Esta mañana he visto un artículo que versaba sobre meteorología. Y lo primero que he pensado es: ya están otra vez los de Evax (conste que no me pagan por esta propaganda subliminal, pero podrían) con sus paridas y el olor de las nubes. Luego me he metido a fondo en el artículo y me ha parecido muy interesante. Las nubes tienen un montón de formas y de colores y cada una de ellas tiene un nombre y características diferentes: altocumulus, cirrus, nimbostratus... (¡cualquiera se los aprende todos!).
Me ha recordado a los esquimales y su riqueza lingüística para designar la nieve, es increíble la de vocabulario que hay para algo que a mí, personalmente, me parece lo mismo, pero parece ser que es muy útil para detectar el frío, la nevada y el tiempo que tienen para refugiarse.Supongo que a ellos les parecerá ridícula la cantidad de palabras que tenemos asociadas a tráfico, retención o atasco.
Hay culturas en las que no existe la palabra felicidad, no porque no la sientan, todo lo contrario, sencillamente no les parece útil. En su léxico, feliz y triste no son necesarios. Y a mí me dan mucha envidia (aunque probablemente tampoco comprenderán esta palabra).
Se hace difícil pensar en un lugar donde no existan esos conceptos, ¿verdad? Es curiosísimo cómo el léxico y la cultura determinan también nuestra propia concepción de la vida. BESOS!
ResponEliminaNuestro léxico es muy comercial... :S
ResponEliminaLa cantidad de culturas que existen y que desconozco, o las que creo conocer.
ResponEliminaLo importante es respetarlas y tratar de entendernos. ¿Sabias que el lenguaje de signos no es igual en todos los sitios?
Saltos y brincos, cabriolas y volteretas.
Pues sí, Ester, sobre todo porque yo aprendí a signar en catalán. Es muy decepcionante, me gustaría poder entender a un inglés, pero soy incapaz.
EliminaGracias por tus brincos y añadidos, ¡esta es mi Ester!
Siempre me ha parecido muy curiosa esta cuestión... que el lenguaje tenga un papel tan importante en la concepción de nuestra vida es asombroso, como poco.
ResponEliminapues si, sería genial vivir sin saber qué es la felicidad, la tristeza,la envidía...
ResponEliminasobre el olor de las nubes... cuando los anuncios de productos femeninos son ideados por hombres, salen ese tipo de chorradas.
ResponEliminalos esquimales al parecer tienen cincuenta palabras para denominar a la nieve. hay una cantante inglesa de la que soy muy fan, que tiene éxito en casi todos las países menos en españa, que se llama kate bush. el último disco que sacó estaba basado en ese mito, y se titulaba '50 words for snow'.
La verdad es que parece increíble que no se conozca el término de la felicidad o tristeza! besos
ResponElimina¿No conocen la palabra felicidad o tristeza? La verdad es que también los envidio, quizás lo definan de otra forma, no creo que por no conocer la palabra como tal no se sientan así alguna vez.
ResponEliminaAún así, estaría bien conocer esas culturas... :)
Un beso!
Aquí abusamos de la palabra de felicidad, de la palabra.
ResponEliminaseamos felices, buen comienzo de semana!
ResponEliminaLo del lenguaje cada día me parece más milagroso.
ResponEliminaQué reflexión tan bonita...
ResponEliminaLa felicidad y la tristeza, complementarias emociones, necesidad de recibir y querencias de dar...La nubes, por cierto, huelen a agua fresca y sobre el pelo de según quien, a esperanza...
ResponEliminaSería maravilloso poder vivir en una sociedad donde tampoco existiera una palabra para designar el dinero o la guerra. Ay, no continuemos que últimamente ando muy mística y sería capaz de terminar cantando el Imagine de Lennon.
ResponEliminaBss!