En todo caso, lo aprendí todo bien, aunque creo que no presté demasiada atención a lo del marido adinerado y creo que ella tampoco lo hizo cuando su madre la adoctrinó, que acabó con un bohemio soñador.
Eso sí, mi pareja sabe cocinar y me quiere por mis grandes defectos, entre ellos, no acercarme a la cocina. O sea, que nos compenetramos muy bien. Nunca he sido demasiado romántica, ni creo en las mariposillas en el estómago (venga ya, quién se lo cree), pero sí en el trabajo que hacemos cada día, escuchando y aceptando al otro.
Qué bonito! Al fin y al cabo, las mariposas se terminan yendo, lo que cuenta es como dices, la aceptación y el cariño. BESOS!
ResponEliminaY compartir ideas y proyectos de vida; es esencial para que la pareja funcione.
ResponEliminaBss y buen finde :)
Menos mal que cada cual tiene su pareja perfecta. Que sino te habías buscado un montón de enemigas, con serias intenciones de hacer lo que fuese por robarte el mozo.
ResponEliminaBesos
¡Tu serás feliz!En el amor hay que compartir, no pedir. Saltos y brincos
ResponEliminaEsa es la clave :) enhorabuena.
ResponEliminaQue bonito lo que dices, porque es lo esencial de las relaciones.
ResponEliminaMi madre siempre me lo decía: Tienes que labrarte un futuro para nunca depender de nadie. Cuanta razón tienen las madres!!!
Besitoa!
Amar los defectos ajenos, reirse los dos cuando afloran, dejar al roncador en paz cuando se enfrenta a la imposible química de los platos, nena tú vales mucho...Pero de que las mariposas habitan en mí estómago...de eso estoy seguro...y de que el corazón, puede atronar el silencio como un tambor...también...
ResponEliminaLa comunicación es la base fundamental en una pareja hace que el compartir la vida se mire desde otro punto de vista, pero lo de las mariposas tambien es bello cuando nacen de un sentimiento puro y hermoso.
ResponEliminaBesos
Todo hay que tenerlo en cuenta.
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