Feliz primer día

Como ya viene siendo costumbre en mi casa, empezamos el año durmiendo, porque roncador y yo pensamos que lo mejor es empezar descansados y sin ojeras, o sea, que hoy tampoco se trabaja y esta entrada es programada.

Ayer estuve haciendo un poco de repaso del año, es inevitable. No ha sido muy bueno... lo siento a una se le acaban el buen humor y los gags, aunque lo dejo ahí, que no es bueno recrearse en las desgracias, me cago en los médicos y en los no diagnósticos, para ellos, mucha mierda para el nuevo año. 

Así que voy a por lo bueno: roncador y yo seguimos ahí, queriéndonos y repartiendo amor; he cambiado de trabajo, dos veces, porque nunca es tarde si la dicha es buena y mejor si es dos veces buena y a grandes males el doble de riesgo (esto es de cosecha propia, que el refranero popular no siempre es infalible); las termitas han vuelto a su otro hogar por estas fiestas y vivimos libres de visitantes indeseables y caros; tenemos a nuestras dos gatitas, que son tremendas y las adoramos; y... bueno, ya basta de repartir alegría, que no va con mi carácter agrio y dado al sarcasmo. Un beso a todos en este primer día de año, lleno de esperanzas y de buenos propósitos.