dijous, 31 de gener del 2013

Hipotecada

Ha habido algunos cambios en mi vida. Al final, después de mi experiencia con el aluminista (resulta que se llama así), he decidido liarme la manta a la cabeza y comprar mi piso. Así, los arreglos que haga serán para mí, no para el propietario. Voy a estar en la cuerda floja durante mucho tiempo.


Ha sido una decisión difícil y costosa. He llegado a un acuerdo y haremos la transacción en octubre, porque necesito estos meses para encontrar la forma de hacerlo. Ya he hablado con el banco, me dan el 80% del importe del piso (cuando hace unos años daban el 140, así está todo el mundo). Ahora falta el 20 restante y, agarraos bien a la silla, el 12% más para gastos (notario, abogado, trámites...). A este paso, tendré que vender el pelo, mi sangre y esperma del roncador, que he leído en un periódico que es una práctica cada vez más habitual.


Me ha quedado claro que lo que se pretende es que el ciudadano de a pie no pueda comprar, si con lo que cuestan los trámites vivo yo cómodamente durante todo un año. La decisión está tomada, así que, durante los próximos 30 años, se acabó la buena vida: restaurantes, vacaciones, caprichos... la alegría.

dimecres, 30 de gener del 2013

El tamaño importa

Vale, he ido de rebajas, lo confieso. Pero es que me he sentido frustrada, solo quedaban tallas imposibles que apenas le caben a mi pierna derecha, porque son pequeñísimas. Lo peor, vas directa a lo que crees que es tu talla y, entonces... no te entra. Tu primer pensamiento es: ¡Malditos turrones! Noooo, no es eso, la realidad es muy distinta, detrás hay un diseñador que odia a las mujeres y te está intentando colar una 36 en lugar de una 38.


Luego están las tallas indescifrables. ¿Qué es una 24W? ni los dependientes lo sabían, he llegado a la conclusión de que se la han inventado porque traspapelaron la etiqueta, no hay otra explicación. En resumen, esto del tallaje es aproximado, hay que ser matemático o mago para entenderlo.


Cada vez soporto menos ir de compras, el anonimato de la red me parece más atractivo. Me ha desatendido (porque me ha hecho caso omiso y me he sentido vejada) una dependienta que no tenía ni idea de lo que estaba vendiendo. Mientras le explicaba qué quería se miraba en un espejo, obsesionada por su aspecto. Al final me ha puesto tan nerviosa que le he dicho que tenía el maquillaje corrido y se ha ido casi llorando al baño (solo pretendía ayudar, o no).

dimarts, 29 de gener del 2013

Jugar por jugar

Me fascina la capacidad de nuestro cerebro, no nos damos cuenta de todo lo que es capaz de hacer. Recuerdo que me contaron la anécdota de un niño, al que habían estimulado con fichas en las que había palabras y fotos; un día, iba con su padre por la calle y, de repente, dijo: El Corte Inglés. Esas fueron sus primeras palabras, las estaba leyendo de un cartel. Lástima que no le enseñaran a discriminar ni a inmunizarse ante la publicidad ni a todos los inputs que recibimos.


Hay un estudio, en el que analizan, en condiciones de laboratorio, la influencia que tiene un juego de Nintendo, El Profesor Layton, en nuestro cerebro. Los resultados son sorprendentes: mejora en comprensión verbal, orientación, procesamiento visual y espacial, la planificación y el razonamiento.


No es algo nuevo, el juego incide en la plasticidad del cerebro, algo que conocemos desde hace muchos años. El secreto está en la estimulación. De todos modos, me planteo qué pretende, es cierto, utilizamos una ínfima parte de toda la capacidad cerebral, pero ¿necesitamos más? Los niños tienen que divertirse, jugar libremente, sonreír y experimentar. A veces pienso que pasan demasiadas horas aprendiendo datos y nos olvidamos de mucha parte emocional. Son la generación 2.0 y no saben relacionarse entre ellos. Algo está fallando.

dilluns, 28 de gener del 2013

Amor verdadero

Tengo claro que el amor está sobrevalorado, lo mejor de vivir con alguien es que te da calor por las noches; pero a cambio recibes ronquidos, patadas y algún que otro codazo. No sacrifico mi intimidad, prefiero comprarme una buena estufa.



Además, con los años, he llegado a la conclusión de que el amor verdadero es una conspiración, en realidad no existe. Es un complot en el que han confabulado revistas, libros, películas, canciones, publicidad... ¿por qué lo venden tanto?



