Viento en popa

Ya hace más de un mes que nos casamos y parece que, de momento, a pesar de lo que dicen de que cuando te casas ya la has cagado y que todo va de mal en peor, parece que todo va viento en popa. No ha habido ningún intento de asesinato y no ha habido ningún antes y después de los ronquidos (todo sigue igual, tenía mi esperanza estúpida).

El caso es que, para mi gusto, estamos un tanto demasiado empalagosos. Bueno, será que después de la luna de miel llega la luna de perdiz, por eso de fueron felices y comieron perdices, como si a mí esto de comer perdiz me fuera a animar un montón (nunca he entendido la expresión).

Así que, ahí va, desvelo el misterio: es una expresión medieval, se utilizaba para cerrar los cuentos, porque significaba que todo iría estupendamente. Comer perdiz da vitalidad, es muy digestiva y aporta energía al cerebro. En resumen, que viene a ser una metáfora de riqueza y salud, porque si no tenías dinero seguro que no te alimentabas debidamente y ni perdices en tu mesa ni demasiada felicidad.