divendres, 31 de juliol del 2020

Tío Gilito o Kardashian

Esto os va a encantar: estaba leyendo un artículo, de esos pseudocientíficos que tanto me gustan a mí, y esta vez de una revista italiana, para rematar el tema. Pues en él se afirmaba que el dinero sí que da la felicidad (a ver, que no lo dudaba, porque suena muy bonito decir que no, pero con la de problemas que te ahorras...).


Pues eso, afirmaba que el dinero da la felicidad hasta que consigues tener setenta mil euros. O eso dice la San Diego State University, que cogieron a un millar de personas de distintas nacionalidades -a ver de dónde sacaron a tanta peña con tanto dinero, igual después de esto formaron un gueto, o mejor dicho, un club de los más ricos e infelices-, y les salieron estas cifras, que ya a ese punto, pues como que no. Y ahí lo dejaron, porque vieron que el estudio era mucho más que útil para salvar a la humanidad y eso. Si acaso, igual habría estado bien recomendarles que, para su bienestar emocional, lo mejor habría sido donar el resto de lo que les sobre desde esa cifra a alguno que lo necesite más.

dimecres, 29 de juliol del 2020

No por mucho repetir, las mentiras se convierten en verdad

Que dice el capataz que esta semana acaban con mi obra... y si me hubiera dado un euro cada vez que me ha dicho eso ya me habría devuelto todo lo que le he ido pagando. Si es que parezco Penélope, todo el día esperando a ver si aparece. Eso no lo he hecho yo ni cuando tenía novio. Y no a cualquier hora, que suele decir que llega a las 8.30: NI UN SOLO DÍA HA VENIDO A ESA HORA.


La última es que se ha roto una costilla, que pobre hombre, ha tenido que descansar, por supuesto, y aquí me tenéis a mí, que me dejó sin apenas luz, porque está con la instalación eléctrica, desde San Juan, y en plena ola de calor, ahí está el aire acondicionado, para hacer bonito. A la vieja usanza, todo el día con el abanico, que solo me falta el vestido faralai para que me ponga con el cante jondo (y tiro de folklore andaluz, porque con una sardana no sería lo mismo), porque si me pongo a maldecirle voy a escupir sapos y culebras.

dilluns, 27 de juliol del 2020

Marikondo

Me he gastado 150 euros en toallas para mi casa, y me he sentido algo viejuna. No sé, es como despilfarrar, pero con algo útil y de algodón egipcio y bambú. A partir de ahora voy a empezar a invocar a Marie Kondo cuando algo me salga bien, porque entre cajas de almacenaje y menaje para el hogar, empiezo a asemejarme a una obsesa del orden y del control. El caso es que no suelo decir palabrotas, pero gritar a pulmon Marikondo me parece muy terapéutico, ¿solo me pasa a mí?

No os confundáis, no soy de esas a las que relaja ordenar y cuando está estresada vacía el armario para recolocarlo todo. Todo lo contrario, no desordeno para no tener que ordenar, seguro que muchos me entienden.

dissabte, 25 de juliol del 2020

Al dentista

Esta semana he ido al dentista. Toda la vida había ido al mismo, de total confianza y al que adoraba, pero se me ha jubilado (así, sin preguntar: desconsiderado) y me ha tocado buscar una alternativa. El dentista nunca se devalúa, me explico, nunca ha habido rebaja o precio especial, yo qué sé, por el día mundial del dentista (que seguro que lo hay). La nueva no es que sea barata, pero la verdad es que me gustó bastante y no me quiso vender mil tonterías (como ya me hizo el intento anterior). 



Tuve suerte y solo me he roto una parte pequeñita de la muela, ha podido resconstruirla sin que mi ya mermado bolsillo (por la construcción en mi piso de la Sagrada Familia, por lo menos, por lo que tardan) sufriera una hecatombe. En cuanto se puso al lío me indicó que me pondría anestesia (yo no soy muy dada a esas cosas, no por exdrogadicta, es que el de toda la vida no solía ponerme). El caso es que me puso la mínima y me pasé 24 horas que parecía que había sufrido algun tipo de parálisis facial; que cuando sonreía se me iba el labio pa cuenca, en resumen. Y lo más gracioso es que en mitad de la intervención, mientras la auxiliar y la doctora hablaban, me pareció entender que una le pedía a la otra una copa de coñac, me quedé a la expectativa, extasiada por esa idea, pero creo que malinterpreté algo (qué lástima).

dijous, 23 de juliol del 2020

Leña de otro hogar

Estaba hablando con un conocido, ya hace unos meses mientras comíamos con algunos compañeros, y me comentó que entendía que, cuando una mujer deja algo abandonadas las tareas conyugales, para con su marido, este fuera libre de irse con otra. En concreto hablábamos de una mujer que no estaba pasando por un buen momento y me sentí tan indignada que no pude evitar citar a Mocedades (porque todo tenía ese tono metafórico), y explicarle por qué ese no era un buen motivo de buscar leña de otro hogar.