¡¿Y toda la cursilería que lo rodea?!. El amor existe, pero es mucho más banal e insustancial de lo que nos han hecho creer, seamos realistas. Está claro que hay alguna finalidad oculta, ahora solo falta descubrir cuál: venta de condones, pañales, psicólogos... No digo más.

diumenge, 27 de gener del 2013

A oscuras

¿Alguien ha recibido la factura de la luz de este mes? ¡Pues que no la abra! Si no la ves no hace tanto daño. Es prohibitiva, a partir de ahora se acabó leer antes de irme a dormir. Me he quedado muerta (y sin una perra gorda, está claro). ¡Menudo susto!



Tendré que esperar a que el vecino encienda la luz de su cocina, que me da directa a la mía o intuir las cosas, todo a tientas. Ahora cuando vengan amigos a casa habrá que jugar al cuarto oscuro para no gastar (mira, tiene su lado bueno).




En realidad, el roncador siempre dice que la farola de la calle alumbra demasiado la habitación, pues ahí está, nada de gastar luz. Después de todo, cuando tengo mucho sueño me pongo de mala leche, así que, si voy a dormir tempranito seguro que se agradece, seré mejor compañía por la mañana.

dissabte, 26 de gener del 2013

Molestemos un poco

Estoy leyendo el libro de Risto Mejide y tengo que decir que me ha decepcionado. Esperaba un texto mordaz e inteligente y me he encontrado con un montón de datos que me obligan, de vez en cuando, a hacer una lectura transversal y rápida.
¿Pretende justificarse? No me lo creo, si ya he comprado el libro, comparto su forma de hacer y opino que es un gran profesional. Una verdadera lástima. De todos modos, voy a probar su teoría de la molestia con la empresa de venta online Vente-Privee, que ahora mismo me está quitando el sueño.



Durante las navidades, esta conocida empresa hizo una de sus famosas ventas en las que revientan precios y se sacan de encima el stock sobrante. En estas ventas, el más rápido se lleva la prenda, puesto que el que no corre cliquea -menuda palabra acabo de inventarme, es que si existe clic, ¿por qué la RAE se empecina en no usarla como verbo?


Ya sé que no tiene nada que ver, pero es para molestar a Risto (él lo entenderá)

Pues eso, que me voy por las ramas. El día en que recibimos la compra, solo había una de las prendas que pedimos. Ninguna explicación, una notita o algo que indicara qué había pasado con el resto, ¿tal vez el cartero había metido mano en el paquete? Uy, eso ha sido disonante (te lo dedico, Risto, sigo el camino del sexo, pretendo escandalizar).



Como cualquier persona racional, me dirigí a atención al socio (tendría que llamarse cliente, porque a mí no me dan participaciones de la empresa por mucho que me llamen socio), pedí una explicación o aclaración de lo sucedido. A lo que contestaron que lo sentían pero que se les había roto el stock (como si a mí me importara, es su problema). Ah, bueno, me aguanto, me enfado, pero me devuelven el dinero y me resarcen, está claro. Pues resulta que ellos (bueno, no sé si es una persona o quién, mejor que diga empresa) no estaba de acuerdo ni lo tenía tan claro. 



Primero promete un bono de indemnización, que no dinero, con lo que para usarlo tendré que comprar, y que hay una devolución de la parte proporcional (no aclarando cuál es ni cómo quedan portes); luego, cuando pido que especifique, resulta que la empresa cambia de opinión y nada de bono y que ya lo harán, porque somos muchos los afectados. Me quedé con la boca abierta y que vaya y le rece a un santo, aunque yo creo que, si existen, no están para estas menudeces (ahí tienes la religión, Risto).



Harta de tanto carteo, pasé a la fase que se ha venido a llamar el camino de la violencia, unido al de la honestidad, porque cuando me cabreo nadie me gana a sincera. Usé mi primera baza: twitter. Me indignó leer cómo se jactaban de lo bien que trabajaban y de lo profesionales que eran cuando se reunía el equipo al completo. Así que les mandé un tweet cuestionando su buen trabajo e, incluso, llegué a decirles que en mi casa, a eso, lo llamábamos robo. La solución: ponte en contacto con el servicio al socio (toma ya, el bucle). Ahora el roncador está que se sube por las paredes y amenaza con llamar y atemorizarlos (que cuando se pone guerrero da mucho miedo). Entonces le he dicho, no te preocupes, que he visto en lo de Risto que podemos hacer un viral y seguro que nos hacen caso. A ver si es cierto, vamos a comprobarlo.



