Acabo de tender la ropa y una nube grande y negra se ha situado, estratégicamente, encima de mi casa. No falla. A veces pienso que tendría que pedir alguna subvención al Estado, porque gracias a mí podríamos acabar con la sequía. Tuve un novio en Valencia y me aseguraba que solamente llovía cuando iba a verlo, nunca vi esa ciudad soleada.
Sin ir más lejos, vino el tejadista hace unos días porque otra gotera asedió mi casa. Ya ha venido varias veces, porque por fortuna me lo cubre el seguro. Dice que soy la vivienda que más veces ha venido a ver. También me dio la tarjeta, me apuntó su número y me dijo que no dudara en llamarle, que era su número personal. Mis amigos dicen que yo no sería capaz de ver que me tiran los tejos aunque me lo pusieran en un luminoso. ¿A ver si es que este tipo, que tampoco estaba de mal ver (debo añadir), me quiere de novia y no sabe cómo decírmelo?
Jajaja! Si te quiere de novia, pues que te invite y no sea tímido.
ResponEliminaPropuesta de viaje, excursión romántica a Valencia, qué tal?
Entonces debe de estar deseando que llueva seguido sobre tu casa. Si es así, se le está concediendo ese dese.
ResponEliminaUn abrazo.
Tendrán que contarte en Andalucía. Un beso
ResponEliminaContratarte
ResponEliminaJajaja, pues lo mismo sí.
ResponElimina"Tejadista" y novio. Todo en el mismo lote. Y más si como parece atraes el agua de manera significativa... :)))))
ResponEliminaAgua versus emociones!
¿Cómo va ese aspecto en ti?
Abrazo Ses.
PD: ¿No estará dejando una teja movida para asegurarse la vuelta?
Pues te lo podía decir de una puñetera vez y dejar en paz el tejado :) me temo que tendrás que poner las cartas sobre la mesa antes de que acabes viviendo a la intemperie ;)
ResponEliminaEntonces, las goteras están empezando a dejar de ser un fastidio. :)
ResponEliminaAcabaré pensando que se asegura de que las goteras persistan, por aquello de seguir recibiendo llamadas...
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