dijous, 31 de desembre del 2020

Segunda residencia de Santa Claus

En mi pueblo hay una calle en la que hace tres años un par de casas empezaron a decorar a lo loco para Navidad, a día de hoy ya son 6 y creo que Papá Noël se está planteando que esas sean sus casas de veraneo. Es tan exagerada la cantidad de luces parpadeantes que por su paso ya se han dado varios casos de epilepsia (eso me lo he inventado, pero podría ser).

El caso es que sufrimos apagones de vez en cuando, ¿no será que tiene algun tipo de relación? Y todo ello me hace pensar en que tengo que augmentar la potencia en mi piso, porque a la que enciendo una estufa y pongo la cafetera me saltan los plomos, a ver si averiguo cómo conseguir el maldito boletín eléctrico que necesito o me encontrarán congelada y abrazada a la gata antes de que lleguen los Reyes Magos.

dimarts, 29 de desembre del 2020

Salir de la comarca

En estas fechas hay miles de reuniones familiares, y no habiendo visto todavía a mi padre, desde el mes de febrero, me muero por celebrar la Navidad en familia, que en nuestro caso siempre suele ser una reunión escasa, y este año todavía más, que seremos 3. Y os preguntaréis si no me he confundido de fechas, que la Navidad ya es pasado e igual me refiero a Fin de año o a Reyes, pues no, mi madre, que es la mujer más alternativa que conozco, ha decidido que la Navidad en nuestra casa va a celebrarse hoy, 29 de diciembre.

La explicación tiene tanta lógica que no me pude negar cuando me lo planteó, puesto que tengo que ir a Barcelona, que es donde viven ellos, para una visita médica y, según un estudio científico hecho por mi madre, con estadísticas inventadas, pero bien fundamentadas, también me convenció de que seguramente habrá menos gente en el tren y en el autobús, siendo un día normal (ya veremos). Con la suerte que tengo fijo que me para la policía... los hay que viajan al extranjero sin que les digan nada; pero para mí, de todos sabido que soy algo gafe, cambiar de comarca va a ser como pasar contrabando a través de montañas heladas. Todavía recuerdo, en pleno confinamiento, cuando un policía me hizo bajar del coche y ponerme en posición oblicua (que no es más que en diagonal al conductor, nada impío que pueda interesaros), para lo que tuvo que sacarme en brazos del coche porque estaba recién operada y no podía apoyar el pie en el suelo. Por ello, me despido de momento de ustedes, mis lectores, la próxima entrada puede que sea desde la cárcel.

dissabte, 26 de desembre del 2020

Entre bambalinas

Ahora que hemos terminado con la primera etapa escolar, el primer trimestre, puedo hacer balance, y reconozco que ha sido agotador. Nunca había llegado a las fiestas navideñas tan exhausta y agotada, si bien la edad no perdona, ha sido algo general entre mis compañeros. De 11 profesores del primer curso de ESO, 6 tienen la baja, incluso uno es sustituto de sustituto. Hubo un momento en el que entraba en clase y ya no sabía si me tocaría dar mates, música o hacer el pino puente, porque no se han cubierto de forma inmediata esas bajas.

Además,  hemos tenido todas las clases más de una vez confinadas, así que dábamos clase presencial (porque nosotros somos inmunes y no nos han hecho ni una prueba) y cuando terminábamos la hacíamos online. Y las reuniones... no sé ni cómo hablar de ello, el último claustro telemático parecía más un escape room, con reuniones en salas aparte y con temporizadores, todo para que se nos hiciera más ameno o para que no huyéramos con la excusa de que nos llamaban a la puerta, no lo tengo muy claro.

dijous, 19 de novembre del 2020

El amor no tiene límites

No sé si debería contaros esto, y a pesar de ello no puedo evitarlo: mi marido, del que no estoy separada legalmente, pero qué felices que somos desde que vivimos separados, se ha echado novia, en ROMA, porque como sabe que es una de mis ciudades favoritas ha pensado que igual me apetecía ir a visitarlos por Navidad y ponerme hasta el culo de Pandoro con helado de vainilla. 

Está en plena luna de miel de las relaciones, en la que todo es hermoso y todavía no te tiras pedos delante del otro por si se lo repiensa mejor (aunque si somos sinceros, yo me tiré un pedo muy gordo en la primera semana y grité Bauhaus para disimular, porque estábamos en Marsella y venía a cuento). Pues eso, que todo es maravilloso... ¿y no va él y se carga la tapa del váter a la primera de canto? Es que no lo puedo dejar solo, todavía no entiendo cómo la conquistó, para mí que le puso alguna cosa en el café en la primera cita, o no se entiende.

dimecres, 11 de novembre del 2020

Hordas de gatos

Gata lleva días en los que, cuando me despierto, me la encuentro a milímetros de mi cara, atenta, como esperando o maquinando algo. Me da mucho miedo, pone cara de estar elocubrando un plan diabólico para acabar con el mundo, y yo soy su instrumento para llevarlo a cabo. Llamadme exagerada, que lo soy, pero eso no es nada normal.



Cualquier día me levanto y estoy rodeada de 10 gatos más, 20, 50... y ahí empieza todo. ¿A alguien más le est pasando? Porque tiene pinta de que todos los gatos están interconectados mentalmente y de que se estén comunicando telepáticamente. En mi viaje de bodas, al que era entonces mi marido, se le ocurrió darle un poco de jamón a un gato y a la mañana siguiente nos había rodeado una horda de gatos y os aseguro que en mi vida he pasado tanto miedo, salí corriendo y abandoné al roncador vilmente, lo mío es sálvese el que pueda.

dijous, 5 de novembre del 2020

Reina por un día

Hoy es mi cumpleaños y esta mañana ya hay dos cosas que son signos de vejez: llevo desde las tres levantada y el móvil me ha actualizado una cosa y ahora lo veo todo con zoom. Suerte que ayer mis niños me hicieron sentir más que reina por un día, diría más, princesita: me preguntaron cuántos cumplía, y como soy despistadísima y nunca lo recuerdo (no es broma, la gente no se lo cree, pero es cierto), hice que lo calcularan. Y todos, de forma espontánea dijeron: 

- ¡44!, ¡nos has engañado, como mucho tienes 36!

La verdad es que tengo una genética envidiable en ese sentido. Probablemente sea porque para mí, después de los 11 años no ha habido un mañana, ese sí que fue un buen año, lo recordaré siempre. Qué lástima que no sea yo la que les ponga nota porque tendrían un 10 todos. Aunque eso compensa a uno que lleva desde inicio de curso queriendo verme sin mascarilla, me vio por casualidad desayunando sin ella, y ahora dice que tengo cara de bruja (ojalá, porque le haría brujería de la buena).

dimecres, 28 d’octubre del 2020

Ten familia, que te sacarán los ojos

Esta semana me llamó mi madre preocupada por si había toque de queda, y a mí me dejó pensando que igual es de las que hace botellón a las 2 de la madrugada en alguna plaza, porque que yo sepa a las 10 están duermiendo como un tronco, pero igual es todo una tapadera.

