Evidentemente, esa no es la realidad, pero es que para eso están las películas. Ni yo soy Audrey Hepburn ni mi casa tiene calefacción para irse jugando el tipo e ir sin camisa, que el roncador es propenso a pillar todos los virus que hay en el mercado.
En realidad, a mí lo que más me gustan son los diamantes, aunque me conformo con alguna circonita y, sobre todo, con el cruasán; qué le vamos a hacer, soy de fácil contentar.
jajaja Dí que sí, sobre todo con el croissant, las prioridades son lo más importante ;)BESOS!
ResponEliminaQué diamantes, ni circonitas ni leches! Un buen croissant, hombre! xD xD
ResponEliminaBss
sin diamantes vivies, sin croissant también, pero peor y es mucha más accesible :)
ResponEliminayo prefiero un croissant con nocilla que un diamante :) aunque si me traen el desayuno a la cama me conformo con una tostadita!
ResponEliminaa mí desde pequeño me hace ilusión desayunar un café con leche y un croissant, porque es el desayuno de superlópez. un gag recurrente en sus historietas es que está tan dormido que pide un café con leche y un croissant en la taquilla del metro, en el kiosco de periódicos...
ResponEliminai perque no tot , diamant i croisant amb nocilla , per demanar que no quedi, despres ja es veura el que pot ser , somiar no costa res .
ResponEliminaroser
Yo hace tiempo que no compro ¿cómo va el kilo de diamantes?
ResponEliminaHola guapetona...ya veo que tú por pedir no te quedas...¡¡¡jajajaja!!! que si chico macizorro, que si croissant, que si diamantes...pero ¿todavía no te has enterado que estamos en crisis ? así que lo de los diamantes lo dejaría para la carta a los Reyes Magos...por aquello de la magia.
ResponEliminaBesos