Lo más grave de ir al dentista es saber que te va a doler, te va a costar mucho dinero y, lo peor de todo, que las revistas de la sala de estar (en la que vas a estar un buen rato) son del año de María Castaña.
A ver, que con lo que cobran ya podrían renovar alguna suscripción y no de las horribles revistas del corazón, a mí me gustaría encontrar alguna de viajes o del estilo, que me hagan soñar y olvidar que estoy allí, esperando a ser torturada.
Ya que ha salido la frase, en tiempos de Maricastañas y sus variables viene de una señora que existió realmente, María Castaña vivió en el siglo XIV, se ve que inició una protesta contra los tributos abusivos que cobraba el Obispado y, por tanto, la Corona de Castilla. Bueno, pues parece que no han cambiado tanto los tiempos a pesar de los siglos: ni unos ni otros.
Pues sí que tiene años la historia de la señora!!
ResponEliminaUn besazo!
yo tengo que ir al dentista un día de estos. quizá aprovechando que es navidad y tengo más tiempo...
ResponEliminasí, hay muchas expresiones para referirse a un tiempo muy pasado: el año la pera, el año catapún...
¿Qué me dices? Existió María Castaña?? Jajaja, no tenía ni idea! Adoro esta sección de los domingos!
ResponEliminaFeliz día♥
María {La cajita de música}
Juas! Pues si que es anacrónica. Yo tengo una visita pendiente al dentista pero siempre lo dejo pasar: no es por el dinero, es por puro miedo. Las pocas veces que he ido, lo he pasado muy mal. Mis dientes son muy sensible... juas!!
ResponEliminajajajaja lo de las consultas y las revistas pasadas es algo universal, y la verdad es que dan agoníaaaaaa!!!! Muy bueno lo de mari castaña :)))))
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