Así de feliz me pongo cuando encuentro una ganga de mercadillo.
dimarts, 28 de febrer del 2017
Reacondicionado
Adoro la belleza del lenguaje y del marketing. Ahora está de moda vender productos reacondicionados: a ver, de los de segunda mano o que han estado expuestos, devueltos o tienen un golpecito, los de toda la vida; pero debo reconocer que no suena igual, porque con reacondicionados mi conciencia se queda como más tranquila, estoy dando una segunda vida a un objeto, le estoy dando una oportunidad. Y en el fondo es así de sencillo, es lo que estoy haciendo, no caer en la absurdidad consumista de deshechar todo lo que ya no está de moda o no funciona (y se puede arreglar).
De hecho, al final me he comprado un móvil reacondicionado, uno de esos de la manzanita, y ahora puedo decirlo con toda la autoridad del mundo, no son nada del otro mundo: es poco práctico, poco intuitivo, pesa mucho, y encima pone clarito que lo han fabricado en China, así que mi conciencia se tambalea... suerte que le he dado otra vida. De hecho, es algo que llevo tiempo haciendo, y ya no por una cuestión económica, a menudo prefiero comprar de segunda mano algunas cosas, sobre todo libros y películas en dvd (dos cosas a las que soy adicta). Mis padres siempre han sido un poco así, si algo no lo usas o ya no lo necesitas, ¿por qué no cambiarlo con otra persona para la que sí sea importante?
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Pues la verdad es que sí, deberíamos aprovechar más las cosas.
ResponEliminaUn besazo!
Yo también soy muy de trueque y segunda mano, tirar por tirar me parece absurdo.
ResponEliminabesos!
yo veo bien reacondicionar o reciclar un objeto que ha sido tuyo y no haya pasado por otras manos. soy escrupuloso con el tema de la higiene...
ResponEliminaUn bonito eufemismo este que se han inventado... Yo reconozco que me pasa como a Chema y también soy bastante escrupulosa. Una lámpara vintage podría comprar. Un móvil, ya no lo sé. Besotes!!!
ResponEliminaHay cosas que se pueden comprar re-acondicionadas, otras... A parte del argumento higiénico, también está el económico, arriesgarse a gastarse una importante suma por algo ya usado. Nunca me gastaría 200 euros en un Iphone usado si me puedo gastar lo mismo en un Samsung nuevo, aunque sea de gama más baja.
ResponEliminaSaludos.
A mi me encanta reutilizar las cosas y sacarles todo el jugo!!besos
ResponEliminala vida está llena de segundas oportunidades, incluso para los objetos. Me encanta el gif!
ResponEliminaSes, ¡que estás perdida! ¿Todo bien?
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