A menudo, en nuestro patio, se reproduce la famosa escena de American Beauty: me refiero a la bolsa voladora, no a una chica desnuda a la que le caen pétalos (o cobraríamos entrada). Se forman remolinos e incluso las macetas van de un lado a otro. Luego se nos mueren las plantas y no sabemos de qué.
De todos modos, merece la pena; cuando luce el sol, todos nos lanzamos a la playa a pasear y a disfrutar del horizonte.
Qué bonito ese final! Este año, de todas formas, no sé qué pasa con el viento...donde vivo yo no es ventoso y tenemos cada vendaval increíble.
ResponEliminaUn besazo!
Es lo bueno que tiene el mediterraneo... yo siempre me estoy quejando del aire pero cuando empieza el buen tiempo a nada que luzca el sol ya estoy en la arena como una lagartijilla... jejejeje
ResponEliminaUn remolino de macetas...Chica, eso grábalo, que tiene premio en cine alternativo seguro!
ResponEliminaBesos.
Siempre me das grandes ideas, voy a triunfar en todos los festivales de cine.
EliminaYo he llegado a ver cómo en un mismo pueblo en un sitio llovía a cántaros y en otro no. El tiempo es algo fascinante, oye. Jajajaja. Besotes!!!!
ResponEliminaeso me ha hecho recordar una historieta de zipi y zape en la que había un 'chubasco de distribución irregular': llovía sólo en el metro cuadrado donde estaban ellos y cosas así.
ResponEliminaVentolera pero de las fuertes es la que me ha dado a mí, que te debo un correo desde el año de la polca... Perdona, corazón, llevo una rachita de locura, en cuanto saque un rato miro tranquilamente lo de tu proyecto y te respondo, ¿okis?
ResponEliminaTranquila, mujer, que todas vamos agobiadas, lo entiendo perfectamente.
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