Este es mi experimento. Ahora, a compartirlo, que tengo ganas de guerra y sangre. Cuento con vosotros mis queridos y participativos seguidores y lectores.

divendres, 25 de gener del 2013

Una fortuna

Últimamente ando algo despistada, no solamente me olvido las cosas en lugares inverosímiles, a veces no sé ni en qué día estamos, ahora también hago cosas que podrían cuestionar mi cordura.



Hoy me siento terriblemente cansada, así que en cuanto he llegado a casa me he dado una de esas duchas en las que el baño se llena de vapor y todos los problemas desaparecen. Tocaba dedicación completa, así que me he puesto la mascarilla hidratante para el pelo y lo he hecho a conciencia... hasta que he visto el bote del producto y me he dado cuenta de que era la crema para pies.



El caso es que me ha dejado una textura y un volumen únicos, incluso el olor era inmejorable: a vainilla y a almendras. Creo que voy a mandarle un mail a la marca para que lo adapten como mascarilla, si lo patentamos podemos ganar una fortuna.

dijous, 24 de gener del 2013

La felicidad

Acabo de leer un artículo en El País, atraída por el título: Tener la opción de elegir puede reducir la felicidad. ¡Viva la negatividad! Eso, a cuánta más ignorancia más sonrisas, porque eso es lo que dice. O sea, los ricos y los intelectuales son (voy a poner somos, por aquello de la ilusión) infelices.



Soy una gran fan de la física cuántica: el mundo está lleno de posibilidades y, evidentemente, cada vez que elegimos se reduce la cantidad de opciones, igual va por ese camino y lo he entendido al revés. Creo que lo que viene a decir es que demasiadas opciones nos estresan y entristecen.



Uno de estos especialistas afirma que siempre hay la posibilidad de equivocarse. Pues claro, y a este le pagarán un buen sueldo por decir obviedades.

dimecres, 23 de gener del 2013

Ipad profeta

Esta semana fuimos a comprar un Ipad para el roncador, y lleva sin hablarme un par de días, lo tengo entretenido averiguando todas las aplicaciones del nuevo juguetito.



Resulta que puedes hacerle preguntas al trasto. Ante cosas como "tengo hambre" te busca los restaurantes más cercanos (tenía la esperanza de que me hiciera la comida). Así que lo tengo todo el día haciéndole preguntitas y no se le ocurre otra cosa que... "¿Qué va a ser de mí en el futuro?", así que mientras yo estaba con la boca abierta por la osadía del roncador, la máquina le contestó: "No tengo permitido responderte a esta pregunta". Es decir, que sabe el futuro y no puede decirlo... este cacharro es una maravilla, habrá que sobornarlo, a ver si nos lo cuenta.


dimarts, 22 de gener del 2013

Mis mascotas

Me imagino que el suspense no os ha dejado dormir (ya, menos lobos, caperucitas), pues voy a desvelar por qué mascota me decidí. Creo que, después de unos días leyendo mis entradas, ya os imaginaréis que no me gustan demasiado las responsabilidades, así que, una vez descartados los gatos, pensé en un animal fácil de cuidar y que no tuviera en cuenta mis errores como cuidadora.



Una vez tomada la decisión fue fácil, no hay animal menos rencoroso que los peces, pero si todo el mundo sabe lo que es "tener memoria de pez". Ahora somos 3 en casa y convivimos felices, a pesar de que algunos días se me olvide darles de comer, aunque eso pasa poco, me han salido inteligentes, suelen golpear el cristal en busca de mi atención, si me despisto.

dilluns, 21 de gener del 2013

Ser single hoy

Esto de ser single (es que queda mucho más fino que decir solterona) tiene sus ventajas y desventajas. Hoy voy a empezar por lo malo, mañana sigo con lo bueno (lo prometo). Queridos propietarios de los supermercados, no quiero el pack familiar de los yogures y no me como 6 huevos a la semana, así que me pone de los nervios tener que comprar esos enormes packs, supuestamente más económicos, porque dejan de serlo cuando se te caducan la mitad de ellos.


Lo cierto es que, como salí bastante espabilada  he encontrado una solución: comparto la compra con el roncador, así que lo malo, no lo es tanto, pero reivindico que nos tengan en cuenta. En segundo lugar, la soledad. Y no os voy a engañar, adoro vivir sola y que nadie toque o desordene mis cosas, pero a veces me apetece algo de compañía.


