha soy mucho más peliculera, me van los movimientos gráciles y pausados de las artes marciales. Aunque en realidad nunca he visto ninguna pelea de este estilo, como mucho, dos borrachos en un bar o el terrible recuerdo de dos mujeres peleando y era más cercano a uñas y dientes, sumado a tirones de pelo. 

dissabte, 17 d’agost del 2013

El cambio

Soy una persona muy dispersita. Mucha gente suele decirme que tengo la capacidad de hacer muchas cosas a la vez y lo dicen con admiración, pero a mí me encantaría centrar mi mente en una y no en las mil que rondan mi cerebro, necesito algo de equilibrio.



Buen ejemplo de ello es algo que he recordado hace poco: hace unos años, decidí hacer un máster en criminología, se fundamentaba en la prevención a partir de un análisis sociológico. La idea me pareció muy interesante e hice todo lo posible por entrar, a pesar de que se aleja un poco de mi trayectoria profesional (eso describe mi forma de ser).



Entré y me sentí muy feliz, pero entonces surgió la posibilidad de irme a trabajar al extranjero, aquí al lado, en Andorra, pero suena genial decir que vives en el extranjero. Me animé y, de un día para otro, hice las maletas y me fui. No fue para ganar más dinero, ni para mejorar mi curriculum, ni nada parecido: me atrae el cambio y no puedo remediarlo. Ahí se quedó la criminología, en mis pendientes.

divendres, 16 d’agost del 2013

La crispetera

Nunca había tenido microondas, hasta que el sensato roncador, conocedor de mi no pasión por la cocina, decidió comprarme uno. No fue nada fácil, puesto que mi cocina es lo más minúsculo que existe y ya lo tengo todo colgado de las paredes. Después de mucho buscar, me sorprendió con un flamante microondas para navío: pequeño, bonito y cabía.



Le he dado un constante uso y adoro que estén haciendo un montón de comida preparada para microondas. De todos modos, hay una pega. No piensan en la gente que tenemos microondas minúsculos, en los que no cabe un plato (aunque sea de postre) y en los que máxima temperatura se convierte en temperatura única, puesto que no tiene regulador. Eso sí, tiene un botón exclusivo para las palomitas: en casa no lo llamamos microondas, es la crispetera (vendría a ser palomitera, si es que existe, en catalán).



El otro día me compré un nuevo plato preparado, para probar: Fusilli con verdure e prosciutto (o sea, verduras y jamón, que queda como más sibarita en otra lengua). Pues me reí un buen rato. Para empezar, siguiendo las instrucciones, "levantar un poco el film y meter el envase con el cartón". Sí, mejor le quito el cartoncito y chafo un poco el plástico, a ver si a presión cabe (que sí). Luego, "calentar a 750W durante un minuto", que en la crispetera vienen a ser unos dos minutos y si le falta lo meto alguno más. Y así voy, a ojo de buen cubero e intentando no comprar envases demasiado grandes porque, con mi aparato, el tamaño sí que importa.

dijous, 15 d’agost del 2013

Soy un pez

Habréis oído decir que las mujeres no escuchamos, pues en mi caso es cierto, aunque no creo que esté ligado a mi género, es más una característica personal. Tengo una capacidad de atención de unos 5 segundos, si en ese tiempo no has logrado captar todos mis sentidos, lo llevas claro. Llego a un punto en el que solo veo como se mueven los labios, es algo más fuerte que yo.



Contrariamente, soy capaz de centrarme en algo durante horas, siempre que me interese, claro está. El roncador suele repetirme que no le escucho, y ya van varias veces que le he pedido que me lo escriba, funciono tan visual que conseguirá antes su meta si me manda un dibujito o lo redacta. Sé que parece extraño, pero funciona.



Cuando alguien me habla, mi mente lo escribe o lo visualiza. No sé cómo memoriza el resto de la humanidad, mi cerebro funciona así y, a pesar de que sé positivamente que es mucho más complicado, no voy a cambiarlo a estas alturas. A veces creo que soy un pez, porque no retengo nada más de dos segundos, pero las cosas importantes, igual que pasa con mis peces, siempre están en mis pensamientos (en su caso, la comida, está claro).

dimecres, 14 d’agost del 2013

Oferta de trabajo

Esta semana me he topado con una oferta de trabajo que no tiene delito (o sí): Buscan responsable de compras con ingles y chino. Bueno, con lo de las ingles puedo enfrentarme, pero lo del chino... que me imagino que no se referirán al colador de toda la vida, será que tienes que hablar la lengua, digo yo.


Eduard Fortuny, os recomiendo el blog.

