A mi marido se le va un montón la olla y de buena mañana me ha soltado que una de nuestras gatas tiene la mirada (o sea, viene a ser la reencarnación) de Salvador Dalí; y, por supuesto, la otra, de su mujer, Gala. Desde luego, está claro que tenemos que dormir más horas, porque este hombre desvaría.
Afirma que como Dalí era un poco alocado el karma se le ha girado y ahora es una gata; aunque yo creo que le hubiera encantado reencarnarse en gata negra. Peor lo tiene la otra, porque Gala era un poco bizquita...
A mí, por si acaso fuera cierto (todos sabemos que no), se me antoja regalarle un par de pinceles y pinturas, la voy a poner a jornada completa a pintar lienzos. Nunca se sabe, igual tenemos un difunto artista en casa y nos quita las castañas del fuego. Aunque, con lo polémico que era, casi mejor nos quedamos con la gata tal como es. Voy a fijarme en cómo lleva los bigotes, creo que sería una característica muy sintomática.
Desde luego lo de los bigotes es una gran pista a seguir. ¡Mira que si los pones a pintar y posar, respectivamente, y os hacen ricos! ;)
ResponEliminaBESOS!
Jajajaja iba a decir lo mismo que Gadirroja, que mirases los bigotes jajaj
ResponEliminaUn besito!! :3
No eches la idea en saco roto, mi tía abuela se reencarnó en pavo real. Saltos y brincos
ResponEliminaJajajjaja lo que me río con tus post!!
ResponEliminaBesos
Jajajajaja. Pues los míos no tienen pinta de ser reencarnaciones de nadie. Bueno, Munchkin podría ser la reencarnación de Atila, ahora que lo pienso. Jajajaja. Besotes!!!
ResponEliminaQue bueno estaria que os pintara cuadros!!besos
ResponEliminaoye, quién sabe? tener en tu casa a dalí reencarnado es un honor!! ;)
ResponEliminaHola: tienes razón con lo de darle un par de pinceles ... nunca se sabe... Seguimos en contacto
ResponEliminaOye ponle un pincel a ver si te hace algo interesante!
ResponElimina