Dallas

¡No me lo puedo creer! Acaban de anunciar por la tele el retorno de la serie Dallas, que triunfaba en la sobremesa de los años 80. No recuerdo apenas nada de lo que pasaba, pero era garantía de enredos, mentiras, dinero y sexo asegurado. Si es que no ha habido otra serie como esa. Lo peor es que nos dejaron a medias y llevo 30 años esperando el desenlace.

Al principio pensé que sería un remake, pero parece que es una continuación: espero que no sean los mismos personajes, porque recuerdo que ya me parecían unos vejestorios por ese entonces. Es lo que tienen estas cosas. Centrada en la lujuria y el poder, probablemente podrían hacer una segunda parte a partir de los hijos (o los nietos, después de tantos años), porque vete a saber quién es prole de quién con tanto lío.

Igual me pasa con Star Trek, pero por fortuna nos han cambiado al ya más que arrugado capitán Kirk por Chris Pine, y disfrutaremos de un magnífico Benedict Cumberbatch que, a pesar de tener nombre de Papa, está de muy buen ver (me conquistó en Sherlock y soy fan incondicional). Todo vuelve, ¡si hoy he visto de oferta la trilogía de Rambo por 21,90 euros!, que dicho sea de paso, ni regalada. Hay cosas que pasaron en los 80 que es preferible no sacar del pasado.