Acto seguido me ha dicho que para mi cumpleaños mejor me apaño yo sola conmigo misma, porque han estado pensando que soy de alto riesgo e igual les contagio. Luego para ir a echar la Quiniela, la Primitiva, o lo que vaya a hacer mi padre (creo que de todo un poco) se ve que no se contagia. El caso es que se lo respeto, les he visto una sola vez en 8 meses, tampoco es que me monten unas fiestas del copón, no me las hacían de pequeña, no esperaba menos de adulta.

diumenge, 25 d’octubre del 2020

Disfrutar de los placeres mundanos

Mis gatas comen infinitamente mejor que yo, les estaba dando una de las latas y me fijé en que el nombre del plato estaba en italiano, y otro en francés. ¡Es que es alta cocina! Atún con gambas, pollo con zanahoria, delicias de atún, estofado de ternera... si yo últimamente echo lo que sea al plato y a comer. Dice una amiga mía que no me gusta comer, tal vez tenga razón, porque como cualquier cosa y ni siquiera espero que esté bueno. Claro, luego voy a algun restaurante (ahora para llevar, evidentemente, que me he hecho muy adicta) y surgen onomatopeyas de mi boca que más parecieran propias de un orgasmo que de una expresión culinaria.

Mirad cómo es mi vida que el otro día compré un vino que me habían recomendado (topé con él en la tienda, porque ni recordaba el nombre) y una vez en casa, ambientada para un momento placentero y dedicado completamente a mí... me di cuenta de que no tenía abrebotellas. Si es que soy una miserable.

dimecres, 21 d’octubre del 2020

Housesitting

 Al roncador me lo quiero mucho, ya lo sabéis, pero es que no lo aguantaba más; por eso me fui de casa y estuve buscando piso como una desesperada, hasta que encontré este que habito, que sería estupendo si no tuviera esta comunidad de vecinos que da más miedo que una noche oscura en un cementerio desierto. Una vez superado todo, seguimos siendo amigos íntimos, y no va y se me enamora de una italiana, ¡AHORA! Y no lo digo por la pandemia, que también, que no es buena época para el amor, es que yo ya lo veo casado y con hijos, típica familia italiana, y yo aquí, cuidando de su casa, la casa de mis sueños, que nos fuimos a vivir allí porque era mi gran deseo desde pequeña.

A ver, que sí, que yo le cuido las gatas porque en el fondo también son mis gatas, aunque se las cediera en la custodia por culpabilidad y por abandono de hogar; pero que si tengo que ir a cuidarlas durante largos períodos de tiempo, pues que también podría quedarme de housesitting, que en catalán (y en castellano se ve que se dice igual) a eso se le llama hacer de masovera. Que está muy bien el amor, y si pierdo un amigo, por lo menos que gane una casa.

dissabte, 10 d’octubre del 2020

Catastrophist

Hablando con una amiga me comentó que si se separara correctamente la basura quedaría muy poco para el contenedor general. Yo le respondía que eso no es tan fácil, sobre todo porque hay que hacer un máster para saber dividir correctamente la basura, además de tener espacio en tu casa. 


Le puse un ejemplo: en verano lo llevaba muy bien, también tenía tiempo de ir a la "deixalleria mòbil" (que es donde podemos llevar los residuos especiales como el aceite), a la otra no, porque como no tengo coche y no llegan autobuses (todo muy lógico y poco contaminante), pues no puedo ir a ese espacio fijo. Además, no tengo todos los contenedores cerca, tengo que irlos buscando (podría haber una App, ¿existe? Podría ser una buena idea, ahí lo dejo). Sé que todo son excusas, pero me pregunto por qué no se invierte más en estas cosas tan simples... evidentemente, porque en un mundo normal y coherente también se invertiría más en prevención (de todo tipo, sobre todo sanitaria) y en educación.

dimecres, 7 d’octubre del 2020

Mejor con sonrisas

Cada inicio de curso me pasa lo mismo, llego del verano leyendo una media de dos a tres libros por semana y es empezar las clases que ni acercarme a la librería. Oigo como me gritan desde las estanterías, y tengo que hacer caso omiso. Este curso voy especialmente cansada, espero que el volumen de trabajo disminuya, porque empiezo a parecer la hija del jefe, trabajando de 8 a 20.

Ayer un alumno, en plena rabieta en la que soltó todos los improperios habidos y por haber, aunque para mi gusto demasiado manidos, escaseaba de creatividad en ese sentido, me dijo, viendo que lo otro no le funcionaba, que los profesores estábamos mal pagados, a lo que contesté que para nada, y que no solo eso, tenemos 3 meses de vacaciones. Se le pasó el enfado inmediatamente. Sigo diciéndolo: se ganan más batallas con sonrisas.

diumenge, 4 d’octubre del 2020

Primera impresión

Cuando nos estamos conociendo mostramos lo mejor de nosotros, aunque en mi caso suele ser al revés: al principio caigo mal, luego ya va mejorando la cosa, como un buen vino. En el resto, lo tengo comprobadísimo; a mí, al principio todo el mundo me cae estupendamente bien (bueno, a mí casi todo el mundo me cae bien), pero llega un momento en el que algunos se quitan la máscara (mira qué bien va esa frase hoy en día) y son seres horribles. No entiendo cuál es la finalidad, ¿no sería mejor ser uno mismo desde el principio? Será porque tengo pocos filtros. 

Luego está la gente que, como ha tenido un mal día, o no le gusta su vida, tienen que compartirlo con los demás haciendo nuestra vida un poco peor.

dimecres, 30 de setembre del 2020

Elección olfativa

 A veces reconozco a las personas por el olor, mucho antes de verlas. Suelo pensar que iba para perro policía, pero hubo algun error al nacer, y salí humana, para lo que el olfato no parece servir demasiado, porque o bien soy la única que huele la humanidad o el resto ha decidido ignorarla. Mi madre cree que habría hecho futuro como perfumista o enóloga, pero ni me gusta el vino ni soporto entrar en una perfumería (se me estresa la nariz).

De hecho, han dejado de fabricar la mascarilla capilar que usaba habitualmente, que no olía apenas a nada, era barata y me dejaba el pelo maravillosamente bien sin apenas esfuerzo, y ya llevo dos productos de los que no puedo dejar de oler su aroma a pesar de haberme lavado el pelo varias veces después  (aprovechando el poder del blog, si es que tiene alguno, ¿se os ocurre alguna otra opción baratita y sin apenas fragancia?).

diumenge, 27 de setembre del 2020

Deporte de contacto

Una compañera me ha comentado que después del trabajo se va un ratito a la playa (es lo que tiene vivir en un pueblo costero). Eso me ha dejado pensativa, porque lo que realmente me relajaría sería realizar algun deporte de contacto, lanzar hachas, romper cosas... pero seguro que acabaría por hacerme daño, que me conozco, y sería peor el remedio que la enfermedad.

