dimecres, 18 de març del 2015

Mochilas

A ver, todos hemos sido críos, llevábamos las mochilas a reventar (la mía sigue a petar), pero había cierto glamour en el tema, éramos fuertes y nos destrozábamos la espalda por amor al arte y al aprendizaje, no esas horribles mochilas con ruedas que se llevan ahora, que además me parecen de lo más incómodo, porque los niños las arrastran a una altura muy rara (bueno, que no soy osteópata, no sé yo).

Lo peor, es que luego ves a los abuelos con el carrito, porque seamos sinceros, a la que salen del cole, cogen el bocadillo y la mochila se queda ahí, a la espera de que algún pariente la recoja. Eso mi madre lo tenía superclaro, formaba parte de mi educación saber que el que carga la mochila, luego la lleva, así que siempre iba con lo justo al cole. 


Total, que tenemos un montón de personas mayores en traumatología porque llevan las mochilas con ruedecillas de sus nietos (y hablo de abuelos porque es lo que más se ve en las puertas de los colegios). Por favor, señores diseñadores de mochilas, hagan algo por esta pobre gente.

6 comentaris:

  1. Lo de las ruedecitas salió para, supuestamente, evitar lesiones y no sé por donde leí que también las causa, pero de hombros y cadera en lugar de espalda. Al final como siempre, todo queda en vender algo. Imagino que la solución estaría en tener menos libros de texto y tirar de otros recursos, pero ahí estamos aún bastante oxidados, para qué negarlo.
    Un besazo!

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  2. Yo nunca entenderé porque no se populariza y fomenta el uso de taquillas en los colegios de nuestro país, así habría que llevar a casa lo mínimo. Recuerdo el tormento en mis últimos años de colegio, que había días que tenía que cargar con media casa y llegaba al cole que ni que hubiese corrido una maratón.

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  3. Esas mochilas no son las peores ni las que hacen más daño.

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  4. No te doy la razón porque ya la tienes. Saltos y brincos

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  5. Yo recuerdo mis épocas de ir por la vida en plan sherpa con la mochila y ahora me pregunto si eso tendrá que ver con mis actuales dolencias de espalda. Lo ideal sería que no les pusieran deberes para casa y así no tendrían que andar llevando y trayendo las cosas. Un besote!!!!

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  6. mi padre se cogía unos cabreos tremendos cuando me veía cargando con la mochila llena de libros y cuadernos, y no había manera de hacerle entender que no era cosa mía, que todos los compañeros hacían lo mismo porque estaba montado así...

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