dissabte, 21 de gener del 2017

Poco tacto

Hay gente que ha nacido con el tacto intacto, o carente de él. Sin ir más lejos, hoy me estaba acordando de una vez que fuimos al ginecólogo cuando era jovencita, igual tenía 18 años. Íbamos a menudo porque tuve la gran suerte de que mi primera menstruación no fuera hasta la mayoría de edad y, además, tuve varios diagnósticos peculiares, así que me miraban a menudo mis partes púdicas. No es que tenga nada en contra de la medicina pública, todo lo contrario, estoy contentísima con ella, pero en lo referente a ginecología al final opté por la mutua, porque las listas de espera eran terribles e iba sobremedicada (algo que no me gusta nada). 


En fin, os digo esto porque iba a un hospital universitario, así que a menudo, sin previo aviso, entraba un conjunto de seres con bata blanca, un poco mayores que yo, a verme espatarrada y a los que se les contaba mi caso, sin tener en cuenta mi persona, mi corta edad, ni que me sintiera como un mono de feria. Pero ese día, en el que fui con mi madre a la consulta del médico a hacerme una prueba, fue el definitivo: la enfermera me llamó al pasillo y me hizo un montón de preguntas íntimas, poco propias del lugar donde estábamos, tan público y cercano al oído de todos, y la descuidada mujer me preguntó si ya había tenido relaciones sexuales (con mi madre de pie detrás de mí) a lo que respondí la verdad, no sin poner cara de póquer; al cabo de unos segundos, vi cómo modificaba su expresión, había visto la luz y me preguntó quién era la señora que tenía detrás... Mi madre, que siempre ha sido muy prudente, me comentó luego si lo que me había estado preguntando era si todavía tenía la regla (es tan educada, a veces parece inglesa).

5 comentaris:

  1. Qué arte tiene tu madre, y qué impresentable la enfermera.
    Un besazo!

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  2. Tenía muchas luces la enfermera, sí... Menos mal que tu madre es más discreta. Jajajaja. Besotes!!!

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  3. Qué historia tan total, jaja, lo mejor la flema británica de tu madre! :D

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  4. ciertas preguntas pueden ser relevantes para el historial y para elaborar un diagnóstico en un momento dado. pero deben hacerse en privado y a puerta cerrada, por favor... :O tu madre tuvo mucho saber estar.

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  5. Sí, algunos tienen el tacto donde no les alumbra el sol.
    Yo recuerdo estar en la mesa de quirófano, despierta, mientras me hacían una biopsia muscular, entrar un médico que allí no pintaba nada, y cuando preguntó qué tal estábamos, se me ocurrió contestar, como manda la educación, y me miraron todos hasta mal, como si fuera un trozo de carne que no entra en la conversación. Me dieron mucho asco y mucha pena tanto a nivel humano como profesional.
    Besos!

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