No hace mucho, en el hospital, un celador me contó que cuando un hombre estaba postrado en cama, la esposa velaba por él a todas horas; en cambio, si era al contrario, la mayoría de hombres desaparecía y no volvían a verlos. Me pareció increíble en ese momento, pero recordé esas palabras ese mismo día.

dimarts, 21 de juliol del 2020

A sudar la gota gorda

He visto un anuncio, en prensa escrita, en el que te ponen Botox para que dejes de sudar... me imagino que es para casos extremos en los que sea prácticamente imposible hacer vida normal con tanta exudación, pero como todo, igual se pone de moda. Y con garantía de entre 3 y 8 meses, o sea, primavera/verano. ¡Es que hace calor! No sé, ¿habrán probado un bañito refescante? A mí que te pinchen cosas raras para no sudar no me mola un pelo; bueno, en realidad todo el tema estética me la trae un poco al pairo - nótese que no digo "me la suda", aunque me iba al pelo, no por no ser grosera, es por todo el lío que armó Pérez Reverte, que se ve que a él no le suda nada. Bueno, y porque esa expresión siempre me ha gustado un potosí.



En esta época del año todo el mundo, nadie se salva, se pasa el día confirmando que hace calor, como si no lo notáramos. Y yo me pongo enferma, literal, que no es una metáfora, voy todo el día con la rebequita en el bolso, porque a la que me meto en cualquier sitio cerrado, que me hielo; exceptuando el tren, porque el conductor usa su única arma de poder que tiene sobre los ocupantes de los vagones, la regulación de la temperatura: en invierno nos congela y en verano pone la calefacción. El del autobús hace lo mismo, pero con las curvas.

diumenge, 19 de juliol del 2020

Se nos rompió el amor

Como este año la primavera fue un poco en confinamiento, creo que la época de aparearse ha pasado a ser el verano. El caso es que se ha abierto la veda, mis amigas incluso tienen lista de espera, se los colocan en la agenda al más puro estilo del espere su turno de la carnicería. A mí con este calor no me apetece nada que nadie me toque, me dan sudores solo con pensarlo, y no en el buen sentido. ¿Será que cuando se me rompió el amor (como cantaría la Jurado), agoté la libido?



Y luego resulta que me quitan la luz cada dos por tres porque todo el mundo está con los aires acondicionados a todo trapo, claro, con tanto deporte sexual... En mi caso, ya tengo bastante lío con lo de la mascarilla como en ir pensando en grupos de riesgo ni en cosas parecidas. Yo no sé a vosotras, pero cuando tengo pensamientos impuros me viene a la cabeza el señor Simón hablando de grupos estables y de elegir bien a los amigos.

divendres, 17 de juliol del 2020

No hay quien se aburra

Ayer me despertó el grito de una mujer y un gran estruendo. Gata y yo nos acojonamos, eran apenas las 6 y pensé que alguien se había tirado de un quinto piso (no de cualquier otro piso, mi mente es así). El caso es que nada más lejos, los Mossos hicieron una redada en mi edificio, y no, no se llevaron a la malvada bruja del tercero (que no del Oeste), que era lo que más deseaba en el mundo. Dónde me he ido a meter, mira que me han pasado cosas en esta vida, pero esto no estaba en mi lista de pendientes - o igual sí, pero eran Geos y estaban de buen ver, no sé muy bien por qué, los uniformes no suelen motivarme mucho.