Qué lástima, porque a mí me gusta comprar de forma responsable, me parecía una buena oferta, y en Barcelona. Pues había 17 personas apuntadas, que no son pocas. Ahí no queda todo, me lo he leído todo, porque igual sin el chino colaba (mira qué tontería el juego de palabras, me ha salido sin querer); también piden buen manejo de las tendencias en moda joven (¡esa soy yo!), aunque no tengo ni idea de qué es moda plana y circular (se referirá a poco pecho y anchita de caderas, doy el pego).



Prometen jornada laboral completa, contrato indefinido y un futuro dentro de la empresa. No sé qué estoy haciendo que no mando un currículum, aunque igual lo de los 3 años de experiencia en el sector... pero buscan una persona proactiva y con dotes de liderazgo, con lo que me gusta mandar. Voy a preguntar primero por la remuneración, que a mí esto me huele a trabajar mucho y al final te meten a prácticas y no cobras ni para el transporte.

dimarts, 13 d’agost del 2013

Miénteme, que te creo

El otro día me atrajo un artículo en el diario: "Los insultos en segunda lengua ofenden menos". Por supuesto y, curiosamente, cuando vas a otro país, lo primero que aprendes son las palabrotas, incluso mi profesor de francés lo propiciaba, aunque nunca entendí por qué (era raruno y tenía un sentido del humor ajeno al mío).


Una pupilometría, mide la reacción emocional mientras se miente.

Hay una cosa que se llama el sentimiento lingüístico, una identidad idiomática. En mi caso, sé que soy un caso claro de bilingüismo integrado, porque los insultos me sientan igual de mal en ambas lenguas que conviven en mi territorio. Ante la reflexión de Ortega y Gasset de los particularismos como proyección de los sentimientos de una comunidad, podría decirse que he alcanzado la normalización lingüística en materia de insultos.



Según el artículo, si cometes una fechoría o infracción, la mentira se hace más fácil en otra lengua que no es la tuya habitual. Tal vez por eso tengo un amigo que cuando miente lo hace en otra lengua que usamos ambos indistintamente, se cree que no lo sé, pero lo tengo calado. De todos modos, me parece más importante que los estudios afirmen que el bilingüismo puede ser beneficioso contra la demencia o el Alzheimer, dos enfermedades que desde pequeña me han preocupado, sobre todo por mi poca capacidad de concentración y de memoria.

dilluns, 12 d’agost del 2013

App

Hay una infinidad ilimitada de aplicacione para el móvil y cada día aparecen más. Una amiga me contaba que tiene 20 instaladas... ¿pero qué hace con tantas? Es más, a mí no me caben, si tengo 3 y cada vez que actualizo oigo como el aparato suspira, cansado por el esfuerzo. A veces me dan ganas de tirarlo al suelo, a ver si así, con un castigo severo y bajo violencia, consigo que aumente la memoria interna (sé que no es la manera, pero me desespera).



Además, que son aplicaciones en contra de la intimidad, como aquella que usan los padres en las series norteamericanas, en las que saben en qué lugar está su hijo o, peor, acaba de salir una de Google que te encuentra el móvil si lo has perdido. ¿Y también lo hace con las llaves? porque extrañamente, nunca he perdido el teléfono, sospecho que tiene vida y es él el que me busca.



Y ahora facebook, además, está sacando sus propios trending topics y hashtags, igual que Twitter. Una nunca consigue estar a la última en tecnologías. Entre esto y que Whatsapp lanza mensajes por voz, creo que acabaré por salir de casa sin él (sin el móvil, se entiende, al roncador todavía le quedan oportunidades).

diumenge, 11 d’agost del 2013

Mala leche

Esta va a ser una nueva sección del blog. Bueno, más que nueva, la única, porque no tengo otra. Me gustaría redactar una entrada semanal sobre alguna frase hecha o modismo, ya que el refranero popular da para mucho.



Empiezo con una de mis fórmulas fijas favoritas: tener mala leche. Suele utilizarse como sinónimo de mal carácter o de mal genio, algo que me caracteriza. Las malas lenguas dicen que me viene de mi madre, es probable, nunca he visto a mi padre verdaderamente enfadado. Las mujeres de mi familia somos de pronto rápido y de olvido veloz, pero que no te pille en medio, porque siempre hay algún herido (emocional, se entiende, físicamente ni se nos pasa por la cabeza).




