Periódicamente recibo un mail en el que tengo la gran fortuna de haber ganado o de tener la posibilidad de comprar (no me queda claro) una dieta increíble para adelgazar, ¿eso lo sabrá mi dietista? A mí me parece competencia desleal, lo que pasa es que no saben que a mí me agobia mucho achuche con lo de la dieta, así que tanto mail me ofusca y me entran ganas de comer patatas fritas, con alioli, por supuesto.
Por cierto, ¿cuándo sabe una que ya no tiene que volver a la dietista? Quiero decir, ¿es una relación de por vida como con la peluquera y la esteticista o puede ser intermitente? El caso es que me cae bien, pero ya últimamente estoy desmotivada, porque con tanto mantenimiento no bajo ni subo quilos, y es muy aburrido. En resumen, ¿le doy la patada o seguimos un tiempito para ver cómo evoluciona la relación?
Mira, yo creo que era más feliz cuando estaba más entradita en carnes y no me preocupaba para nada meterme una pizza entre pecho y espalda... si no fuera porque se me ha quedado un tipín... (¡eh, que estoy casada! No se aceptan ofertas. Es que me vendo tan bien).
Eso es algo que tienes que ver tú. Si ya sabes mantenerte, y no te interesa seguir bajando de peso, hasta que vuelvas a necesitarla. Si aún quieres bajar, plantéaselo. Y si te da todo lo mismo, invítala a unas cañas para despediros.
ResponEliminaBesos
dale un tiempo, ir dando bandazos de una dieta a otra no puede ser bueno...
ResponEliminaen cualquier caso, seguro que estás estupenda! ;)
Supongo que uno sabe cuándo está listo para romper esa relación. Porque si le preguntas a ella, seguro que te va a decir que sigas yendo, claro. Jajajaja. Besotes!!!
ResponEliminaEs un tema muy tuyo el de dejar la dietista, si te sientes cómoda como estas.... rompe la relación, de otro modo piensa cuando poner el límite tú y tú.... besos
ResponEliminasi tu te ves bien prueba de dejarla, total siempre puedes volver, no?
ResponElimina