Mágico

Acabamos de comprar un trasto con el que podemos ver las imágenes de cualquiera de nuestros dispositivos en la pantalla de la tele; verdaderamente, es algo mágico. Puedo tener en mi ordenador algo en pantalla y disfrutarlo desde el comedor.

Lo cierto es que a mí todo me parece casi mágico, incluso la propia existencia del ser humano, lo mío no es la ciencia, está claro, porque mi explicación suele estar a la altura de la Edad Media, puedo conocer la teoría, pero la causa siempre será mágica y sobrenatural. A ver, que soy adicta a la física cuántica, pero por toda su áurea mística de incomprensión y de sorpresa. Tranquilos, que no me haré de la cienciología o de otras sectas similares, aunque creo que daría el perfil (me dan un miedo atroz).

El que habló de átomos solo le puso nombre a algo que no deja de ser intangible a mis sentidos. Por fortuna, existen científicos y médicos, porque si todo el mundo fuera como yo... Bueno, tiene su encanto mi mente de niña, casi infantil, en la que todo es extraordinario y maravilloso, y mi médico de cabecera sigue siendo una especie de chamán poderoso. ¿¡Cómo no va a ser magia?!