Lo cierto es que esta semana ha sido durilla, pero volver a las aulas es como un bálsamo.

dimecres, 23 de setembre del 2020

Soy minera

Me encanta ir en tren al trabajo, sobre todo porque mi línea es costera y veo las mejores salidas del sol cada mañana; de momento, claro, porque más adelante voy a vivir en la más absoluta oscuridad, literal, que estoy por comprarme una de esas linternas que se llevan en la frente, como si fuera un geólogo o un minero, porque el trayecto al salir de la estación carece de cualquier iluminación. 


El caso es que hay veces en las que te sientes desprotegida, y los vigilantes, el día que los hay, no me tranquilizan en absoluto. Sin ir más lejos, esta semana sonaba por megafonía (ese es otro tema, que el día que funciona se oye como si fuera el fin del mundo) el señor que nos indica que debemos llevar la mascarilla bien puesta, además de puesta, porque precisan (a mí me entra la risa cuando lo dice en inglés, pobrecillo), y me veo al vigilante del tren con la mascarilla por debajo de la nariz, así que no pude evitar pensar: claro, porque él tiene el cerebro tan pequeño que igual la distribución de la cara es distinta a la tuya (por no pensar mal y que es tonto). He llegado a creer que la entrevista de trabajo consiste en algo tan simple como: al que
 no cogen para las discotecas, lo cogen para vigilante de Renfe, que alguno habrá que haga bien su trabajo, pero creo que anda escondido para que los demás no lo linchen.

dilluns, 21 de setembre del 2020

Mi corazoncito

El roncador ha desarrollado un oído ultrasónico para reconocer en qué momento concreto se está acercando el motorista con la pizza; pero para otras cosas, sobre todo que impliquen acciones que sé que no le gustan especialmente, para ello resulta que adquiere una sordera congénita y hereditaria.

El caso es que tiene la mala costumbre (para él fenomenal, porque le exime de cualquier cosa), de responder de forma totalment aleatoria a lo que le pregunto, con un sí o con un no, independientemente del mensaje. Eso me saca mucho de quicio, así que yo también estoy desarrollando el maravilloso poder de enseñarle el dedito del medio, también llamado corazón (será porque es lo que siente mi corazoncito cuando no me escucha).

dissabte, 19 de setembre del 2020

Peligro de asfixia

Estaba comprando bolsas para las cacas de la gata (ahí, sin introducción ni nada, al grano) y me ha sorprendido la advertencia de peligro de asfixia. He intentado imaginarme cómo podría asfixiarme con esa bolsita en la que apenas caben las defecaciones de Gata, que caga como si fuera una pantera, también os lo digo, pero la bolsa es más bien pequeña.

Al final he decidido que solamente podría asfixiarme de dos formas, metiendo la bolsa por nariz o boca; o bien atándomela al cuello (para lo que tendría que recortar y adaptar la bolsa a mi garganta). Imagino que viene para los niños pequeños, que no saben leer y les importa tres pepinos la bolsa teniendo mi pececillo bonito justo al lado. No sé, igual estamos sobreprotegiendo a los chiquillos (y algun adulto con inteligencia de vacaciones), porque yo de pequeña me entretenía jugando a tirar piedras y aquí estoy, vivita y coleando.

 

dijous, 17 de setembre del 2020

Mi nuevo trabajo

He entrado este curso en un nuevo instituto, su método de trabajo tiene un enfoque globalizador; para resumir, es un poco un cambio de mirada, de actitud, ante la forma de enseñar. Total, porque esto no es lo que os importa, que lo sé yo, que solo a los frikis de la educación nos molan estas cosas y a vosotros os va la chicha... y no, no hay ningún buenorro, a pesar de que me haya hecho creyente y haya pedido a la virgencita un colega guapo, inteligente, empático y asertivo, al que le he puesto nombre: Carlos.



Lo importante es que cada curso hay muchos docentes que no siguen, porque el proyecto es muy chulo, pero como tal pide mucho trabajo e implicación, lo que viene a llamarse vocación y creer en lo que haces. Así que somos unos cuantos profesores nuevos (y ya tenemos dos bajas, para que entendáis el ritmo de trabajo). A mí lo que más me anima es que los docentes veteranos del centro parecen muy felices, estilo he tomado una droga que me tiene muy contento, así que o bien en un tiempo yo también emano esa felicidad, o bien encuentro esas drogas de una puta vez (hala lo que he dicho, vas a la profe).

dissabte, 12 de setembre del 2020

Promo gratis?

Me da mucha rabia esta moda que se instauró hace unos años en la que llevas ropa de marca con su nombre impreso a todo color, como si te diera estatus o algo parecido, y a mí en algunos casos me parece más bien feo e incluso hortera. Hace un tiempo me enamoré de una camiseta, era preciosa, pero carísima, y recuerdo haberle dicho al roncador que era muy bonita, aunque me parecía cara porque no era más que una camiseta; pues la propietaria me oyó y sorprendentemente me dio la razón y me hizo descuento. 

Pues lo mismo me pasa con eso, casi prefiero llevar una camiseta con el nombre de la ferretería de mi pueblo, que usan un algodón buenísimo, antes que ciertas camisetas de precios desorbitados donde también acabaré por promocionar su negocio (y a los del cercano los conozco, al fin y al cabo, y sé si me apetece o no hacerles publicidad) y además será gratuita, porque me la habrán regalado.

dijous, 10 de setembre del 2020

La invasión de los ultracuerpos o una imaginación desbordada

 Acabo de hacer toda la instalación eléctrica nueva de mi piso y justo dos semanas después el fluorescente de la cocina decide fallar, creo que es el cebador, aunque también podría ser alguien pidiendo auxilio, porque al ritmo que parpadea la luz empiezo a sospechar que es un código morse. Espero que mis vecinos no tengan la misma imaginación que yo (tiene pinta de que no, visto lo visto), o en cualquier momento se me presentan los GEOS (ay, mi sueño hecho realidad) echando la puerta abajo y buscando al rehén que tengo secuestrado en la cocina.

Últimamente me he dado cuenta de que tengo que evitar dejar volar tanto la imaginación, porque en mi nuevo trabajo nos han dicho que las horas libres no podemos salir del recinto (cosas de profes, del COVID y de gente con ideas pedagógicas muy locas), así que por la noche soñé que para escaparme del centro alargaba los brazos desde la verja para tocar a cualquier transeúnte y robarle su cuerpo, y así poder escapar sin que se dieran cuenta, al más puro estilo de la película La invasión de los ultracuerpos (pero sin la crítica política, o sí, no sé).

dimarts, 8 de setembre del 2020

Mi vida es así, con todo

Si es que lo mío es muy curioso y nadie se lo cree hasta que me conoce, o lo sufre en sus carnes. Para que os hagáis una idea del nivel de gaferío (pero con gracia, que eso no os lo niego) que poseo, voy a contaros mi experiencia con un pedido en una plataforma muy conocida de la que no haré propaganda. 

