Me paso tanto tiempo metida en el subsuelo del metro o viendo el paisaje del tren, que he optado por estudiar los apuntes en el transporte cada día, mientras vuelvo a casa.
No es broma, que estoy por hacerme todos los cercanías en un día, porque para mí sería como ir a la biblioteca para cualquier mortal. Ese silencio tan molesto me aturde y me da sueño. En cambio, el vaivén del tren me relaja y concentra sobremanera.
Igual lo patento, aunque me temo que son de esas cosas que solo me pasan a mí. Hoy mismo he ido a la biblioteca y me han entrado ganas de dormir, claro que era la hora de la siesta, pero seguro que el olor a papel viejo y usado, además de tanta concentración de neuronas exige un momento de sueño obligado.
No me extraña que estés cansada. El tema de estudiar en el metro es sin duda una manera estupenda de aprovechar el tiempo!
ResponEliminaBESOS!
Pues nada sácate un bono, jejejeje
ResponEliminasi es un trayecto largo, igual sí te compensa...
ResponEliminalas bibliotecas públicas son un caldo de cultivo de gente rara, al menos a la que yo iba, podría contar muchas anécdotas. :P
Eres raruna, sí. Jajajaja. Besotes!!!
ResponEliminaJajaja méxomeeeee
ResponElimina21+6
Yo me saqué la carrera en la biblio de Puro aburrimiento . Me da sueño el va y ven!! Eres Guay
ResponEliminaYo cuando estudiaba solo era capaz de concentrarme si me ponía los cascos con la música a todo trapo. En silencio, me distraía hasta con el vuelo de una mosca... son cosas que pasan.
ResponEliminaBesos