La frase de hoy fecha del siglo XVI y parece mentira, pero sigue al uso totalmente: armarse la marimorena es sinónimo de algarabía y de un gran alboroto o de pelea.
Había una tabernera en Madrid que se llamaba María Morena, tal vez porque era el apellido o quizás como mote, de ahí la marimorena. Por lo que he averiguado, esta mujer y su señor marido tuvieron problemas judiciales por no querer servir vino a unos soldados y, por lo que cuentan, esta buena mujer repartió más leña que nadie.
Lo más curioso es que, ahora que estamos en época de villancicos, en algunos se nombra a la Virgen María con ese mismo apelativo (recuérdese: ande, ande, ande, la marimorena). Pero, en realidad, no tiene que ver una cosa con la otra.
Pues me ha parecido muy divertido conocer mejor a esta señora, debía ser de armas tomar! jajaja
ResponEliminaBESOS!
Me encanta la primera foto que nos has puesto. Fan total de Harry Potter.
ResponEliminaBesos.
me ha gustado esa historia, una mujer con carácter esa mari morena! :D
ResponEliminaVamos, que la Marimorena se las traía, por lo que veo. Ahora que lo pienso tenía yo una amiga llamada María, que era morena y se las traía también aunque nunca la vi pegándole a nadie. Jajaja. Besotes!!!
ResponEliminaLo mismo se refieren a una virgen María morena, vete tú a saber...
ResponEliminaYo creía que se referían a la misma María.
ResponEliminaTenía caracter la señora!! Jijiji...
ResponElimina(Pues yo creo que lo curioso es encontrar a una María rubia... por estos lares abundan las morenas y castañas)
Qué cosas! No tenía ni idea! Me encata esta sección ;)
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