divendres, 28 de juny del 2019

La vida sexual de las orugas

El roncador me decía que tiene un geranio pobladísimo de bichos verdes, esas mis grandes enemigas: las orugas. Cada dos días me siento en la terraza armada de mucha paciencia; me estoy dejando la vista en atacar a esas expertas del camuflaje que, por fortuna, cagan como desesperadas y eso me da alguna pista de dónde están. Las hay de todos los tamaños y son de un verde maravilloso, siempre me han parecido hermosas, pero en mi jardín son bichos non gratos. Estoy convencida de que seguro que aportan algo a la fauna y no sé cuántas leches más, pero es que tengo pesadillas con ellas.

Son peores que conejos, aunque en realidad me imagino que no son seres sexuales, o como mínimo no quiero pensar que tienen más vida sexual que yo. Me planteo en buscarlo y averiguar si son hermafroditas como los caracoles, pero es que me niego a que me dé envidia la vida sexual de los gusanos, así, tal cual. Así que sigo con mi cruzada particular, ahora tal vez con más rabia y saña (tranquilos, que los mato sin tortura).

dimecres, 26 de juny del 2019

No hace falta correr

Dicen que el deporte es adictivo, algo que me sorprende, porque tengo una vena muy adictiva y lo del ejercicio, en general, no me engancha en absoluto, todo lo contrario. A mí me da que lo de la inactividad es más de mi palo, eso de sudar, esforzarse, superar retos... igual a nivel intelectual sí, aunque tampoco os penséis. Últimamente no corro ni para coger el tren, siempre voy con tanto tiempo que prefiero esperar a desesperar.



Además, a mí no me la dan, que tan sano no debe de hacer si en traumatología está lleno de gente que se ha fracturado alguna cosa haciendo deporte. Vamos, que yo me quedé inconsciente yendo en bicicleta... eso no me pasó yendo a pie y a velocidad de perezoso.

dilluns, 24 de juny del 2019

El chupasangre

Ya tenemos aquí la temporada de mosquitos, o mejor dicho, del mosquito, que tengo a uno instalado en casa y a la que me descuide se me saca el permiso de convivencia. Tiene a la gata como loca y a mí ni os cuento. Se nos insataló aquí hace unos días, tanto que estoy por pedirle permiso al propietario, porque según contrato tengo que avisar si tengo a animales, y este está de ilegal total.


Voy a tener que comprarme una de esas pulseritas de los niños y refregarme la citronela por todo el cuerpo, porque con mi urticaria hago una reacción en cadena y me va a quedar el cuerpo de un rojo atardecer, que me ingresan al momento. ¿Cuánto tardan en morir los mosquitos? No es que le quiera ningún mal, pero le he invitado a salir amablemente y se niega, si es que conmigo tiene sangre fresca y adobada con drogas varias (todas legales).

dissabte, 22 de juny del 2019

Pacman

A veces me gustaría que la vida fuera un poco como un videojuego, por aquello de tener más vidas y conseguir recompensas, porque estoy agotadísima. Me veo un poco Pacman: será porque me he probado el bikini, también os lo digo.

dijous, 20 de juny del 2019

En construcción

Sabéis, hace unos cinco meses que el roncador pidió presupuestos para una obra que quiere hacer en casa, solamente uno ha contestado, se ve que están muy ocupados, y a juzgar por el ruido que hay a todas horas en las casas vecinas, eso lo confirma. No sé qué tipo de reforma necesita que se haga tanto ruido y de forma prolongada, concretamente a las 8 de la mañana y a la hora de la siesta; pero estoy por dejarme caer por ahí y pedirles la tarjeta, por si tienen a bien de hacer un presupuesto, y ya si eso se espera lo que sea a que puedan hacer la obra.



A ver si alguno se toma la molestia de hacerle al roncador su presupuesto, porque ha perdido la fe en la construcción, y todos sabemos que es la religión que sustenta a este país: que tire la primera piedra aquél que no se haya hecho ya una reforma en el baño o en la cocina (además de nosotros, claro).

dimarts, 18 de juny del 2019

Conservadas en formol

Se ha puesto de moda, o eso leí el otro día (no hay que creerse todo lo que una lee), teñirse el pelo de blanco. Como soy una persona muy influenciable (me siento muy afortunada de no ser adolescente en estos días), pensé que era una gran idea, hasta que una amiga a la que las canas hace tiempo que torturan me dijo que con la suerte genética que tenía, cómo iba a hacer semejante salvajada. En parte tenía razón, mi madre ha decidido dejarse el pelo blanco, y le sienta de muerte (uff, qué desafortunada comparación), porque a pesar de sus 76 años, los que la rodean siguen pensando que tiene entre 50 y 60. En su caso es por fardar de vejez bien llevada, para oír cómo le dicen lo bien que se conserva (nunca entenderé esa expresión, ni que fuera un trozo de bonito del norte, hace que me la imagine durmiendo dentro de la nevera).



