Hace unos días le dije que me apetecía ir a una actividad que, a mi parecer, era una idea muy original. Se trata de un maridaje de vinos, amenizado con la lectura dramatizada de algunos fragmentos literarios relacionados con las texturas y sabores de los vinos.
Vino a buscarme al trabajo y me hizo entrega de las entradas, no sin que antes me pusiera a dar grititos de felicidad y muestras inapropiadas de euforia, algo que tanto me caracteriza y que no le gusta especialmente (así que fueron breves, no quería jugármela).
Me encantó. Aunque hay una pega. Si no sabes qué hacer con tu vida, no te pongas a hacer de actor, así, sin ton ni son, porque no vales. Una profesión necesita cierta dedicación y este muchacho se la jugó, porque entre vino y vino yo pierdo todas las inhibiciones y estuve a punto de coger los textos y de ponerme a recitar, que seguro que lo haría infinitamente mejor.
Vengo del blog de Tracy, y tu forma de contar las cosas me gusta. ¿El vino por lo menos era bueno?
ResponEliminaSaltos y brincos i petonets
Buenísimo, de lo mejorcito que he probado nunca. Gràcies.
EliminaJajajaja, que tal el maridaje?
ResponEliminaAlpaca se despide con:
Eres tan viejo como tu duda. Tan joven como tu confianza en ti mismo
Autor: Samuel Ullman
Mooogggaaaksrfff
Increíble, lo cierto es que fue una pasada en mezcla de sabores.
Eliminajajajajajajaja, me encantas eres GENIAL.
ResponEliminaay que buena pinta eso que dices y por lo que parece estuvo bien!
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