Ante esta disyuntiva, me decidí a comprar una mascota. Esa decisión no fue nada fácil, porque mis animales favoritos siempre han sido los gatos y cuando me paré a pensar vinieron dos imágenes a mi cabeza: la factura del veterinario (no puedo evitarlo, soy catalana) y la loca de los gatos de Los Simpsons.


Y hasta aquí os cuento, as soon as... (me encanta dejaros con el suspense, hace días que tenía ganas de hacer algo así).

diumenge, 20 de gener del 2013

El presupuesto

Empecé el año con ánimos renovados y mucho frío, así que me decidí a llamar al, ¿cómo se llama?, ¿aluminista?, no tengo ni idea. Me costó un montón encontrar uno abierto, pero finalmente lo encontré y encima vino puntual, se me iluminó la cara (mira me ha salido un chiste fácil, ilumninista). Bueno, me dejo de tonterías, pero que conste que me ha hecho reír.


El caso es que después de 10 días, por fin ha llamado con el presupuesto. Esto me ha hecho llorar. Creo que será mejor que me tape bien y que no me saque la chaqueta en casa. El importe no importa (buf, tengo una tontería muy grande, ja, ja) -mejor reír que llorar-, el caso es que era una cantidad desorbitada y encima lo quiere al contado. Bueno, y en cuanto quiera que venga a recoger el riñón y el higado, ¡qué desasosiego!.


Con todo esto, mi decisión está clara. Este piso no es mío y un poco de frío siempre va bien para levantar el ánimo. Con el dinero... pues de momento me he comprado dos pantera rosa y ya veremos, igual me voy de vacaciones.

dissabte, 19 de gener del 2013

Los primeros premios


Estoy muy contenta, parece que el blog va funcionando y que os gusta, espero que siga siendo así.


Esta semana me han nominado a dos premios, en realidad, ambos son el mismo, pero me han llegado de dos blogs distintos: Ser fuerte es mi opción y de Blogueando de mi vida.
Viene con REGLAS:
- Agradece al blog que te ha dado un premio a uno de los mejores 15 blogs y pon su enlace en tu blog.
- Da el premio a los 15 blogs que más te gusten.
- Comparte 7 cosas acerca de ti.
A ver, voy a pensarlo bien... me gustan mucho los faros y no sé exactamente por qué; ir a la playa en invierno y pasear durante las horas de sol; el ruido de los relojes, creo que es porque el roncador no lo soporta (soy mala, lo sé); lloro cuando la belleza me desborda; siempre tengo las manos frías; no me gusta cocinar; por último, no miro nunca los telediarios.
- Responde las preguntas.
- Avisa a cada blog que ha recibido el premio.
Bueno, como me ha venido de dos blogs, contestaré a las preguntas que más me gusten de ambos blogs, porque soy una chula. Y voy a cambiar algo las reglas, porque me ha dado el estrés y no puedes ser.
Se lo cedo a 2 blogs, Siempre positiv@ y Bubbles, por estar ahí y leerme. Ahora que no se ponga nadie celoso, que esto de los premios es lo que tiene.
Preguntas, y a los que se lo paso que contesten las mismas:
1- ¿Qué te hace sonreír? saltar durante mucho rato, río a carcajada limpia, como si fuera una niña.
2.- ¿Cuál es tu mayor miedo? No hacer nada, que las cosas se estanquen y sentir que mi vida no cambia nunca.
3.- ¿Cuál es tu mayor sueño? Siempre he sido muy terrenal y mi único sueño lo cumplí hace muchos años. Vivir en Firenze. Ahora no tengo ninguno, vivo al día.
4.- ¿Quién es tu amor platónico? Nunca he tenido ninguno, para esto del amor soy muy negada. Además, odio todo lo platónico, me gusta la realidad.
5.- ¿Viajarías al espacio si te lo propusieran? Sin dudarlo, y a cualquier parte.
6.- ¿Los hombres con leggins se merecen un tomatazo? No diría tanto, pero incluyo las mujeres.
7.- ¿Has dejado algún libro sin terminar porque era infumable? Lo cierto es que por muy malo que sea siempre termino todos los libros. Exceptuando dos: el Ulises de Joyce y el Perfume. No pudo con ninguno de los dos, uno por pretencioso y el otro por asqueroso.
8.- ¿Sospechas que alguno de tus muebles pueda estar apolillado? Por fortuna, no.
9.- ¿Eres de Ferny o de Umpa Lumpa? No tengo ninguna duda, esos renacuajos me encantan, de Umpa Lumpa.