He estado investigando un poco (o sea, santo Google). Esta expresión viene de la creencia de que la leche con la que te amamantaban influía en tu futuro carácter (pues a mí biberón y pim pam). En resumen, que todo es culpa de tu madre, porque te amamantó con leche en mal estado y encima has heredado su simpatía innata (o sea, que no hay quien te soporte y no puedes evitarlo, era tu sino).

dissabte, 10 d’agost del 2013

Presupuesto

Mi presupuesto empieza a ser como las cuentas electorales del PP, no cuadran con las previsiones, gasto más de lo que debería, pero yo sí que lo declararé, eso que quede claro, sobre todo porque me han dicho que ahora puedes denunciar a tus vecinos por Internet. A mí me recuerda a ciertas dictaduras (lo dejo ahí y callo para siempre, bajo riesgo de ser acusada por los internautas). En resumen, este mes paso del presupuesto.


Si es que hoy en día, ni siquiera el pan lo pago sin tiquet de compra, que no quiero que me tachen de hacer pagos en negro o de algo similar. Recuerdo que en Italia, tenían tal economía sumergida, que estabas obligado a coger "lo scontrino" de todo, incluso del tabaco, porque "I carabinieri" te podían pedir el tiquet de compra en cualquier momento, bajo peligro de multa si no lo tenías. Me sorprendió mucho, pero creo que ahora deberíamos empezar a hacer lo mismo. ¿A cuánta gente le dan la cuenta de todo lo que consume?¿A cuántos restaurantes has ido últimamente en los que te den el tiquet? Piensa en ello, porque empieza a ser preocupante, aunque también comprensible.


Que por mucho que digan, los niños no nacen con un pan bajo el brazo y, por lo que he estado leyendo, además, las ventas de las baguettes, incluso en Francia, han bajado estrepitosamente. Hasta tal punto, que se han visto obligados a hacer un anuncio promocionando la venta de pan, si incluso tienen un observatorio del pan (¡son tan franceses!). ¿Qué está pasando? Todo empieza con los presupuestos y acaba con el pan de nuestras mesas.

divendres, 9 d’agost del 2013

Balconing

Esto de seguir el Twitter de la Policía es como una fuente inagotable de información curiosa. Desechando los datos desagradables, me ha abierto la puerta a todo un mundo nuevo, al alcance de todos (los descerebrados, se entiende).
Desde pequeña, nunca he sido capaz de escuchar las noticias sin alterarme; pero probablemente lo que más recuerdo es a mi padre batallando contra el buen juicio de los periodistas, puesto que, según él, les dan ideas a los delincuentes sobre cómo actuar. Tampoco va tan descaminado, porque yo he tenido un par, que he guardado en la caja fuerte de mi parte del cerebro delictiva (todos tenemos una).



Esta vez, he descubierto algo conocido como el Balconing, o lo que en el mismo tweet (o piada, si tengo en cuenta mi entrada de hace poco) han venido a describir como prácticas de riesgo. No os cuento lo que me imaginé, mi mente poco creativa se limitó a pasar de un balcón a otro balanceándose; incluso pensé en una nueva modalidad de robo, en la que los ladrones entran por los balcones, escalando (y luego resulta que existe). 



Nada de eso, los muy tarados saltan al vacío en hoteles o edificios altos, desde el balcón, al más puro estilo de película de acción (nenes, que son de ficción, ni dos dedos de frente). Pues eso, de alto riesgo. A mí ya me ha entrado la paranoia de que si estoy en la piscina de un hotel (cuando sea rica y me lo pueda permitir), tendré que mirar todo el tiempo hacia arriba, por si, en lugar de macetas, caen tarados. A eso se le llama involución, ¿que diría Darwin?

dijous, 8 d’agost del 2013

Los pastafari

A mí sigue maravillándome este país: suelo ver muy poco el telediario, más que nada, porque me interesa poco el fútbol, que ocupa un 70% de su tiempo; y mucho menos la farándula, el 25%. Así que, además, cuando el 5% restante (aviso, tantos por ciento realizados a ojo y a criterio propio, difíciles de probar porque son subjetivos) lo dedican a noticias como la que vi en Antena3, en la que narran que un checo aparece con un colador en la cabeza por respeto a su religión (pastafari).



A mí me parece una broma de mal gusto, y no solo porque el señor checo se lo habrá pasado genial con su curiosa religión que, por cierto, surgió como protesta al diseño inteligente; me lo parece porque están ocurriendo cosas muy graves en España para banalizar con noticias de este estilo. Para ello, ya están los programas de humor, digo yo.