Pues bien, recordando el comentario de mi apreciada compañera blogger, Gadirroja, yo también quiero que me llamen señora, que parece que a todas las mujeres de mi familia nos bañáramos en formol, a excepción de mi hermana, pobrecica, que heredó todo lo malo, a excepción de la memoria fotográfica, que a mi parecer es mucho más útil, a pesar del dicho: tiran más dos tetas, que mujer inteligente (permitidme la licencia poética). Aunque a ella también le dieron las tetas, ahora que lo pienso.

diumenge, 16 de juny del 2019

Aprobar o morir en el intento

He vuelto a retomar el grado de psicología, después de haberlo aparcado durante un par de años, y yo ya no sé si es la edad, la pereza o que se me ha olvidado, pero cada vez se me hace más cuesta arriba. No sabéis lo mucho que pienso en Matrix y en que sería maravilloso que me enchufaran una manguera al cerebelo y allí me volcaran toda la información necesaria, aunque entonces no tendría mucho mérito, ¿no? 


Una asignatura por cuatrimestre, UNA, y no entiendo en qué momento de mi vida podía con 6 (ni por el precio del crédito ni por la carrera memorística, que no armamentística). Y tengo a la gata roncando a mi lado, una desagradecida es lo que es.

divendres, 14 de juny del 2019

A la vejez, viruelas

De un tiempo a esta parte me he dado cuenta de que cuando me refiero a alguien ya no uso el señor o señora, me he pasado a chico y chica, ¿será que la edad me está jugando una mala pasada? Lo peor es que heredé esta cara de niña jovencita, un poco a lo Dorian Gray, y no tengo los privilegios de mi edad, si como mínimo tuviera canas, dejarían que me sentara en el tren, digo yo. Para muestra un botón, toda la vida esperando y deseando la menopausia y, después de mi menstruación semanal, pasamos a este mes ni verla... al final tendréis que acompañarme al ginecólogo, porque yo no apunto nada, pero os tengo informadísimos.



El roncador dice que soy una exagerada, pero igual que los bebés huelen a nuevo, todo lo viejuno huele a rancio, así que cuando me huele el pelo, lo que antes me parecía que era un gesto cariñoso se ha convertido en ganas de darle una patadita en los mismísimos. Bueno en realidad, todavía me falta más o menos la mitad para ser octagenaria, así que hasta entonces me iré entrenando a ser vieja insufrible, y qué ganitas que tengo.

dimecres, 12 de juny del 2019

Jeans

No hay manera de comprarse unos tejanos: me he quedado atascada en una pernera y cuando he conseguido meterlos estilo faja, entonces no ha habido manera y me los he llevado puestos, a ver quién es el guapo que me los quita, ¿QUIÉN? Y que conste que es una proposición indecente, no una amenaza. Me gustaría saber quién diseña estos pantalones en los que ni respiras, ni transpiras, ni puedes meter nada en los bolsillos. He pensado que tendré que hacerme un bolsito anexo para llevar el móvil... igual por eso ha vuelto la moda de las riñoneras: me entra la risa floja cuando veo una, si solo la llevaban los yonkis.


No es que vengan rotos de fábrica, es que en cuanto te los pruebas se producen roturas. Seguro que no está demostrado científicamente, pero ir tan apretado tiene que tener consecuencias, de tipo disfunción eréctil: tendrían que vender los vaqueros con prospecto farmacéutico... ah, no, calla, que lo pueden añadir a las etiquetas, total, ya parecen un libro, igual es que lo que pretendían era revitalizar la lectura con tantas indicaciones.

dilluns, 10 de juny del 2019

Poliamor: amor plural

Esto del poliamor me parece muy interesante, pero con lo que me costó a mí encontrar a una persona de la que enamorarme (la única, nunca antes ni después), plantearme ahora buscar a más... como que me estresa un poquito. Ya no únicamente por la pereza, el desgaste, el esfuerzo; también por todo el grado de intimidad que para mí tiene el amor.


Sinceramente, si ya con las gatas siento que me lo absorben, imaginaos si tuviera que diversificar más. Igual es que lo mío es más de tacaña en amor que de ir repartiendo; será eso, no soy tan dadivosa como la gente que practica el poliamor. Aunque a mí se me plantean cuestiones como la ética relacional, me imagino que hay que tener las ideas muy claras y la sinceridad a tope para que no se convierta en una anarquía amorosa o bacanal, y como soy poco estructurada...

dissabte, 8 de juny del 2019

Y yo con estos pelos

Siempre me pasa lo mismo: no es que yo de normal vaya muy arreglada, me defino más por lo que se viene a llamar casual, pero hay días en los que pienso para mí misma que para salir un momento tampoco hace falta ni peinarse, sobre todo en sábados en los que no puedo dormir y a las 7 de la mañana me da por ir a caminar un ratillo, que ahora ya es de día y se está muy bien, e incluso si se tercia me doy un bañito en la playa a la vuelta... pues no falla, ese día tengo que encontrarme con alguien, ¿es que hoy nadie podía dormir?


