No sé qué pensaba que me haría, pero evidentemente, tendrá que tocarme para poder hacer algo... pobrecillo, el segundo día me miró con miedo. Acababa de tomarme la medicación, así que un poco más y me quedo frita. No es que me haga mucho, pero empieza a gustarme que me toque, salí de ahí con dolor, pero de un relajado... O sea, mi quiropráctico viene a ser un masajista.
Y pensar que hay gente que paga para que le den abrazos...
Jajaja Nunca he ido a que me den masajes pero creo que me molaría, y mucho.
ResponEliminaBESOS!
Yo nunca he ido a uno!
ResponEliminaBesos
Te dejan nueva!!!! muy aconsejables, cariños
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