Hice la compra el día 30 de agosto y tenía que llegarme el día 2 de septiembre, hasta aquí todo muy normal y sin sobresaltos... hasta que 5 días después (yo estaba muy tranquila, estoy acostumbrada a los retrasos), me salió un aviso en el que había habido un problema (del todo inexplicable para cualquier mente cuerda), se cancelaba la entrega y me devolvían el dinero. Sin ni siquiera intentar poner remedio al tema ni nada, me cancelan, porque su experiencia habrá sido cercana a la muerte (o eso me temo). Me tienen en la lista negra, y han decidido que viendo mi historial hacerme llegar una funda de sofá a mi casa se las trae. El paquete salió de Alemania y llegó a Barcelona en pocas horas, para acabar, al cabo de dos días en Bergamo, Italia. Qué ocurrió por el camino, nadie se lo explica, así que han decidido devolverme el dinero y santas pascuas. Quién fuera funda de sofá, y poder viajar con toda libertad ni rumbo fijo... a saber dónde estará a día de hoy.

diumenge, 6 de setembre del 2020

Bacanales

He estado pensando que esto de hacer ejercicio físico es para mí lo que a muchos hacer ejercicios de gramática, porque son repetitivos, requieren resistencia y perseverancia, lo que pasa es que sudas menos, que es lo que a mí me da pereza. 



Y luego me vendrán los gurús de la educación con que tengo que inventarme lo que sea para que mis clases sean más divertidas (que lo son, tengo testigos); pero lo del tema gimnasio viene siendo lo mismo desde los romanos (aunque ellos iban con menos ropa y luego había bacanales). Es que en mi caso no me sirve ni el tema de perseguir la zanahoria (o sea, correr detrás de buenorros mientras entreno), porque mi libido anda de vacaciones.

divendres, 4 de setembre del 2020

Mortal combat

Os aseguro que no me gustan nada las tendencias ni estar a la última moda, y mucho menos en decoración, siempre he preferido ir a mi rollo, y si algo me gusta y es tendencia, pues bienvenido; pero esto de poner los libros del revés en la librería me está poniendo de los nervios, arguyen que la diversidad cromática no aporta paz y a mí mi TOC me impide tener una librería sin poder leer los títulos, qué locura, sobre todo porque las tapas están hechas para proteger el interior, o así lo entiendo yo.

De un tiempo a esta parte, sobre todo con mi cambio de domicilio doble, decidí vender algunos libros basándome en que no me habían gustado y no me apetecía guardarlos, porque uno de mis grandes placeres es disfrutar de los títulos que poseo, y os aseguro que suelo hacer buen uso de la biblioteca. Cada uno en su casa que haga lo que quiera, aunque me pregunto qué harán para encontrar el título que quieren releer o consultar. Aviso, si eres de los que tiene los libros del revés, no me invites a tu casa, porque eso va a convertirse en un mortal combat librero.

dimecres, 2 de setembre del 2020

Malditos Banner y Flappy

Creo que nunca os he contado mi miedo patológico a esos monstruos peludos y con cara de rata que son las ardillas, roedores a los que se ha tratado con mucha benevolencia gracias a los dibujos animados y a su carita de animalitos buenos, pero ¡QUE NO OS ENGAÑEN! Son seres perversos cuya única intención es atacaros... ¿Cómo lo sé? 


Porque estando en un parque, de un país muy bonito que estaba visitando, me rodearon y una de ellas subió por mi cuerpo hacia la cara, vi vileza en su mirada y creo que salí en todos los vídeos caseros del resto de los visitantes gritando y corriendo con ese bicho enganchado a mí. A nadie más se les subieron las ardillas, por mucho que lo intentaron tentándolas con comida. Ya os digo yo que era un complot del demonio y las ardillas sus secuaces. Lo más curioso es que no tengo ninguna prueba gráfica de ese hecho, porque el roncador se estuvo riendo durante todo el día y todavía recuerda ese momento a carcajadas. Llevo una pulserita con una ardilla que me regaló, el muy cachondo.

dilluns, 31 d’agost del 2020

Guarda el pajarito

Voy a hablar de algo que me tiene preocupada: ¿Por qué la media de hombres que se dejan la bragueta abierta es altamente superior a la de las mujeres? Es más, yo nunca he tenido que decirle a ninguna mujer que se la había dejado bajada y, en cambio, habitualmente me encuentro con el caso contrario, con toda la vergüenza ajena, y propia, porque tengo (me siento obligada moralmente, de ahí la perífrasis de obligación) que decirles que, por favor, se la suban, del modo más discreto y menos llamativo del que soy capaz, lo cual me lleva al nivel de sordera de este país, porque acabo por repetirlo tantas veces antes de que me oigan, que la discreción se me va al traste.

Y no exagero, que me pasa demasiado a menudo, y encima me siento mal por estar mirando donde no debo, que sé que lo estáis pensando, pero eso se debe más a que soy muy observadora. Sin ir más lejos, estando en el banco el chico de la caja se levantó para preguntar algo y ahí estaba, no es que yo mirara, es que me quedó a la altura. Y claro, alguien trajeado, todo maqueado, pues pierde toda la elegancia en ese pequeño detalle (pero a ese no le avisé, porque entre la mampara y que le tengo cierta rabia al tema banco, no me apeteció).

dilluns, 24 d’agost del 2020

La importancia del tiempo

 Me vuelven muy loca los relojes, siento una irremediable atracción por ellos, esos eternos controladores del tiempo - hasta que se me acaba la pila, que eso me pasa con anual frecuencia, y habitualmente todos a la vez -. El caso es que solamente los uso para el trabajo, porque me estresa profundamente que el reloj siga midiendo mi tiempo libre, así que es salir del curro y se queda encima de la mesita de noche. 


Mi madre dice que hago un uso funcional de ellos, pero luego veo uno que me gusta y me lanzo. ¿Cómo puede ser que no me guste usarlos y, en cambio, me vuelvan tan loca? Uy, parece que hable de otra cosa (mente perturbarda, calla). El caso es que el tiempo es algo tan maravilloso que a veces un minuto dura infinito y otros ni nos damos cuenta de que ha pasado, y entonces no puedo evitar pensar en El Perseguidor, de Cortázar (y en una semana, vuelta al trabajo).

dissabte, 22 d’agost del 2020

La tentación vive abajo

 En la panadería de delante de mi casa venden unos cruasanes de chocolate blanco que son una delicia, sueño con ellos, y el caso es que me alegro de que siempre haya una cola enorme y que yo sea tan perra que por no hacer la cola prefiera no comprar ahí, a no ser que vaya a primera hora, que es cuando solamente tienen cosas poco apetecibles.


