Mi forma de estudiar empieza a parecerme un tanto curiosa, me doy cuenta que, de cada hora que estudio dedico la mitad del tiempo en soñar, ordenar el piso... cualquier excusa es buena para distraerme.
Me gustaría tener una concentración asombrosa, aunque no es mi caso, soy incapaz de estar más de 10 minutos centrada en algo. La cuestión es no hacer lo que toca.
Me he dado cuenta de que desde que he vuelto a la universidad tengo la casa impoluta, ni una mota de polvo, creo que la mujer que viene a limpiar empieza a pensar que voy a echarla, suerte que todavía no estoy tan mal como para ponerme a planchar ni a limpiar cristales, que es lo que más aborrezco.
Cuando estudiaba tenía el armario más ordenado del mundo...a veces hecho de menos tener exámenes y eso jajaja
ResponEliminaBESOS!
eso suele pasar, que cuando tienes que estudiar, cualquier otra cosa te resulta interesantísima y atrae tu atención, jeje.
ResponEliminaYo soy capaz de pasarme una noche absorta en una novela, sin enterarme del paso de las horas... pero ponme un libro de texto delante y seguro que encuentro cualquier cosa diferente que hacer.
ResponEliminaBesos
Es que sí que te concentras...en hacer otra cosa, jajajaj!
ResponEliminaJajajaja, no lo puedes haber explicado mejor.
ResponEliminaYo fuí empollona. Confieso. Y eso que soy una distraida por naturaleza, pero saberme el temario y mas me encantaba... juas! Ahora no podría ni aunque me pagaran.
ResponEliminaBesotes!
Es que cuando se estudia todo parece más interesante! jejej
ResponEliminaFeliz día♥
María {La cajita de música}