dijous, 28 de setembre del 2017

Cosas inevitables

Hay cosas que no puedo evitar, como sonreír cuando alguien me mira, no importa que sea un funeral o lo peor del mundo, tengo que hacerlo, parece que me vaya la vida en ello; mirar hacia arriba todo el tiempo, hacia lo alto de los edificios, algo que obliga al resto del mundo a mirar también, como si hubiera algo interesante, y noto que la gente luego me juzga por mirar a la nada. En mi defensa diré que en esos devaneos entre mirar y no mirar, descubro edificios increíbles, que de otro modo se me pasarían.


También me pasa todo lo contrario, a veces pienso que tengo las emociones del revés. Cuando me hago daño o siento mucho dolor por algo, me da por reír, así que el resultado es que nunca me toman en serio cuando voy a urgencias. Por ello, suelo poner en duda las personas que expresan mucho a través de los gestos, porque sé que no todos lo hacemos del mismo modo.

2 comentaris:

  1. Nada es tan sencillo y tan agradable como una sonrisa, sea de un conocido o desconocido. Creo que, tristement, se sonríe poco y se mira mucho al suelo, o al móvil. Yo también soy de mirar al cielo, a las nubes, los edificios (que los hay increíbles), y a los ojos de las personas.
    Besos!

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  2. Lo de mirar la pasa a mi madre y, como dices, descubre aspectos que se nos pasan a los demás. El tema de las emociones y el lenguaje no verbal es muy complejo, pero sin duda y pese a excepciones, hay bastantes gestos compartidos.
    Un besito.

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