En resumen, el tamaño de mi culo lo va a agradecer enormemente (bueno, lo contrario). No sé qué tengo con el chocolate, pero creo que es el único alimento que si me lo quitaran querría morir, y no exagero (o un poquito sí, ya me conocéis). Ya no digo nada de la churrería, porque esos churritos de chocolate me traen muy loca.

dijous, 20 d’agost del 2020

Doblando mi vida

Mis habitaciones no son lo suficientemente grandes como para tener armario y cama en la misma habitación, sobre todo porque mi cama es de dos por dos, claro está. Así que me las he inventado todas para poder tener la ropa tan a mano como sea posible, y para ello tuve la brillante idea de ver el programa de Marie Kondo, una señora de admirar, que ha convertido su TOC en una fuente de ingresos, en su profesión. A mí que me agobia el mero hecho de pensar que tengo que reorganizar mi vida, y todavía tengo cosas en casa del roncador. ¿Alguien en la sala lo ha visto? 


En cada episodio, los dueños desordenados y caóticos a los que va a reeducar esa buena mujer acaban llorando a moco tendido por tener que tirar ropa que ni usan ni ya les viene bien, no sé si estos estadounidenses lloran por todo o es pura pose, si es que hay unos que tienen contratada a una persona que les hace la colada (no una persona que les arregla la casa, la que les pone la lavadora, que se ve que es muy estresante). Estoy esperando que en algun capítulo le hagan un funeral a la camiseta que llevaban cuando se conocieron, es exageradísimo.

dimarts, 18 d’agost del 2020

Póntela

A mí nunca me ha importado mucho lo que hiciera la gente, pero una parte de mí no soporta la mala educación y la falta de empatía. El que no lleva la mascarilla, a mi parecer, es un ser sin sentido de sociedad y no merece ningún respeto. No me importa si creen en alguna conspiración paranoide que han leído, sobre todo porque les falta comprensión lectora y les sobra estupidez. En mi opinión, son homicidas en potencia, y no hay discusión, porque ante la posible duda, escogen no ponserse la mascarilla.

A ver, yo no soy creyente, pero nunca me meteré con Dios, sea el que sea, ya sea por respeto o por si las moscas, por si el día del juicio final resulta que el señor de la puerta me dice que por renegar no entro en ese mundo celestial. Ante esa duda, no me la juego. Pues eso, llevar mascarilla no te va a matar, pero seguro que te hace más atractivo e inteligente (como mínimo a mis ojos). Llevarla significa que estás protegiendo a los demás, que te importa algo más que tu ombligo. 
Durante el encierro alguien dijo que esto nos haría mejores, y yo no podía evitar pensar en la Guerra Civil española, porque en los peores momentos la resiliencia escasea (aunque por fortuna, algo queda).

diumenge, 16 d’agost del 2020

Modelar mentes

 Hay un programa en televisión (seguramente ni siquiera lo están echando, pero tiene varias temporadas) en el que unos famosillos se van a una isla y, según creo, van superando unas pruebas de supervivencia. No creo ni siquiera que sean pruebas de superación personal, en las que poner tu mente al límite para desentrañar alguna cuestión útil; sin embargo, se ve que son entretenidos, o me imagino que nadie los miraría. A pesar de no haberlo visto nunca, sé de qué va y, lo peor, ayer no podía dormir pensando en tonterías como que yo no podría ir todo el día en bañador (más que nada porque no me parece cómodo), o cómo se lavan la ropa y, más allá, como esto del pelo no está muy bien visto, me pregunto si de vez en cuando va alguien a depilarles (puesto que esa gente vive mucho de su imagen, que no de ningún otro talento que no sea gritar, o dedicarían su tiempo a algo más productivo).


Bueno, y quién soy yo por pensar todo eso, ni que me dedicara a salvar vidas, solo modelo mentes. Cuando empecé en mi trabajo, no podía dormir y despertaba a menudo al roncador con mi discurrir y con esa terrible sensación de que si lo hacía mal podría malograr la vida de uno de mis alumnos. Por fortuna, sigo sintiéndome muy responsable con el modo en el que doy mis clases, pero supongo que me acostumbré... y que a veces te encuentras a un antiguo alumno y te recuerda con cariño. Eso sí que no tiene precio, saber a qué se dedican y que una parte de ello dicen que es gracias a ti.

divendres, 14 d’agost del 2020

The end of the world

Durante años me las vi con las orugas, y ahora el roncador me confirma que acabé con ellas fulminantemente, que este año las plantas no han sufrido plagas. Claro, estaban esperando a que me fuera de casa para abandonarla también ellas, seguro que me están buscando. Luego, mientras estuve en el piso alquilado, decidiendo qué hacía con mis cosas, tuve el ataque de ese tipo de hormigas minúsculas, de esas que no las matas ni a golpes; y el caso es que al final lo conseguí por persistencia y gracias a un gel maravilloso, y lo peor es que habría sido capaz de convivir con ellas, pero atacaban la comida de Gata, y con eso no se juega (incluso un tiempo rodeé el cuenco con canela y la rodeaban, parecía magia y encima olía bien). Y algun día os contaré lo de la rata, que se me comió el limonero entero, la muy jarta (pero eso ya pasó).

Y vamos a peor. En el nuevo edificio no solo hay terribles vecinos, resulta que hay una plaga de cucarachas mutantes a las que he tenido a raya; hasta ahora, que mi superheroína GATA vio que intentaba entrar una y la fulminó con su superpoder felino, o sea, que estuvo jugando con ella hasta que murió (y yo que pensaba que dominarían el mundo porque sobrevivirían al fin de todo lo conocido; pero van a ser los gatos). 

dimecres, 12 d’agost del 2020

Mi padre, el explorador

Padre cree que la nevera es un objeto mágico del que sale alimento constante, como una Caja de Pandora, pero en lugar de los grandes males, de ahí salen morcillas y bistecs congelados. Tengo a Madre en el pueblo, porque hubo un momento en el que pensé que mi padre corría peligro de muerte inminente si no hacían una pausa postconfinamiento, y como ellos, desde que tengo uso de razón, siempre han pasado las vacaciones separados (es el mejor matrimonio que conozco, ni psicólogos ni leches), me pareció la solución más sana.


Total, que lleva más de un mes solo y, no es que no vaya al supermercado, porque sí que va, y en él compra las cosas más extrañas del mundo; si es que me lo imagino como un Livingstone entrando en el súper, explorando esos pasillos desconocidos, para descubrir nuevos productos a sus ojos en esto de la compra. Mientras no se pierda y tengamos que ir a buscarlo, como hizo el otro en África... Bueno, igual es más como Dora la Exploradora, que me lleva una media melenita muy de ese palo.

dilluns, 10 d’agost del 2020

El complot

En mi casa hay un complot para no dejarme dormir. Después de haber insonorizado la habitación porque ya sabéis todos que el vecino me tenía loca con sus disertaciones, sobre todo a las tres de la mañana, Gata y su amiga la Paloma se han puesto de acuerdo para roncar al unísono. Por fortuna, Blue, el pececillo, por mucho que mueva la cola, no va a conseguir despertarme.

