Entre las raras costumbres españolas está la siesta, de la que todo buen extranjero se lleva un buen recuerdo cuando vuelve a su país. Si hasta la Bella Durmiente la practicaba, aunque se le fue de las manos. Hace tiempo descubrí que en casi todas las lenguas existe esta palabra, así, tal cual: siesta. Menos los catalanes, que siempre destacamos en algo. Bueno, en realidad, nunca disfruto de esta gran tradición: después de comer siempre me entran unas ansias locas de hacer cosas, como si se fuera a acabar el mundo. Con lo a gustito que debe de quedarse una después de una buena siesta.
Otra famosa y fabulosa costumbre es la de ir de bares. En esta vida hay pocas alegrías, pero quedar con amigos para celebrar cualquier cosa, le anima a una el alma. Buf, esta palabra me mata, igual que agua. Esto de que sean femeninas, pero las usemos en masculino... con lo bonito que debe de ser disparar un(a) arma. ¿Qué tendrá de malo meter la a? Y, ahora que lo pienso, ¿la anima a una la alma?, suena de lo más raro. Luego vas por la vida y la gente se confunde, ¿hace un calor o una calor asfixiante?. Pensadlo durante unos instantes, ¡eh!. ¡Tendría que ser aconstitucional!. Bueno, y otras tantas cosas.
La tortilla de patatas es uno de los grandes manjares que cuando vas por el mundo suelen ensalzar tus nuevas amistades. No habré sobornado a guiris con una buena tortilla, de 6 huevos, que toma ya el colesterol. Se derriten, luego les pides lo que quieras y lo hacen (ahí he notado algún mal pensamiento. Sí, a favores me remito, pero de otra índole).
Y así podría seguir durante días, porque en realidad, la mejor costumbre española es el buen vivir.
Yo, como soy del sur, esto de la siesta lo llevo en la sangre...No es que la duerma, es que me duermo sin darme cuenta...Gracias por pasarte por mi blog y por los ánimos. Un saludo
ResponElimina;)
jajaj. bieen que bueno..me encanta este blog...tan personal y divertido...un 10 y desde ya, te sigo!
ResponEliminamil besos
tati
Gracias, Tati. Encantada de ser seguida, ja, ja.
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