Recortes en I+D, en educación, en sanidad... y tengo que escuchar noticias/anécdota en mi sobremesa. Están boicoteando el futuro de nuestro país, pero es muy gracioso que un checo salga con un colador en la cabeza. Hay un nuevo plan hidrológico que amenaza a las Tierras del Ebro (por no hablar de Bárcenas, que viene a ser lo primero, matizando entre imputado o condenado, nos toman por estúpidos), pero mejor nos distraemos con chorradas: "La España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía" porque nos prefieren incultos, analfabetos y maleables.

dimecres, 7 d’agost del 2013

Experiencias paranormales

Nunca he visto Cuarto Milenio, y no soy de esas personas que mienten para proteger su reputación (demasiado tarde, me leéis a diario), es que lo hacen a horas intempestivas. El caso es que me lo han recomendado varias fuentes (variadas y dispares), así que me estoy planteando echarme una siesta larga y verlo algún día. Es que soy como los niños chicos, en cuanto se me pasa la hora, ya no hay manera de dormir.


¿Experiencia paranormal o hay algo que solamente zumba al gato?

Bueno, a pesar de esta peculiar introducción, yo quería hablaros de otra cosa. Tengo una pregunta para Iker Jiménez: ¿cómo son capaces los mosquitos de picarme en sitios a los que ni siquiera yo misma consigo llegar? Mi querido médico me recomendó, ya que soy alérgica a los estos bichos (ya os dije que soy de las del 1%) que me echara un repelente de mosquitos y, cuando vi el bote me reí un buen rato, es minúsculo. Entonces me dijo que me lo pusiera en las zonas más accesibles para esos intrépidos mosquitos.



No sé qué tipo de mosquito le habrá atacado hasta ahora, querido doctor, pero los míos consiguen traspasar el tejano y seguro que serían capaces de abrirse paso ante el acero. Por ello, apelo al sr. Iker Jiménez, por favor, haga un programa sobre este gran misterio y resuélvalo (aunque, en realidad, no sé muy bien de qué va Cuarto Milenio, pero seguro que tiene cabida esta inquietud mía).

dimarts, 6 d’agost del 2013

Valquirias y sirenas

No me gusta nada ni hablar ni practicar deporte, ya lo he dicho varias veces, pero hoy creo que ha llegado el momento de hacer una excepción. España cierra el mundial de natación con 12 medallas.



Como valquirias -ya salió Wagner, es que se celebra el bicentenario de su nacimiento y no me lo quito de la cabeza, voy a ponerme algo de música para celebrarlo-, se han levantado (perdón, han nadado, igual serían como sirenas) heroicas, al lado de un equipo masculino que no ha conseguido ni una sola medalla, contrariamente al femenino, que se erigen campeonas indiscutibles.


Impresionante escenificación en el Met.

Dicen que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, pero ahí la han cagado, porque creo que estas mujeres, quitando que su entrenador sea un hombre, han vuelto a poner a las deportistas femeninas en el candelero. En casi todos los deportes están destacando, lástima que en el monolítico fútbol apenas se hable de ellas (¿alguien ha visto la portada del Marca?, a mí me da vergüenza, si ponen la foto de los mundiales más pequeña, no la meten), pero todo llegará, nuestras mujeres deportistas han demostrado ser unas grandes guerreras, lo conseguirán.

dilluns, 5 d’agost del 2013

El idioma de los animales

Me da mucha risa que las onomatopeyas sean distintas dependiendo del habla del país, como si los animales o los ruidos sonaran distintos o su lenguaje se adaptara a nuestra lengua. 
Es graciosísimo que un gallo haga quiquiriquí en España y en Francia cocorico, pero es que en Inglaterra son unos intelectuales y suenan así: cock a doodle doo. Aunque lo que es comprensible es en japonés, que viene a ser algo así como kokekokko (seguro que esos gallos no son como los nuestros, no tengo ninguna duda). Me ha encantado el miau del gato en euskera: mao-ñau

En esta página hay ejemplos muy buenos.

Pero claro, el problema es más grave cuando a partir de la onomatopeya se crean palabras, y más si se usan tanto como Twitter: su origen es el piar de un pájaro (tweet tweet en inglés) que, al pasarlo a otras lenguas choca con las onomatopeyas pio pio (italiano y castellano) y parecidos como pi-pi-pi (francés), piep piep (alemán) o piu piu (catalán). En el caso de este último, más dado a preservar la lengua, lo ha adaptado y habla de "piulades" para tuits. 



Con los objetos sucede lo mismo, es que una campana española hace dindon y en varias lenguas, como el francés y el ruso, sonaría al revés, dong ding(todo por llevar la contraria). Y, ya, lo que me descojona es que en otros países en ¿Dónde está Wally?, buscan a Waldo o a Walter, es buenísimo.
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