En mi casa, o sea, en mi familia, heredamos una enorme napia, producto de generaciones y de mezclas, cuyo resultado es aterrador. Alguno de nosotros escribió Érase una vez un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa... ¡No, que fue Quevedo! Pero seguro que se inspiró en alguien de mi familia.
Por fortuna, el roncador tiene una naricita bien bonita y tal vez rompamos con la maldición familiar, o mis genes predominantes harán de las suyas, vete a saber. Porque a mí lo de las leyes de Mendel me da algo de risa, que mi abuela era rubia y de ojos azules y lo único que me ha llegado es esa blancura de piel tono talco, porque en el resto... a lo española y común: ojos marrones y morena. ¡Que incluso mi madre tiene los ojos verdes!
Ríete tú de Cyrano, que de perfil le ganamos con creces, como mínimo mi padre, porque en mi caso soy la más afortunada de todos y la envidia de las reuniones familiares.
La genética a veces es caprichosa, cuando veo ciertos casos me acuerdo de tantos problemas de genética y pienso ¡para qué! jajaja
ResponEliminaBESOS!
O lo mismo la genética hace de las suyas y el futuro heredero/a sale como la abuela... jajaja... En nuestro caso nadie sabe a quién se parece la peque, así que solemos decir que a ella misma. Y es ciertísimo... juas!
ResponEliminaBesotes!
Esto de la genética es de los más curioso, pero una cosa te digo, es super bonito cuando ves a tus peques y le sacas parecido al papi o la mami, son como mini personitas. Cuando veo a mi nena, me acuerdo de mis fotos de pequeña y mola mucho!!
ResponEliminami nariz no es tan prominente como la de, por ejemplo, mark knopfler. pero chato no soy precisamente, tampoco. ;)
ResponEliminala nariz da personalidad. a mí me parece muy atractiva barbra streisand, no es broma.
Cada familia tiene sus particularidades, nosotros no levantamos dos palmos del suelo. La genética tendrá sus leyes, pero a la hora de la verdad es una lotería porque tenemos cantidad de genes con los que hacer infinitas combinaciones, ahí está el por qué yo no me parezco ni a mi madre ni a mi padre pero me parezco a una tía por parte de padre que a su vez se parecía a un bisabuelo. Cosas de la vida!
ResponEliminaSi te sirve de consuelo a tu trauma con las leyes de Mendel, mi abuelo tenía unos fantásticos ojos azules y cristalinos, ojos que compartía con sus 11 hermanos. Pues bien, de los hijos, ni uno los ha sacado, y de los nietos, sólo los menos espabilados de la familia los lucen. Y eso ha pasado en todas las familias surgidas de esos 11 hermano.
ResponEliminaVamos, que es una coña marinera lo de averiguar quién es el "primo especial" de cada casa, jajja!
Besos!
Te entiendo perfectamente.
ResponEliminaEn mi familia la nariz grande y aguileña es como una marca de fábrica. A mi me ha tocado heredarla junto al físico rotundo y los brazos de remera vasca de las bisabuelas.
En fin, ya sanes eso de "no ho furta, ho hereta", que se suele decir.
Beso
Jajaja pero seguro que escuchaste muchas veces que las narices grandes dan personalidad xD
ResponEliminaPues mira, la nariz marcada es uno de los rasgos que más me han atraído siempre de una chica. Da muchísima personalidad
ResponEliminaEn mi caso ha pasado algo raro, porque tanto mi madre como mi padre son súper narizotas y ¡YO HE SALIDO CHATA!
ResponElimina