Estoy afónica, ya hace unos cuantos días, y me doy cuenta de lo maravilloso que es que la gente, por empatía o por lo que sea, module su tono de voz al mío. Se producen tantos silencios y momentos suaves que mis oídos están felices.
Es que a veces la gente habla por hablar, como en los ascensores, que parece que nos den dinero por hablar y no cuesta nada estar en silencio. ¿Para qué hablar del tiempo cuando mi cerebro ya tiene sus propios pensamientos y son mucho más interesantes? Sobre todo ahora, porque no hay mucho que decir: sencillamente, llueve.
Ahora, todo el mundo me mira risueño, me susurran cosas y me ayudan en todo lo que pueden. No sé, la gente me parece más amable. Por mí, como si me quedo así, mi voz ahora tiene un punto elegante, entre mafiosa y mujer de mundo (que no guarrilla, ¡eh!). Lo llaman voz aterciopelada, aunque en mi barrio es voz cazallera.
Jajaja Justo la voz que se me queda las pocas veces que salgo de fiesta. Yo le llamo "mi voz Chabela Vargas" ;)
ResponEliminaUn besazo!
Jajajaja. Yo detesto estar afónica. no soy capaz de encontrarle lo sexy. Jajajaja Besotes!!!!
ResponEliminaa mí me abruma un poco la gente que habla demasiado alto...
ResponEliminaah, y luego los españoles tenemos fama de hablar muy alto, pero alguna vez que he estado en cibercafés, hay gente de otros países, no sé si marroquíes o de dónde, que hablan por teléfono y pegan unas voces que se les oye en toda la calle. quizá esa impresión la damos nosotros a la gente del norte de europa...
ResponEliminaNo me alegro de tu afonía pero te diré que a mí me gustan las voces aguardentosas en según qué mujeres, las hace más interesantes.
ResponEliminaOh linda, cuidate mucho nena!!
ResponEliminaToma liquidos a temperatura ambiente, no frio, ni caliente, no te extreses, volvera la voz.
Cuidate nena