10.- ¿Cuál es la mayor locura que has hecho? Aceptar la invitación de un grupo de música famoso e irme a Zaragoza en tren, sin pagar (no estoy orgullosa, lo pasé fatal), pasar una noche genial (de bailoteo, si es que siempre pensando en lo más bajo) y luego dormirme en el coche de vuelta, al ladito del bajo, que me tenía el corazón robado hasta que lo vi babear en sueños.
Pues eso es todo. Uf, qué largo.

divendres, 18 de gener del 2013

¿Qué?

El roncador está un poco sordo, aunque me parece poco, diría que tiene sordera selectiva y transgresora. Me explico, o bien no te oye o bien entiende lo más curioso del mundo. El otro día estaba algo apagadilla y, como él venía de lo más estimulado, o sea, que no callaba ni se estaba quieto, le pareció que yo debía de estar muy enfadada o algo peor.


A veces pienso que el silencio está poco valorado, hay momentos en los que me gustaría sentir que estoy a solas con mis pensamientos. Y así me sentía, en este estado de desasosiego, cuando me preguntó qué me pasaba. Ni siquiera recuerdo qué contesté, probablemente algo como nada, estoy bien, sin energía. Él entendió nítidamente: "estoy tenue", vamos, lo mismo.



En cierto modo, suele comprender mucho mejor lo que le digo porque no me oye. Sé que es una contradicción, pero nunca habría expresado mejor mi estado anímico: tenue.

dijous, 17 de gener del 2013

Visita médica

Ir al médico es algo que me saca de quicio. Lo primero, no me gusta demasiado que me toquen (bueno, depende de quién, eso es evidente) y luego, todo el protocolo me exaspera. Empezamos mal, la cita te la dan para de aquí a un mes si es el de medicina general y para un año si es cualquier especialista. Con lo que he llegado a la conclusión que esperan que se te olvide la cita o que te mueras por el camino, en ambos casos se ahorran la visita.



Dependiendo del médico, vas con una predisposición o con otra. Naturalmente, ir al ginecólogo se convierte en una tortura, usan utensilios terribles que te ensanchan, clavan y absorben. Todo ello, si te toca, como es mi caso, en un hospital universitario, se hace con un grupo de espectadores a los que ni conoces ni quieres volver a ver en tu vida. El caso es que siempre espero que aplaudan cuando terminamos la función, pero no ha pasado todavía.




Con todo esto, mi médico es muy guapo, bueno, sin el muy, que voy algo desesperada y todos los gatos me parecen pardos. Volvamos a empezar: mi médico es majo. Así que cuando me dice que tengo hemorragias internas o una infección vírica, a mí todo me suena a: "¿nos escapamos de la rutina y vamos a desayunar juntos?". En resumen, salgo con cara de felicidad, sea cuál sea el diagnóstico. Está claro, necesito cambiarlo por uno que sea feo, es que no me concentro.

dimecres, 16 de gener del 2013

Mi calle

Mi calle tiene vida propia. Empiezo el día con el primer autobús, a las 5 de la mañana; luego limpian las calles y cantan a grito pelado ¡soy basurero!, versionando el conocido "Soy minero". Sobre las 6, abre la reja del taller, que se encalla y el motor carraspea porque no puede levantarla.



A las 8, en los días que no trabajo, pasa el butanero (el resto también, pero no me entero). Golpea rítmicamente la bombona y baila al más puro estilo Bollywood, sin pensar que algún día todos saltaremos por los aires por su insistencia a golpear más fuerte la botella cada 4 compases.


A las 12, empiezan las clases de la academia de danza: un, dos, tres, plié... y así hasta las 12 de la noche. Entonces, abre sus puertas la discoteca y los ritmos se mezclan. Sobre las 3, pasa el basurero, los contenedores golpean el suelo. Y vuelta a empezar.

dimarts, 15 de gener del 2013

Lo confieso: soy rica

Voy a confesarlo: soy rica. Pero no en el sentido que todos habréis pensado, que ya me veo con que ahora me saldrán amigos estilo donettes, por todas partes. Nooooooo, soy rica en un sentido mucho más metafísico (ya estoy oyendo el desánimo general).



