Asurancetúrix

Esta mañana, en su sesión de canto matutina y de hiperactividad exacerbada, el roncador va y me suelta que si fuéramos personajes de cómic, por ejemplo, de Astérix y Obélix, él sería el bardo. ¡A primera!

Por fin algo sensato de buena mañana, porque tengo la misma sensación que en esas historietas, de atarlo a un árbol y salir corriendo. El caso es que me siento culpable, pero es terrible, ¡todo lo dice cantando!

Bueno, ahora ya es un poco tarde y he dicho públicamente que me lo cargaría cuando canta... así que lo llevo chungo si le pasa algo... en eso no había caído. Voy a recalcar, por si no había quedado claro, que estoy muy enamorada, sobre todo de su aterciopelada voz.