Bueno, todo no, pero alguna cosilla sí. Lo más terrible son los anuncios, ya no por su contenido, que también, sobre todo por su frecuencia y cantidad, que acabas de chuparte los 6 minutos de rigor de publicidad (¿eso del 6 será por la relación con el número satánico?), 40 segundos de lo que estuvieras viendo -si tienes la suerte de recordar qué era- y vuelta a los 6 minutos de anuncios. Es insoportable, pero muy lucrativo para las cadenas televisivas.
Así que tengo el cerebro saturado de electrodomésticos que son lo último y sin los que no puedo vivir, la facilidad de conseguir un préstamo, menstruaciones indoloras, supositorios que alivian tu interior y otros tantos, como Fortasec y varios. Me pregunto qué problema tenemos con el tema gastrointestinal, pero parece grave.
Lo de los anuncios es un fastidio y como no hay nada que lo regule, pues ala, a chuparse todos los posibles.
ResponEliminaY esos anuncios para ir al baño son para el verano como los de juguetes para Navidades :/
Saludos.
Ya se sabe: en época vacacional tocan este tipo de anuncios. ;)
ResponEliminaSí que son recurrentes ese tipo de anuncios, debe ser lo que comentan arriba: la época...aunque yo no termino de entender los de laxantes, se supone que en vacaciones...todo se relaja! jajaja
ResponEliminaBESOS!
Es tremenda la cantidad de anuncios que tienen que ver con la regulación de las necesidades fisiológicas. Habría que hacer un estudio exhaustivo pero a ver quién tiene estómago... Besotes!!!
ResponEliminaHay veces que los anuncios son la mejor progarmación. Tú piensa en que te están invitando a que hagas esas tareas que dejas pendientes, converses con tu pareja, leas un libro, juegues con los animalitos que tengas...
ResponEliminaLabor social, lo llaman :P
incluso los anuncios mejor conseguidos acaban siendo irritantes, porque como te los repiten hasta la saciedad...
ResponElimina