No me hace falta mucho para imaginar todo lo que haría si tuviera dinero; pero no creo que eso me hiciera más rica de lo que soy en este preciso momento. De jovencita tuve un novio..., voy a llamarlo pudiente, que es una palabra muy clarificadora. Era aburrido, indefinido y un analfabeto emocional de mucho cuidado. A veces creo que hemos perdido esa capacidad de valorar las pequeñas cosas. Si pienso en qué me ilumina la cara...




El dinero no lo es todo. Evidentemente, da mucha tranquilidad, pero nada más. El otro día leí que una mujer se dedicaba profesionalmente a dar abrazos, y se estaba forrando. ¡¿Nos hemos vuelto locos?! Yo recibo al día una media de 20 abrazos sinceros (totalmente gratis) y os aseguro que, en ese momento, soy la mujer más rica del mundo.

dilluns, 14 de gener del 2013

¡A mí no me tocó el Colajet!

Últimamente me he dado cuenta de que soy más optimista de lo que creía. No me cuesta mucho ver la parte buena de las cosas, pero sin dejar de lado que todo puede salir mal. Por norma, siempre he pensado que soy una gafe, y no lo digo sin razón de causa, lo he demostrado científicamente de forma reiterada a todos los que han dudado de ello.



La gente que es afortunada no se da cuenta de ello hasta que nos conoce a nosotros, los gafes. Yo sé lo que es que se estropee el autobús, que descarrile un tren o que un avión tarde 12 horas más de lo planeado en llegar. Si voy a la pelu, llueve, es de cajón. No me quejo, eso me convierte en una persona previsora, está claro.




Por otro lado, soy extremadamente terca, con lo cual, nunca me resigno a que no salga todo bien, e insisto hasta que consigo mi objetivo. Cuando era pequeña, había un helado llamado Colajet, tenía forma de cohete y sabía a limón y a cola. Estaba buenísimo. El palo de madera del helado solía venir con premio, lo más habitual era que te tocara otro Colajet. A mí nunca me tocó.



Con los años, a causa de mi terquedad, suelo concursar en todo lo que puedo. A la que veo un sorteo, ahí voy, de cabeza. Si hay una papeleta que rellenar, soy la primera en hacerlo. Mi media es una de cada 200, pero seguiré insistiendo, porque algún día esta racha cesará y me tocará el helado.

diumenge, 13 de gener del 2013

The end

Me gusta empezar el periódico por el final. Tampoco es tan raro, para lo que hay que leer. En realidad, casi todo lo empiezo por el final. Muchas veces, a mitad de una película, tengo la necesidad de saber cómo acaba, eso me ahorraría muchas decepciones, o no. Igual me pasa con los libros. Soy una impaciente, lo reconozco.



Hay algunos finales magníficos. Quién no vería Casablanca, sabiendo cómo termina. Eso sí que es un buen final, en el que todo queda bien atado y triunfa el amor, por encima de todo. Déjala marchar, Humphrey.



Creo que sufro de jet lag vital, siempre me faltan horas y quiero verlo o vivirlo todo. Aunque luego soy la primera a la que le gusta quedarse apalancada sin hacer nada. Todo el mundo cree que saber el final le quita la diversión a todo. A mí, personalmente, saber qué va a ser de mí, me haría sumamente feliz, soy demasiado dispersa como para trazar un rumbo fijo en mi vida.

dissabte, 12 de gener del 2013

¿Teatro o copas?

Esta semana el roncador me sorprendió con una muestra espontánea y nada coaccionada de amor. Demostró que, aunque a mí a veces no me lo parezca, me escucha.



Hace unos días le dije que me apetecía ir a una actividad que, a mi parecer, era una idea muy original. Se trata de un maridaje de vinos, amenizado con la lectura dramatizada de algunos fragmentos literarios relacionados con las texturas y sabores de los vinos.



Vino a buscarme al trabajo y me hizo entrega de las entradas, no sin que antes me pusiera a dar grititos de felicidad y muestras inapropiadas de euforia, algo que tanto me caracteriza y que no le gusta especialmente (así que fueron breves, no quería jugármela).



