Ayer, después de hablaros de la ventolera que tenemos últimamente en el pueblo, me acordé de un amigo nuestro, un calvo frustrado, porque al contrario del roncador, que luce bola de billar y le sienta estupendamente, este compañero no aceptaba su problema capilar, así que llevaba en un lado una larga mata de pelo que peinaba hacia el lado contrario, de modo que tapaba los lugares en los que escaseaba el pelo.
He de decir que era mayor que nosotros y que se notaba un montón, pero le hacía feliz y no nos metíamos demasiado con él. Lo mejor era cuando venía una gran ráfaga de viento y lo veías sudar, se agarraba el pelo desesperadamente y gritaba: ahí viene, la pedraá.
Así que lo llamábamos Pedraá, claro está, porque era tan gracioso ver cómo maldecía al viento o a cualquier fenómeno que le moviera un solo pelo.
jajaj muy bueno, yo también he conocido alguno así
ResponEliminaCreo que comparte estilismo con Anasagasti.
ResponEliminaBesos!
Jajajaja. Qué grima me da cuando la gente hace eso... Pero bueno, si le hacía feliz, nada que objetar. Un besote!!!!
ResponEliminaJAJAJAJA =))))) Creo que todos conocemos algún caso de esos, pero bueno si les gusta lo que dices, que sean felices!
ResponEliminaa eso se le llama 'hacerse la ensaimada'. como diría mi abuela, si eres calvo es mejor llevarlo dignamente.
ResponEliminaJaja que bueno seria ver la escena!!besos
ResponEliminaJajaja Nunca entenderé a la gente que hace eso... como han dicho por ahí, digno, digno...no queda.
ResponEliminaUn besazo!