Supongo que el grito que oí era el aviso de la mandamás , una mujer (poder femenino, a pesar de ser la única), justo antes de echar la puerta abajo del domicilio. Como sois unos cotillas os contaré que no eran temas de droga, mafia ni de terrorismo, ni siquiera venían en busca de los cuchillos del señor Evaristo (no lo he descartado hasta que los he visto alejarse), creo que han sido varias redadas, como resultado de una paliza que le dieron a uno de sus compañeros policía. El miércoles por la noche estuvimos sin luz durante un par de horas y el jueves nos levantamos así, en este edificio no hay quien se aburra.

dilluns, 13 de juliol del 2020

Las cosas por su nombre

No tengo memoria para absolutamente nada, pero es envidiable la que tengo para los nombres de los medicamentos. ¿Si tiene alguna utilidad? Absolutamente ninguna, a no ser que fuera médico o farmacéutica, pero como no es el caso... Además, cogí la manía, de mi madre, de apuntar en rotulador en las cajetillas de los medicamentos para qué sirven, o para qué me han servido a mí, hecho que todavía lo convierte en un acto más inútil.


De hecho, siempre he pensado que los medicamentos deberían llamarse igual que el elemento a tratar. Si es para las verrugas, pues Verruguín; y la Viagra, Aguantamás. Qué ganas de complicarlo todo tanto. Hay que decir las cosas por su nombre.

dissabte, 11 de juliol del 2020

Madre de paletas

Ya llevo 5 semanas con los paletas en casa, que ya cuento como las embarazadas, por semanas, porque esto, definitivamente, tiene que ser más duro que estar embarazada en verano. Tengo la sensación, no de que vayan lentos, de que va marcha atrás la cosa, como los cangrejos, y eso es más grave. Y con lo maniática que soy del orden, pues vivir entre polvo y desorden me está desquiciando un poco. Lo que peor llevo es el nuevo albañil: desde que entra por la puerta que se queja y dice palabrotas, y eso que cuando el otro día me dejó sin luz sin avisar y perdí el trabajo de toda una mañana yo me mordí la lengua, porque ahí le habría partido las piernas, si no fuera que probablemente las necesite para acabar lo que esté haciendo (sospecho que eso le salvó la vida y las extremidades).


Cualquier día me dejan un botecito con sus cepillos de dientes en el baño, total, este en concreto ya me deja la ropa y los zapatos de trabajo donde le da la gana, y yo voy detrás echando desodorante de pies, porque no os cuento a lo que huele (a trabajo duro, sin duda que no: pero bebe todo el tiempo de una botella algun diurético que le hace mear y sudar como un cerdo). Por mucho menos me da a mí que ha muerto gente. Por fortuna, los otros tres están hechos de otra pasta, a pesar de que también los tengo adoptados... sin ir más lejos, antes de salir el otro día le pregunté a uno si ya había meado, y al otro le preparé una bolsa de avellanitas para el camino, porque no me había comido nada en todo el día. Ya os lo digo, igual que un embarazo, pero a mí me han salido 4 paletas ya creciditos.

dijous, 9 de juliol del 2020

En la pelu

Después de cuatro meses, por fin he ido a depilarme, y ya que estaba me he cortado el pelo. Y lo único que me ha dicho la chica es que estaba muy blanca. A ver, que parecía Chewbacca, así que lo de políticamente correcta lo lleva al máximo exponente, es que son tan majas las dos. Yo ha habido un momento que no sabía si iban a peinarme las piernas y a depilarme la cabeza, o a la inversa. Por fortuna, ellas lo han tenido más claro que yo.


Hacía tiempo que el flequillo se me juntaba con la mascarilla, así que de repente se ha abierto ante mí todo un mundo de maravillas, es decir, vuelvo a ver. Aunque como diría un buen amigo mío: para lo que hay que ver. Y yo añadiría oler, pero ese tema ya sabéis que es superior a mí, y con la subida de temperaturas se ve que la higiene ha pasado a ocupar el décimo lugar en el ranking nacional, y el augmento del abuso de colonias al primer lugar (que enmascara, no tapa el olor).

dimarts, 7 de juliol del 2020

El poder de las máquinas

El roncador me ha regalado una secadora, hizo un estudio comparativo, consultó varias fuentes y eligió un modelo que incluso es bonito (porque no siempre lo práctico va acompañado de lo bello). Si es que con este hombre me tocó la lotería, incluso separados sigue cuidándome. Pagó un plus por puesta a punto, que se ve que consiste en enchufarlo y decirte que no tires el embalaje por si te falla en dos días, ahí se acabó todo... bueno, y dejaron la puerta abierta a ver si Gata se escapaba (esa no se va ni que la sobornen, si vive como una reina en esta casa). Y las instrucciones me las dejó en ruso, para facilitarme las cositas.


