Esta semana algo, vete a saber qué, me ha recordado a mi madre diciéndome: "Los 18 solo te sirven para votar y para jugar al bingo, nada más". Así que con la mayoría de edad ejercí esos mis derechos otorgados por mi madre, y ninguno más. Y gané (con el primero nada más que ejercer mi derecho a voto, que no es poco), con el segundo fui al bingo y jugué mi primer cartón, gané 13000 pesetas (no os lo calculo en euros por lo de la carestía de vida, no sería real). Como soy muy miedosa con el tema adicciones, acepté un segundo cartón -porque no me preguntaron si lo quería-, recogí mis cosas y fui a enseñárselo a mi madre, un poco como venganza por tenerme tan atada al yugo materno (aunque fuera para mi bien). Para vuestra información, porque sé que hay mucho cotilleo, nunca más he vuelto a entrar en el Bingo, a pesar de que una de mis mejores amigas es crupier en un casino.
Bueno, a los 18 también te puedes casar y sacarte el carnet de conducir pero yo no he hecho ninguna de esas cosas. Tampoco he ido al bingo, si he de ser sincera. Al Casino sí fui una vez pero fui menos prudente que tú. Gané, jugué lo ganado y al final me fui a casa con el mismo dinero que había llevado para jugar. Ahí me di cuenta de que los juegos de azar no son para mí. Besotes!!!
ResponEliminaYo en el bingo he entrado dos veces, una a buscar a la madre de una amiga, y otra con dos compañeras universitarias tras una reunión de trabajo. No ganamos nada, pero nos reímos bastante.
ResponEliminaBesos!
Te lo perdonamos, son achaques de la edad...
ResponElimina...jajaja! Es broma! yo soy muy despistada y a veces tengo que mirar en mi propio blog para no hacer referencias erróneas.
Nunca he ido al bingo...no me llama nada.
Un besito!
que yo recuerde no nos lo habías contado, pero mi memoria tampoco es muy fiable, jeje. el bingo da mucho juego para problemas de probabilidad. creo recordar que mi hermana mayor tuvo un bingo de juguete.
ResponElimina