Por fin es sábado y, como no, a poner lavadoras, y no es algo que me guste especialmente. Bueno, a ver, si tengo que elegir entre las cosas que hacer en casa, pues me lo pido lo primero, porque planchar me mata y más todavía en esta época del año. De todos modos, lo que peor llevo es el baño.
En realidad, por ello contratamos a Jackie (nombre inventado para preservar su anonimato), porque somos unos vagos y en cuanto llega el fin de semana lo que menos nos apetece es ponernos a limpiar. En resumen, con ella llegó la felicidad a esta casa.
Por ello, supongo que me quejo tanto cuando pongo lavadoras, porque al fin y al cabo es la única cosa que me queda... y cocinar, claro está.
En mi caso desde luego es el dinero mejor gastado..
ResponEliminaRecuerdo que antes, hace unos años, hipotecaba todos los domingos para planchar.. y efectivamente en casa también llego la felicidad con "Jackie".
Besos.
Con mi nuevo estatus de desempleada, desapareció mi jackie! Y es lo único que hecho de menos de cuando trabajaba jaja
ResponEliminaUn beso
A mí marido le relaja ponerse a limpiar un sabadito por la mañana mientras yo paseo perros o hago cualquier mandado, vivir para ver! También cocina y luego te deja la cocina niquelada. Pone lavadoras, las tiende y las recoge pero la plancha me la deja a mí. No me gusta planchar pero no me quejo, para una cosa que me toca hacer...
ResponEliminacuando una casa está limpia, a veces no valoramos el trabajo que hay detrás...
ResponEliminaYo quiero una Jackie para mi!! Seguro que también sería más feliz, porque detesto quitar el polvo y limpiar baños.
ResponEliminaBesos
Es de las cosas que más me gusta : poner lavadoras.
ResponElimina