Me encantó. Aunque hay una pega. Si no sabes qué hacer con tu vida, no te pongas a hacer de actor, así, sin ton ni son, porque no vales. Una profesión necesita cierta dedicación y este muchacho se la jugó, porque entre vino y vino yo pierdo todas las inhibiciones y estuve a punto de coger los textos y de ponerme a recitar, que seguro que lo haría infinitamente mejor.

dijous, 10 de gener del 2013

Santo Google

Soy una de esas personas que acuden a santo Google para cualquier consulta, si no sabes algo, pues lo pones y, él, que es muy majo, te ofrece unos cuantos resultados. Digo él porque pienso en buscador. Si me paro a pensar, siempre me imagino un señor tras el ordenador buscando toda la información que le pido: como un esclavo, siempre a mi servicio. 



Además, con esto de los genéricos, tiendo al masculino, menos con cosas obvias como bióloga, asociación de ideas que no quiero explicar y que resulta evidente; psicóloga, por la cuenta que me trae en un futuro lejano, cuando el jefe de estudios, secretaría académica o servicio al estudiante contesten mis mails; presidenta del gobierno u otras tantas profesiones que tradicionalmente han sido adjudicadas al género femenino...



El otro día, hablando con el roncador, me dijo que este blog no aparece cuando buscas en Google. Me indigné. Soy una buena usuaria del producto y siento que merezco una compensación. Con todo esto, me suelta: "Le he dicho a Google que aparezcas". Claro, ¿qué pensaría cualquier persona cuerda?, pues que ha hablado con el señor de Google, pero cuando se lo pregunté se echó a reír y me dijo: "¿Cómo voy a hablar con él?¡Chalada! Sí, sí, chalada, pero yo uso bien el lenguaje, y no digo que hablo con Google, yo consulto en el buscador.

dimecres, 9 de gener del 2013

Esos tiempos felices

No os lo conté... el otro día quedé con un amigo. Siento cierta vergüenza -no por tener amigos, claro está-. Lo primero que me dijo fue: quiero tomar un vino o algo parecido. ¡A media mañana! Pues no te digo yo, que casi lo apunto a alcohólicos anónimos. Pero pensé que por qué no, que la vida son dos días y en las pelis se hacen copichuelas todo el día y nadie se escandaliza por ello. 



Total, que a las 12 de la mañana nos pedimos un coctel, algo suavecito fue lo que le pedimos al camarero. El chico fue un encanto, porque nos podría haber servido lo que le hubiera salido en gana. Todo lo contrario, nos trajo una bebida hecha de Gin Tonic (como no, siempre a la moda), pepino, naranja y frutos rojos. Rara, rara y rara, pero estaba muy buena.



Entre tanto glamour, evidentemente, se nos pasaron las horas volando. Que si ahora un poco de paté, que si nos tomamos unas patatitas y unas aceitunitas, que si cae otro. Cómo se nota que todavía estábamos de vacaciones. Qué tiempos tan felices, se nos acabó lo bueno: ahora habrá otros motivos por los que beber.

dimarts, 8 de gener del 2013

Alicia en el País de las Maravillas

En mi casa todo es muy pequeño, menos el armario. En realidad, tengo dos armarios. A veces creo que podría pasar un año entero sin hacer lavadoras, menos en lo que se refiere a la ropa interior, que es de estilo me gusta ir cómoda y a nadie se la enseño. Bueno, miento. El día que voy al médico voy monísima por dentro. Me pongo mi mejor ropa interior, voy bien depilada y llevo ropa fácil de quitar. En resumen, es el día ideal para ir de ligues.



Lo que decía, mi casa es muy pequeña. En el lavabo cabemos yo y la escobilla del baño, nadie más. Aunque si te paras a pensar, ¿para qué querría yo que cupiera nadie más?. Mejor no divago que a mi mente no le hace falta mucho para imaginar unos cuantos motivos. Es más, cuando estoy sentada en la taza (era por no decir "meo", pero me ha parecido un eufemismo innecesario), tengo que dejar la puerta abierta porque las rodillas están en el pasillo y el resto de mí en el baño. Me siento como Alicia cuando era grande y los demás pequeños.



Esta no soy yo. Es una fotografía de Annie Leibovitz, con la modelo Natalia Vodianova.

La cocina es minúscula. Que para lo que la uso ya me está bien. Tuvieron que buscarme un microondas especial para navíos porque los otros no cabían. Teniendo en cuenta que soy la reina de la comida precocinada, está claro que era mi electrodoméstico estrella. Estoy entre el microondas y la lavadora, nooooo, no hay color. Me quedo con la lavadora, no me imagino lavando a mano, imposible (igual lo haría la "asistenta", ay, pobrecilla).
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