Eso sí, a correr porque se me escapa el autobús no me gana nadie, y eso es el mejor deporte diario del mundo, creo que ya debo de llevar como los 200 metros lisos. La dietista no opina lo mismo, pero es que ella va en coche, no es capaz de entender los sprints que me pego.
dilluns, 8 de desembre del 2014
Lo imposible
De más jovencita (habló la viejita) mi asignatura más odiada, sin duda, era gimnasia. Es que nunca he entendido esa obsesión por correr sin ningún motivo dando vueltas o tener que colgarme de una portería para demostrar la fuerza de mis brazos (que no hay, que nunca la habrá ni la hubo).
Es que siempre he pensado que hay profesores de gimnasia a los que se les va un poco la olla, hay que tener en cuenta la evolución y las ganas que le pone una, porque el cuerpo es el que es. Lo que más odiaba era el potro, me parece humanamente imposible espatarrarse allí arriba (aunque en este caso creo que es mi mente la que lo hace imposible).
Eso sí, a correr porque se me escapa el autobús no me gana nadie, y eso es el mejor deporte diario del mundo, creo que ya debo de llevar como los 200 metros lisos. La dietista no opina lo mismo, pero es que ella va en coche, no es capaz de entender los sprints que me pego.
Eso sí, a correr porque se me escapa el autobús no me gana nadie, y eso es el mejor deporte diario del mundo, creo que ya debo de llevar como los 200 metros lisos. La dietista no opina lo mismo, pero es que ella va en coche, no es capaz de entender los sprints que me pego.
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¿Y esos profesores de Plástica emperrados en que seas Monet? ¿Y los de Tecnología que quieren alumnos Gaudí? Jajaja
ResponEliminaUn besazo!
me alegra saber que no soy el único incapaz de saltar el potro...
ResponEliminala asignatura de educación física crea diferencias entre los alumnos, porque ser un 'pato' para los deportes puede despertar las burlas de los compañeros.
A mí no me gustaba nada tampoco. Hacía danza de pequeña y eso sí me gustaba pero lo de intentar que no me quitaran un balón para meterlo en un aro y demás cosas como que no iba conmigo. El potro no se me daba mal porque tenía mucha flexibilidad pero no le encontraba la gracia. Además, mi profe de gimnasia era lo más parecido a un sargento. Jajaja. Besotes!!!
ResponEliminaLos profesores que tenia yo de gimnasia nos preparaban como si nos fueramos a dedicar a ser atletas y se supone que estabamos preparandonos para ir a la universidad no se entiende!!besos
ResponEliminaUy, yo lo que odiaba eran las malditas matemáticas, y esa obsesión por inventar retorcidas fórmulas de aplicación -10.000 en la vida real. El potro al principio me daba miedo, pero cuando conseguí saltarlo, hasta me excitaba y todo. La gimnasia era la asignatura más divertida y saludable de todas. Yo también soy sprinter de autobús. No me creerás, pero el otro día incluso encontré un autobusero amable, que al ver mi sprint, infringió la ley y se paró cuando ya había salido de la parada, para premiar mi esfuerzo abriéndome la puerta. Muy fan de su humanidad y empatía
ResponEliminajajaja, también era mi asignatura más odiada.... Qué liberación cuando pude dejar de "aprenderla"!!!
ResponEliminaFeliz día♥
María {La cajita de música}