Hace tanto que no salimos de fiesta que el otro día, muertos de calor, salimos a pasear sobre las 10 de la noche y me sentí como si estuviéramos quebrantando alguna ley parental o algo parecido. El caso es que había muchísimo movimiento en la calle, probablemente motivado por lo mismo que nos movió a nosotros, el sofoco.
Me entraron ganas de bailar y todo, de la emoción, sentí que había rejuvenecido como 10 años, hasta que me di cuenta de que la media de edad que transitaba por el paseo era la mía o superior, eso me bajó los humos.
Hey, que en la vejez también hay ciertos placeres, como la deshinibición.
Acostumbrados a irnos a dormir habitualmente antes que los niños, en vacaciones se nos hace raro e intentamos alargar el día tanto como podemos, luego por las mañanas, como madrugadores habituados, no hay quién duerma más, así que llevamos unos días que aparentamos más cansancio del que realmente llevamos. Decididamente, nos hacemos viejos.
en vacaciones, lo ideal es acostarte cuando tengas sueño y levantarte cuando te despiertes...
ResponEliminaCon el jet-lag que arrastro, yo ya no sé si madrugo, si trasnocho, o qué narices estoy haciendo con mi vida... Un besote!!!
ResponEliminaJajaja Donde noto yo los años es precisamente ahí :las pocas noches en que puedo irme con Manolo de picos pardos.... O mejor dicho, a los días que les siguen porque ya, con uno no nos basta parq recuperarnos.
ResponEliminaBesos!!
Jarl, eso mismo venía hablando esta tarde con mi churri porque sus padres, que por cierto rondan los 70, salen mucho más que nosotros... Vaya, que no se pierden una (¡¡¡!!!). O sea, que el problema no es hacerse "viejo", es más bien hacerse carca jajaja.
ResponEliminaSi fuera por mi, viviría sólo de noche. Adoro la vida nocturna, y mi estado mental mucho más abierto y creativo que en las abominables mañanas de zombie
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