También es cierto que en verano duermo mucho menos, me despierto tempranísimo y aprovecho para salir a la calle antes de que el sol caliente demasiado. Sin ir más lejos, esta semana fui a pasear por la playa (a las 9, cuando volvía, ya empezaba a estar llena) y se me ha quedado moreno mascarilla, frente y mejilla superior rojas, mentón blanquecino.

dissabte, 8 d’agost del 2020

En casa conduce gata

En la sala del dentista leí que un conocido futbolista -del que no voy a decir el nombre, porque podría ser cualquiera de ellos, tal como veréis- tenía gustos de lujo. Me di cuenta en breve de que la palabra lujo la habían utilizado como sinónimo de caro, que ya viene a ser un poco eso, aunque a veces un lujo es simplemente darse un capricho, tomarse un descanso, abrazar al ser amado... Así que comprarme un coche carísimo (y feo, porque lo era, a mi parecer), con un coste de 300 mil euros, a mí me parece más un vicio (o una estupidez) que un lujo.


Cuando era pequeña e íbamos a pasar las vacaciones en el pueblo, del que es oriunda mi madre, un día una amiga me confesó que pensaba que éramos muy pobres porque no teníamos coche (ella y su madre, que es la que lo había dicho, porque nosotras sabíamos lo que costaban los caramelos de nata, poco más). En mi familia biológica nunca ha habido coche, ni sabemos manejar uno, así que para mí era muy chocante esa forma de pensar, pero parece que no ha cambiado, 30 años después.

dijous, 6 d’agost del 2020

Más vale reír que llorar

Para mí no hay nada tan apasionado como el llanto de un niño. Lloran por cualquier nimiedad y le ponen tanta energía que me da cierta envidia. Lloro muy poco, pero cuando lo hago intento recrearme en ello, porque me parece el mayor desahogo del mundo. En los últimos años, mi vida no ha sido especialmente fácil, y lo que más me recriminaron fue que no llorara.  Igual por eso siempre tengo tantas ganas de reír.


De hecho, no sé si lo he contado alguna vez por aquí, cuando siento mucho dolor, me pongo a reír de forma exagerada. Eso me ha llevado a que a menudo crean que estoy borracha, y no exagero. Es algo que la gente no suele entender, como si no sintiera dolor por expresarlo de otra forma. En el entierro de mi abuela, esa especie de risoterapia que me entra, me llevó al hipo, así que tuve suerte y quedó algo disimulado. Mi padre, el hipocondríaco, ya sabéis, últimamente no hace más que pedirme que llore en su entierro, le he prometido alquilar a unas plañideras, porque no puedo garantizar nada. He llegado a pensar que estoy algo loca, pero de algun sitio salió eso de más vale reír que llorar.

dimarts, 4 d’agost del 2020

Cuando se abre una ventana...

No falla, es abrir una ventana... y no, no entra el amor, entra un moscardón. No es una metáfora ni nada parecido, es que esos seres voladores me tienen hasta el moño, porque además son de esos ruidosos ¿En su casa no les enseñaron modales? Si estás de visita, no molestes. Esto me ha hecho pensar en ese dicho tan conocido que versa: cuando una puerta se cierra, se abre una ventana.


En mi caso, más me valdría cerrar a cal y canto, porque no se suele cumplir, todo lo contrario (demasiadas moscas ya en mi vida). Justo hace unos días el roncador me decía que no me gustan los cambios, pero que una de mis características es justamente lanzarme al vacío, es curioso, eso me pasa por dejar la ventana abierta tan a menudo. 

diumenge, 2 d’agost del 2020

Hablar por hablar

A veces me sorprende la necesidad de llevar el móvil siempre encima, de hecho, a menudo se me olvida cogerlo, y no me doy ni cuenta; aunque suelo recibir reprimendas por parte de amigos que no han podido localizarme, porque se ve que suscito una especie de cariño materno filial que les hace sufrir por mí a todas horas. Además, depende de con quien quede, casi prefiero no llevarlo encima, toda mi atención es para esa persona.


Os voy a contar una cosa: antes no existían los móviles, y el índice de mortaldad por estar ilocalizable viene a ser el mismo, porque si me pasa algo, no os preocupéis, que ya encontraré la manera de comunicarme. Es más, en mi antigua casa (cómo la echo de menos) no había nada de cobertura, y a menudo me apetecería ese silencio tecnológico provocado por causas ajenas a mí misma (era una excusa maravillosa). Ahora, si me da por no contestar a una llamada, recibo al cabo de unos segundos Whatsapp, mail y un telegrama (eso no, pero molaría), igual es que no me apetece hablar con nadie, ¿no?

divendres, 31 de juliol del 2020

Tío Gilito o Kardashian

Esto os va a encantar: estaba leyendo un artículo, de esos pseudocientíficos que tanto me gustan a mí, y esta vez de una revista italiana, para rematar el tema. Pues en él se afirmaba que el dinero sí que da la felicidad (a ver, que no lo dudaba, porque suena muy bonito decir que no, pero con la de problemas que te ahorras...).


Pues eso, afirmaba que el dinero da la felicidad hasta que consigues tener setenta mil euros. O eso dice la San Diego State University, que cogieron a un millar de personas de distintas nacionalidades -a ver de dónde sacaron a tanta peña con tanto dinero, igual después de esto formaron un gueto, o mejor dicho, un club de los más ricos e infelices-, y les salieron estas cifras, que ya a ese punto, pues como que no. Y ahí lo dejaron, porque vieron que el estudio era mucho más que útil para salvar a la humanidad y eso. Si acaso, igual habría estado bien recomendarles que, para su bienestar emocional, lo mejor habría sido donar el resto de lo que les sobre desde esa cifra a alguno que lo necesite más.

dimecres, 29 de juliol del 2020

No por mucho repetir, las mentiras se convierten en verdad

Que dice el capataz que esta semana acaban con mi obra... y si me hubiera dado un euro cada vez que me ha dicho eso ya me habría devuelto todo lo que le he ido pagando. Si es que parezco Penélope, todo el día esperando a ver si aparece. Eso no lo he hecho yo ni cuando tenía novio. Y no a cualquier hora, que suele decir que llega a las 8.30: NI UN SOLO DÍA HA VENIDO A ESA HORA.