Eso sí, el día anterior me tuvieron todo el día esperando y a última hora me llama el mismo que a las 10 había dicho que ya venía y me suelta que no lleva mi secadora en el camión, y le contesté que si había huído por el camino, porque si anda secuestrando secadoras puede pasar. ¿Cómo puede desaparecerte del camión un electrodoméstico que pesa unos 40 kilos? Ese señor no ha perdido la cabeza porque la lleva pegada. Para mí que ya era tarde y no les apetecía ir a mi casa, muy trabajadores no eran, no.

diumenge, 5 de juliol del 2020

La curiosidad no mató a Gata

Le he puesto a Gata una puertecita para salir al patio, para que tenga toda la libertad del mundo de entrar y salir cuando quiera. El problema es que es la gata menos imprudente del mundo entero, he conseguido que pase por el agujero si le aguanto la puertecita, pero si tiene que empujarla ella (mira que es perezosa) no hay manera. Es que ni siquiera es impaciente, porque si la dejo un ratillo fuera, se entretiene hasta que le abro de nuevo la portezuela.


He encontrado este gif por Internet, pobrecillo. Mi puerta es como el doble, y Gata la mitad.

No sé cómo lo hace, supongo que con sus sensores del bigote, porque ni tan siquiera apoya el hocico en la puerta que ya decide que no empuja, eso sí, me ve a mí al otro lado y me maúlla, o me busca para que se la abra. Lo he probado con premios y engaños, incluso explicándoselo. Creo que me gana a terca. ¿Es la gata menos curiosa de todo el mundo?

divendres, 3 de juliol del 2020

El olfato nunca descansa

El sentido del olfato nunca descansa, ni siquiera cuando vamos a dormir, así que para los que lo tenemos muy desarrollado (o no atrofiado) es un sinvivir. Suelo pensar que si hay un incendio o un escape de gas seré la primera en detectarlo, ¡menuda responsabilidad, cualquiera despierta a roncador! Igual sería la oportunidad de enviudar. Aunque ahora lo tengo más difícil, es raro que durmamos en la misma casa y, a pesar de ello, algunas siestas han caído.


Por fin he conseguido, bajo intervención de la OCU (me he hecho ferviente seguidora, los tengo por unos dioses), que vengan a arreglarme el bajante de la comunidad que pasa por mi casa. Llevan tres días y el hedor es insoportable (el calor no ayuda, y en febrero todo hubiera sido más fácil). El caso es que he leído un estudio -norteamericano, por supuesto, esta gente siempre hace estudios rarísimos- en el que afirman que no solo seguimos oliendo mientras dormimos, resulta que un olor desagradable podría provocar pesadillas y un aroma agradable sueños maravillosos. ¡Es que ni descansar a gusto me dejan estos de la comunidad!

dimecres, 1 de juliol del 2020

Bellezas

El concepto de belleza siempre me ha parecido muy subjetivo, como casi todo en esta vida, y a medida que me hago mayor más lo creo así. Me sucede mucho con los famosos, de los que la gente suele decir que son unos bellezones y yo no lo veo por ninguna parte, es como si hubiésemos acostumbrado el ojo y nos creyéramos lo que nos dicen, pero no es así. Sin ir más lejos, ni Tom Cruise me parece para nada guapo, más bien canijo y del montón; ni tan siquiera Jon Kortajarena me parece atractivo, todo lo contrario. Con eso no quiero decir que no lo sean, solo que la belleza es distinta para cada uno de nosotros y mis estándares no tienen por qué ser los de todo el mundo. Aunque Brad Pitt siempre me parecerá guapo, de esos guapos que duele incluso mirarlo (y a otra le parecerá pasable). Y el caso es que parece que para ser actor tuvieras que ser guapo, por fortuna tenemos un John Malcovich, o a Tom Hanks, que demuestran lo contrario (no me digáis que no tuvimos que acostumbrarnos a su belleza, para nada objetiva).


Dicen que para gustos colores. Lo cierto es que yo me enamoré del cerebro del roncador y eso lo convirtió en el ser más hermoso de toda la tierra, es lo que tiene el amor, del que también dicen que suele ser ciego, porque depende del sujeto que lo mira. 
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