Que tu estimado y adorado marido te proponga de ver una película de dibujos animados, tú accedas, porque los votos te obligan a aflojar de vez en cuando, que a media película ronque profundamente y no sepas dónde meterte... no tiene precio.
A ver, que el título de roncador se lo ha ganado a pulso, que incluso recuerdo un viaje en el que en un museo se quedó frito mientras veíamos un documental, tuve que hacerme la loca y dejarlo abandonado en un banco para poder ver tranquilamente el recinto, hasta que volví y seguía en la misma posición.
Luego no se acuerda de la mitad de cosas, de las películas seguro que no, es sentarlo en un cine, no sé si es la postura o el dolby surround, que se acurruca y empieza a roncar. Evidentemente, me paso media vida simulando que no lo conozco y la otra mitad riéndome.
Jajaja El roncador tiene un toque entre divertido y entrañable que tampoco tiene precio.
ResponEliminaBesos!!
en los tebeos, cuando una pareja se conoce, él le dice a ella "cariño, te confieso que ronco por la noche". pues tampoco es una cosa tan mala, oye. :)
ResponEliminaMmmmmmmm, me parece entonces que yo también soy "roncadora" porque últimamente estoy tan agotada que es poner una peli y quedarme sopa. SIEMPRE. No recuerdo haber visto una entera en los últimos dos años jajajaja.
ResponEliminaHombre, tener ronquidos como banda sonora de algunas ocasiones de vuestra vida común no es muy romántico, pero oye, como bien dices, a veces hay que aflojar por aquello de los votos ;)
ResponEliminaBesos
Jajajaja. A ver si va a tener narcolepsia, que eso de andarse durmiendo a cada rato es de lo que no hay. Besotes!!!
ResponEliminaParece mi abuelo, que se queda dormido hasta sentado en la silla de la cocina con un palillo en la boca jajaja. Biquiños!
ResponEliminaLo mejor es cuando uno se despierta por sus propios ronquidos, ja ja ja.
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