La última es que se ha roto una costilla, que pobre hombre, ha tenido que descansar, por supuesto, y aquí me tenéis a mí, que me dejó sin apenas luz, porque está con la instalación eléctrica, desde San Juan, y en plena ola de calor, ahí está el aire acondicionado, para hacer bonito. A la vieja usanza, todo el día con el abanico, que solo me falta el vestido faralai para que me ponga con el cante jondo (y tiro de folklore andaluz, porque con una sardana no sería lo mismo), porque si me pongo a maldecirle voy a escupir sapos y culebras.

dilluns, 27 de juliol del 2020

Marikondo

Me he gastado 150 euros en toallas para mi casa, y me he sentido algo viejuna. No sé, es como despilfarrar, pero con algo útil y de algodón egipcio y bambú. A partir de ahora voy a empezar a invocar a Marie Kondo cuando algo me salga bien, porque entre cajas de almacenaje y menaje para el hogar, empiezo a asemejarme a una obsesa del orden y del control. El caso es que no suelo decir palabrotas, pero gritar a pulmon Marikondo me parece muy terapéutico, ¿solo me pasa a mí?

No os confundáis, no soy de esas a las que relaja ordenar y cuando está estresada vacía el armario para recolocarlo todo. Todo lo contrario, no desordeno para no tener que ordenar, seguro que muchos me entienden.

dissabte, 25 de juliol del 2020

Al dentista

Esta semana he ido al dentista. Toda la vida había ido al mismo, de total confianza y al que adoraba, pero se me ha jubilado (así, sin preguntar: desconsiderado) y me ha tocado buscar una alternativa. El dentista nunca se devalúa, me explico, nunca ha habido rebaja o precio especial, yo qué sé, por el día mundial del dentista (que seguro que lo hay). La nueva no es que sea barata, pero la verdad es que me gustó bastante y no me quiso vender mil tonterías (como ya me hizo el intento anterior). 



Tuve suerte y solo me he roto una parte pequeñita de la muela, ha podido resconstruirla sin que mi ya mermado bolsillo (por la construcción en mi piso de la Sagrada Familia, por lo menos, por lo que tardan) sufriera una hecatombe. En cuanto se puso al lío me indicó que me pondría anestesia (yo no soy muy dada a esas cosas, no por exdrogadicta, es que el de toda la vida no solía ponerme). El caso es que me puso la mínima y me pasé 24 horas que parecía que había sufrido algun tipo de parálisis facial; que cuando sonreía se me iba el labio pa cuenca, en resumen. Y lo más gracioso es que en mitad de la intervención, mientras la auxiliar y la doctora hablaban, me pareció entender que una le pedía a la otra una copa de coñac, me quedé a la expectativa, extasiada por esa idea, pero creo que malinterpreté algo (qué lástima).

dijous, 23 de juliol del 2020

Leña de otro hogar

Estaba hablando con un conocido, ya hace unos meses mientras comíamos con algunos compañeros, y me comentó que entendía que, cuando una mujer deja algo abandonadas las tareas conyugales, para con su marido, este fuera libre de irse con otra. En concreto hablábamos de una mujer que no estaba pasando por un buen momento y me sentí tan indignada que no pude evitar citar a Mocedades (porque todo tenía ese tono metafórico), y explicarle por qué ese no era un buen motivo de buscar leña de otro hogar.


No hace mucho, en el hospital, un celador me contó que cuando un hombre estaba postrado en cama, la esposa velaba por él a todas horas; en cambio, si era al contrario, la mayoría de hombres desaparecía y no volvían a verlos. Me pareció increíble en ese momento, pero recordé esas palabras ese mismo día.

dimarts, 21 de juliol del 2020

A sudar la gota gorda

He visto un anuncio, en prensa escrita, en el que te ponen Botox para que dejes de sudar... me imagino que es para casos extremos en los que sea prácticamente imposible hacer vida normal con tanta exudación, pero como todo, igual se pone de moda. Y con garantía de entre 3 y 8 meses, o sea, primavera/verano. ¡Es que hace calor! No sé, ¿habrán probado un bañito refescante? A mí que te pinchen cosas raras para no sudar no me mola un pelo; bueno, en realidad todo el tema estética me la trae un poco al pairo - nótese que no digo "me la suda", aunque me iba al pelo, no por no ser grosera, es por todo el lío que armó Pérez Reverte, que se ve que a él no le suda nada. Bueno, y porque esa expresión siempre me ha gustado un potosí.



En esta época del año todo el mundo, nadie se salva, se pasa el día confirmando que hace calor, como si no lo notáramos. Y yo me pongo enferma, literal, que no es una metáfora, voy todo el día con la rebequita en el bolso, porque a la que me meto en cualquier sitio cerrado, que me hielo; exceptuando el tren, porque el conductor usa su única arma de poder que tiene sobre los ocupantes de los vagones, la regulación de la temperatura: en invierno nos congela y en verano pone la calefacción. El del autobús hace lo mismo, pero con las curvas.

diumenge, 19 de juliol del 2020

Se nos rompió el amor

Como este año la primavera fue un poco en confinamiento, creo que la época de aparearse ha pasado a ser el verano. El caso es que se ha abierto la veda, mis amigas incluso tienen lista de espera, se los colocan en la agenda al más puro estilo del espere su turno de la carnicería. A mí con este calor no me apetece nada que nadie me toque, me dan sudores solo con pensarlo, y no en el buen sentido. ¿Será que cuando se me rompió el amor (como cantaría la Jurado), agoté la libido?



Y luego resulta que me quitan la luz cada dos por tres porque todo el mundo está con los aires acondicionados a todo trapo, claro, con tanto deporte sexual... En mi caso, ya tengo bastante lío con lo de la mascarilla como en ir pensando en grupos de riesgo ni en cosas parecidas. Yo no sé a vosotras, pero cuando tengo pensamientos impuros me viene a la cabeza el señor Simón hablando de grupos estables y de elegir bien a los amigos.

divendres, 17 de juliol del 2020

No hay quien se aburra

Ayer me despertó el grito de una mujer y un gran estruendo. Gata y yo nos acojonamos, eran apenas las 6 y pensé que alguien se había tirado de un quinto piso (no de cualquier otro piso, mi mente es así). El caso es que nada más lejos, los Mossos hicieron una redada en mi edificio, y no, no se llevaron a la malvada bruja del tercero (que no del Oeste), que era lo que más deseaba en el mundo. Dónde me he ido a meter, mira que me han pasado cosas en esta vida, pero esto no estaba en mi lista de pendientes - o igual sí, pero eran Geos y estaban de buen ver, no sé muy bien por qué, los uniformes no suelen motivarme mucho.



Supongo que el grito que oí era el aviso de la mandamás , una mujer (poder femenino, a pesar de ser la única), justo antes de echar la puerta abajo del domicilio. Como sois unos cotillas os contaré que no eran temas de droga, mafia ni de terrorismo, ni siquiera venían en busca de los cuchillos del señor Evaristo (no lo he descartado hasta que los he visto alejarse), creo que han sido varias redadas, como resultado de una paliza que le dieron a uno de sus compañeros policía. El miércoles por la noche estuvimos sin luz durante un par de horas y el jueves nos levantamos así, en este edificio no hay quien se aburra.

dilluns, 13 de juliol del 2020

Las cosas por su nombre

No tengo memoria para absolutamente nada, pero es envidiable la que tengo para los nombres de los medicamentos. ¿Si tiene alguna utilidad? Absolutamente ninguna, a no ser que fuera médico o farmacéutica, pero como no es el caso... Además, cogí la manía, de mi madre, de apuntar en rotulador en las cajetillas de los medicamentos para qué sirven, o para qué me han servido a mí, hecho que todavía lo convierte en un acto más inútil.


