Fumando espero

Últimamente me ha dado por ver las series en versión original y ya estoy empezando a soñar en inglés y con subtítulos (es que a veces soy muy mimética). Esto de los sueños es bien curioso: desde que dejé de fumar, suelo tener un sueño recurrente en el que voy vestida al estilo Gilda, todo en blanco y negro y me hago un hartón de fumar cigarrillos largos y elegantes. Yo no sé si es una buena terapia, pero suelo despertarme de un relajado inusual.

Tengo el convencimiento de que jamás volveré a fumar, y ya sé que dicen que no se puede decir nunca, porque desconozco el futuro; pero recuerdo esos días como algo terrible, en los que debí de pelearme verbalmente con una media del 90% de la población que me rodeaba (el 10% restante es el típico no sabe/no contesta, pero en versión no me atrevo/o igual me pega).

Eso sí, debo de ser una de las exfumadoras más odiadas, porque todo el mundo, cuando te cuenta su experiencia, dice que engordó. Yo perdí algunos quilos (el secreto: cada vez que me apetecía, bebía agua, entre mear y beber me sobraba poco tiempo para vicios).