Tampoco es que trajera muy malas pintas, pero no me había duchado, nada de complementos y los pelos iban hacia donde les daba la gana. Por no hablar de que es evidente que tengo que ir pidiendo hora para depilarme. En resumen, me había dejado mi poco glamur en casa. Mi única esperanza es la cara de dormidos que me llevaban.

dijous, 6 de juny del 2019

Agua del Carmen

Me he dado cuenta de que hay gente que compite para ver quién toma más medicación, es curioso. Había una chica diciendo que llevaba 3 días con dolor de cabeza y que había que tenido que tomar mucho Paracetamol, otra empezó a retarla, que ella tomaba más medicación, ampliamos a Nolotil, y ahí empezó la escalada, otra que si Fluoxetina, que si Zaldiar... toma ya, tomando opiáceos a punta pala. Entiendo perfectamente que el dolor se haga insoportable, pero yo hago todo lo posible por tomar el mínimo de medicación, incluso recién operada. Recuerdo que una vez estuve 9 meses (igual que un embarazo) con dolor de cabeza, al que se le sumaba alguna migraña (cosas diferentes): el neurólogo me recetó cosas que tumbarían a un caballo, en cuanto me noté un poco zombi preferí aguantar y pasaba con lo mínimo... resultó que lo que me lo provocaba era una medicación. Ahí lo dejo.


Luego vas al médico y resulta que por tomarte infusiones antes de ir a dormir, porque no acabas de descansar bien, crees en la homeopatía (y cómo la han castigado) y lo mejor es un Diazepam: ahí está, Santa Farmacéutica, a golpe de talonario, o mejor dicho, que me he quedado anticuada, a base de viajes y sobornos varios. Mi madre se toma ansiolíticos y opiácios y tan pancha, todo con receta, y por mucho que le diga que eso es adictivo ella me responde que se siente bien (y dopada también). Y a mí me da toda la sensación de que el Paracetamol es el nuevo agua del Carmen, pero en lugar de alcohólicos estamos creando drogadictos. 

dimarts, 4 de juny del 2019

Grandes esperanzas

Cuando veo a todos esos yayos mirando cómo trabajan los obreros de la construcción hace que me plantee si es por el mero hecho del disfrute de mofarse de los que todavía tienen que trabajar para vivir, o es más un placer extraño e hipnótico de observar y criticar; como cuando se habla de fútbol, del trabajo de los profesores o de cualquier otra cosa aparentemente criticable.


Lo cierto es que estoy deseando llegar a esa edad, poner dos tumbonas delante de una obra, una para mí y otra para el roncador, bocadillo en mano y, sobre todo, criticar a gritos su trabajo. Para mí eso es el paradigma de la jubilación... y los viajes del Imserso, claro está. Sin olvidarme de la petanca, aunque no sé yo si llegaré en tan buena forma física, siempre me ha parecido una actividad de alto riesgo, casi un deporte.

diumenge, 2 de juny del 2019

Derecho a elegir y reciclaje

No querría promover el suicidio, ni pretendía asustaros... igual he empezado algo fuerte. Esta semana estuve en el médico y le mostré mi descontento porque tomo 4 antihistamínicos al día y en cada paquete vienen 20 pastillas, con lo que me desespera el gasto de cartón, papel, plástico, y del propio blíster, que no deja de ser aluminio (material que debería estar prohibidísimo). En mi poco conocimiento de Norteamérica, país al que no envidio en nada más que cuando veo en películas que les dispensan cajas grandes de Paracetamol, tengo entendido que, con receta en mano, te dan la cantidad que tú necesitas (o sea, mi bote enorme de antihistamínicos). Con lo que ni te sobra ni te falta, la dosis justa, y nada de tener medicamentos caducados, ni de acumular cajas.



Mi doctora, que además estuvo viviendo allí durante un tiempo, y es igual de curiosa que yo, me explicó que en España se hace para evitar suicidios, porque si a mí ahora me da por matarme, en lugar de usar los opiácios que me dan para el dolor (que me daría muchísimo más colocón y felicidad), fijo que decidiría morir a base de sobredosis de antihistamínicos que, en todo caso, es mejor que todos los arrollamientos que hay en mi línea ferroviaria. Oye, que dejen morir a la gente con alegría y en la intimidad de su casa, ni manchas, ni molestas a nadie, ni vamos con retrasos (aunque eso es casi imposible).
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