De hecho, siempre he pensado que los medicamentos deberían llamarse igual que el elemento a tratar. Si es para las verrugas, pues Verruguín; y la Viagra, Aguantamás. Qué ganas de complicarlo todo tanto. Hay que decir las cosas por su nombre.

dissabte, 11 de juliol del 2020

Madre de paletas

Ya llevo 5 semanas con los paletas en casa, que ya cuento como las embarazadas, por semanas, porque esto, definitivamente, tiene que ser más duro que estar embarazada en verano. Tengo la sensación, no de que vayan lentos, de que va marcha atrás la cosa, como los cangrejos, y eso es más grave. Y con lo maniática que soy del orden, pues vivir entre polvo y desorden me está desquiciando un poco. Lo que peor llevo es el nuevo albañil: desde que entra por la puerta que se queja y dice palabrotas, y eso que cuando el otro día me dejó sin luz sin avisar y perdí el trabajo de toda una mañana yo me mordí la lengua, porque ahí le habría partido las piernas, si no fuera que probablemente las necesite para acabar lo que esté haciendo (sospecho que eso le salvó la vida y las extremidades).


Cualquier día me dejan un botecito con sus cepillos de dientes en el baño, total, este en concreto ya me deja la ropa y los zapatos de trabajo donde le da la gana, y yo voy detrás echando desodorante de pies, porque no os cuento a lo que huele (a trabajo duro, sin duda que no: pero bebe todo el tiempo de una botella algun diurético que le hace mear y sudar como un cerdo). Por mucho menos me da a mí que ha muerto gente. Por fortuna, los otros tres están hechos de otra pasta, a pesar de que también los tengo adoptados... sin ir más lejos, antes de salir el otro día le pregunté a uno si ya había meado, y al otro le preparé una bolsa de avellanitas para el camino, porque no me había comido nada en todo el día. Ya os lo digo, igual que un embarazo, pero a mí me han salido 4 paletas ya creciditos.

dijous, 9 de juliol del 2020

En la pelu

Después de cuatro meses, por fin he ido a depilarme, y ya que estaba me he cortado el pelo. Y lo único que me ha dicho la chica es que estaba muy blanca. A ver, que parecía Chewbacca, así que lo de políticamente correcta lo lleva al máximo exponente, es que son tan majas las dos. Yo ha habido un momento que no sabía si iban a peinarme las piernas y a depilarme la cabeza, o a la inversa. Por fortuna, ellas lo han tenido más claro que yo.


Hacía tiempo que el flequillo se me juntaba con la mascarilla, así que de repente se ha abierto ante mí todo un mundo de maravillas, es decir, vuelvo a ver. Aunque como diría un buen amigo mío: para lo que hay que ver. Y yo añadiría oler, pero ese tema ya sabéis que es superior a mí, y con la subida de temperaturas se ve que la higiene ha pasado a ocupar el décimo lugar en el ranking nacional, y el augmento del abuso de colonias al primer lugar (que enmascara, no tapa el olor).

dimarts, 7 de juliol del 2020

El poder de las máquinas

El roncador me ha regalado una secadora, hizo un estudio comparativo, consultó varias fuentes y eligió un modelo que incluso es bonito (porque no siempre lo práctico va acompañado de lo bello). Si es que con este hombre me tocó la lotería, incluso separados sigue cuidándome. Pagó un plus por puesta a punto, que se ve que consiste en enchufarlo y decirte que no tires el embalaje por si te falla en dos días, ahí se acabó todo... bueno, y dejaron la puerta abierta a ver si Gata se escapaba (esa no se va ni que la sobornen, si vive como una reina en esta casa). Y las instrucciones me las dejó en ruso, para facilitarme las cositas.


Eso sí, el día anterior me tuvieron todo el día esperando y a última hora me llama el mismo que a las 10 había dicho que ya venía y me suelta que no lleva mi secadora en el camión, y le contesté que si había huído por el camino, porque si anda secuestrando secadoras puede pasar. ¿Cómo puede desaparecerte del camión un electrodoméstico que pesa unos 40 kilos? Ese señor no ha perdido la cabeza porque la lleva pegada. Para mí que ya era tarde y no les apetecía ir a mi casa, muy trabajadores no eran, no.

diumenge, 5 de juliol del 2020

La curiosidad no mató a Gata

Le he puesto a Gata una puertecita para salir al patio, para que tenga toda la libertad del mundo de entrar y salir cuando quiera. El problema es que es la gata menos imprudente del mundo entero, he conseguido que pase por el agujero si le aguanto la puertecita, pero si tiene que empujarla ella (mira que es perezosa) no hay manera. Es que ni siquiera es impaciente, porque si la dejo un ratillo fuera, se entretiene hasta que le abro de nuevo la portezuela.


He encontrado este gif por Internet, pobrecillo. Mi puerta es como el doble, y Gata la mitad.

No sé cómo lo hace, supongo que con sus sensores del bigote, porque ni tan siquiera apoya el hocico en la puerta que ya decide que no empuja, eso sí, me ve a mí al otro lado y me maúlla, o me busca para que se la abra. Lo he probado con premios y engaños, incluso explicándoselo. Creo que me gana a terca. ¿Es la gata menos curiosa de todo el mundo?

divendres, 3 de juliol del 2020

El olfato nunca descansa

El sentido del olfato nunca descansa, ni siquiera cuando vamos a dormir, así que para los que lo tenemos muy desarrollado (o no atrofiado) es un sinvivir. Suelo pensar que si hay un incendio o un escape de gas seré la primera en detectarlo, ¡menuda responsabilidad, cualquiera despierta a roncador! Igual sería la oportunidad de enviudar. Aunque ahora lo tengo más difícil, es raro que durmamos en la misma casa y, a pesar de ello, algunas siestas han caído.


Por fin he conseguido, bajo intervención de la OCU (me he hecho ferviente seguidora, los tengo por unos dioses), que vengan a arreglarme el bajante de la comunidad que pasa por mi casa. Llevan tres días y el hedor es insoportable (el calor no ayuda, y en febrero todo hubiera sido más fácil). El caso es que he leído un estudio -norteamericano, por supuesto, esta gente siempre hace estudios rarísimos- en el que afirman que no solo seguimos oliendo mientras dormimos, resulta que un olor desagradable podría provocar pesadillas y un aroma agradable sueños maravillosos. ¡Es que ni descansar a gusto me dejan estos de la comunidad!
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