dimarts, 17 de juny del 2025

Ritos

Este fin de semana he acompañado a mi madre a la fiesta mayor del pueblo. El primer día me tragué una misa de hora y media con el obispo, y creo que fui la única que lo escuché, porque el grupito de amigas de mi madre estuvieron todo el tiempo criticando a todo el mundo, sin disimulo ni sentimiento de culpa (a pesar de que el cristianismo es muy dado a explotar eso). En recompensa, cuando pasó por mi lado, se detuvo y me bendijo (con mi currículum, me sale un sarpullido o algo parecido).

Se trata de una liturgia muy bella, en la que los niños del pueblo le hacen una ofrenda de flores y de velas a la virgen. La mediana de edad del público rondaba los 80 años, así que hubo un momento en el que tuve la sensación de que era una especie de rito para chuparles la juventud. De hecho, desde entonces me veo menos arrugas y, mi madre, que lleva años asistiendo, parece muchísimo más joven de lo que es. Ahí lo dejo, para reseñas y reservas para el año que viene, ya sabéis.

divendres, 6 de juny del 2025

Consejos vendo y para mí no tengo

Estaba en el médico, esperando mi turno en las pantallas, mientras se proyectaban consejos médicos. Uno de ellos era que no se leyera tumbado o sentado con las piernas cruzadas, y yo pensando en que igual habría que priorizar la lectura. Estoy de acuerdo con que no son las mejores posturas del mundo, pero igual habría consejos mejores, como el control de la bebida, los peligros de los vapers, no sé, infinidad de cosas, porque alguien que lee tumbado, en el momento de su muerte, el forense no dictaminará defunción por mala postura, e igual a su cerebro le estamos haciendo algún bien.


Y como lo leo absolutamente todo, también descubrí que hay una huelga de los técnicos superiores sanitarios, de la que no había oído hablar y con los que inmediatamente me solidaricé, porque sin ellos no habría diagnósticos. Total, que salí de ahí con un montón de reivindicaciones y con unas ganas terribles de acabarme el libro que tenía entre las manos (por llevar la contraria, probablemente tumbada, que es algo que nunca he hecho, por incomodidad).

dimarts, 27 de maig del 2025

El antikarma

Una tiene el Karma en su contra desde que tiene uso de razón, tal vez hice algo terrible en otra vida o viene confundido de persona (cosa que me sucede a menudo). En todo caso, lo tengo en números rojos y me lo hace pagar muy caro. También tengo claro que estoy preparada para cualquier cosa, y eso alguien con suerte no tiene ni idea de qué es.


Mis amigos y yo tenemos la firme creencia de que el cosmos, para equilibrar el universo, y no desequilibrar su harmonía, ha creado un poder antikarma que me protege. De ese modo, dentro de la mala suerte, tengo mucha suerte. Digamos que si el karma me llevara al punto de que un tren estuviera a punto de atropellarme, fijo que el cosmos lo evitaría de alguna forma alocada... aunque teniendo en cuenta la RENFE en mi zona, raro sería que pasara un tren a su hora o por su vía correspondiente.

divendres, 23 de maig del 2025

Stormy

Acabo de tender la ropa y una nube grande y negra se ha situado, estratégicamente, encima de mi casa. No falla. A veces pienso que tendría que pedir alguna subvención al Estado, porque gracias a mí podríamos acabar con la sequía. Tuve un novio en Valencia y me aseguraba que solamente llovía cuando iba a verlo, nunca vi esa ciudad soleada.

Sin ir más lejos, vino el tejadista hace unos días porque otra gotera asedió mi casa. Ya ha venido varias veces, porque por fortuna me lo cubre el seguro. Dice que soy la vivienda que más veces ha venido a ver. También me dio la tarjeta, me apuntó su número y me dijo que no dudara en llamarle, que era su número personal. Mis amigos dicen que yo no sería capaz de ver que me tiran los tejos aunque me lo pusieran en un luminoso. ¿A ver si es que este tipo, que tampoco estaba de mal ver (debo añadir), me quiere de novia y no sabe cómo decírmelo?

dimecres, 21 de maig del 2025

Desubicada

Creo sinceramente que la gente da demasiada información por Internet, y depende muchísimo de aparatos electrónicos. A ver, que evidentemente que son herramientas muy útiles, pero el cerebro también, usémoslo un poquito. Así que, cuando me piden la ubicación les digo a mis amigos que son unos perezosos y que espabilen, que ya les doy la direccion, como se ha hecho siempre, que al final la gente no sabrá ni ponerse los pantalones si una máquina no les dice cómo hacerlo. 


Lectura muy recomendable, por cierto.

De hecho, enmascaro tanto mis datos que cuando enciendo el ordenador me ofrece el tiempo que hace en Andorra, Facebook afirma que nací en Moon (Pennsylvania) o, sin ir más lejos, el algoritmo de Netflix para los anuncios, últimamente, me pone publicidad de Bilbao e incluso me lo cuentan en euskera (estoy empezando a entender algunas palabras, es mejor que el Duolingo).

dilluns, 12 de maig del 2025

Bragas menstruales

La verdad es que no tengo mucho que decir sobre el tema. Ahora, a mi edad, en la que ya estoy perimenopáusica -aunque no se note nada más que en los sofocos, cosa que agradezco porque soy friolera, y con menstruaciones más que abundantes- me ha dado por probar cosas nuevas. Es decir, empecé con la copa menstrual, que me dio una reacción alérgica terrible y muy dramática (hasta aquí puedo contar, por no herir vuestra sensibilidad; en resumen, que me escocí viva la cuca).


Bueno, al lío, las bragas menstruales: ¡¿qué es ese horror?! Es como llevar pañales. Me habían hablado muy bien de ellas, porque últimamente llego a casa, en esos días, con los pantalones como si fuera íntima amiga de Carrie. Pues si me pongo una toalla me hace el mismo efecto. Y no tengo nada que añadir (sí, que son carísimas para lo que son).

dimarts, 29 d’abril del 2025

Y se fue la luz

¿Sabéis lo del apagón? Fui yo. El lunes me trajeron la lavadora nueva (sí, también se me ha roto, lo mío y el karma es toda una historia, me tiene en números rojos) y, en cuanto la puse, con un lavado de ropa delicada, se fue la luz. A mí estar sin luz me vino bien, porque tenía un libro nuevo y hacía un día estupendo; pero a la lavadora no.

Resulta que tiene un sistema de sellado y hasta que no termina el ciclo no puede abrir la puerta. Yo también estaba con el ciclo, así que eso me puso un poco de mal humor, pero como era nueva respeté sus manías y no me cargué la puerta de milagro. La ropa estuvo desde las 12.35 del lunes, hasta la una de la madrugada del martes en remojo. Ahora mi ropa huele rara y me busca la Interpol.

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