Tengo una memoria de 5 segundos, literal: cuentas hasta cinco y ya está, mi idea se ha convertido en humo y nunca más soy capaz de recordarla. Por ello, no puedo decir una mentira, no porque no quiera, es porque siempre me pillan, se me va de la cabeza en cuanto la digo y no podría sostenerla.
No soporto las mentiras, no llevan a ninguna parte. Aunque, entre nosotros, me encanta que el roncador me suelte alguna mentirijilla, del estilo "cada día estás más guapa"; a pesar de saber que no es cierto, se lo perdono plácida y cariñosamente. En el fondo, es la intención lo que cuenta. Lo que me puede es mentir por omisión, ¡que no decir las cosas es terrible!
Pues sí, mi memoria es un desastre. Mi madre, de jovencita, me compró unas pastillas, a ver si me ayudaban en el estudio, se llamaban Katovit, creo que las retiraron del mercado porque colocaban un poco. Así me iba a mí, que tenía una creatividad desbordante. Por fortuna, me dio por estudiar literatura y ya me iba bien; aunque probablemente olvidaría tomarlas más de una vez. Ya os lo digo, 5 segundos.
jajaja Me parto con lo de las pastillas! Mujer, a mi las mentiras del tipo roncador también me gustan, a quién no!
ResponEliminaBESOS!
Yo soy el caso contrario: tengo memoria de elefante! xD Me acuerdo de todo :P
ResponEliminaMe recomendaron Kativit para los exámenes y tuve que dejarlo por que me provocaba somnolencia! Y en lugar de estudiar, me dormía! xD xD
Bss
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Pues como yo, no miento porque no tengo memoria. Y es divertido cuando quiero contar algo, doy pistas porque no recuerdo el nombre del autor, o el político que ha dicho otra sandez, mi familia se lo pasan pipa...y yo también.
ResponEliminaAbrazos
Jajaja, pues espera a ser madre, entonces te asegudo que nunca más volverás a concoer que es la memoria, ni cinco segundos.
ResponEliminaya te digo!!
Eliminahay gente que miente en cosas en las que no tiene sentido mentir. una chica de mi universidad que estaba entre 2º y 3º, un día me decía que sólo le quedaba de 2º la asignatura A; otro día me decía que también le quedaba la asignatura B; y otro día me contaba que venía de hacer el examen final de febrero de la asignatura C. para mentir hay que tener buena memoria, ésa es otra.
ResponEliminaJajajaja, Katovit!! que recuerdos!! Yo también las tomaba, hasta que mis padres se dieron cuenta de que iba como una moto y me subía por las paredes.
ResponEliminaMi memoria es bastante selectiva, a lo mejor recuerdo detalles insignificantes de hace mucho tiempo, pero por otro lado me cuesta recordar cosas más recientes... vete tú a saber porqué!
Muaa!
yo creo que hay gente que necesita mentir para ser feliz
ResponEliminaJajajaja yo la verdad que sí tengo buena memoria, aunque para solo retener 5 segundos te acuerdas bien de esas pastillas xD
ResponEliminaA mí es que me encanta escupir las verdades a la cara.
ResponEliminaYo no estoy tan en contra de las mentiras, creo que a veces son necesarias, sobre todo las de omisión, pero a esta conclusión una llega con la edad, antes no pensaba así.
ResponEliminaYo también odio las mentiras! besos
ResponElimina¡Katovit! Que recuerdos tienes, parece que sufrimos de un coincidente mal, sólo recuerdas aquello que de verdad implicó tus emociones, memoria selectiva de esa que ayuda a ser feliz...Enhorabuena...
ResponEliminaYo también tomaba katovit para estudiar! y si, definitivamente colocaban un poco... menudas fiestas con los pastillones naranjas en época de exámenes!jejeje
ResponEliminabesos