Como si yo tuviera una profesión bien definida, a mi edad y todavía en la universidad. Hace unos días el roncador me preguntó qué quería ser de mayor, y no me sorprende, porque con los años he ido cambiando de profesión, todo en un recorrido lógico, digamos que no he pasado de ser futbolista a médico (aunque esto segundo me lo he planteado, y lo que le costó al roncador sacármelo de la cabeza; para lo primero tendría que ser menos patosa).
Es que cuando era pequeña, muy pequeñita, sabía perfectamente qué quería ser, así que supongo que en la edad adulta me toca titubear y experimentar. Igual soy como Brad Pitt en esa peli en la que nacía viejo e iba rejuveneciéndose con los años: El curioso caso de Benjamin Button.
Pues algo así debe ser: mi caso es el típico al revés, de pequeña quería ser peluquera, maestra o astronauta. Esta claro que parte de los dos primeros campos los tengo cubiertos pero para el último, me falta mucha física jajaja
ResponEliminaBESOS!
Yo todavía no sé qué quiero ser de mayor, tampoco. ¿Será cosa de nuestra generación? Jajaja. Besotes!!!!
ResponEliminaestudiar una ingeniería la mayoría de las veces te lleva a trabajar en una oficina, que es el trabajo más indefinido que hay. en otras profesiones, está claro tu cometido: para un médico, cuidar enfermos; para un abogado, ir a juicios; para un profesor, dar clases;... pero eso de estar en una oficina aguantando a un jefe que te manda trabajos absurdos, informes y cruces de bases de datos que no van a ninguna parte... nunca lo he visto claro.
ResponEliminaEs dificil saber que quiere ser uno con la situacion que tenemos!!hay que cambiar segun viene el aire, adaptandose!!un beso
ResponEliminaLa mayoría de los contadores que conozco son buenos cuentistas :) Saludo.
ResponEliminaYo de mayor quiero ser yo. Y si puede ser, ahora también
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