Es que para mandar (pero no a 4 gatos, en serio, de los que tienen poder y lo usan para hacer el mal, estilo villanos) tienes que tener muy poca conciencia y un ego enorme, o de lo contrario, seguro que si me encontrara en esa situación acabaría por dimitir. Y lo podéis extrapolar desde a políticos al jefecillo de oficina con ínfulas de grandeza.
Bueno, en realidad, ya os conté que hay algunos jefes buenos, como el del roncador, pero esos escasean, lo más normal son los que no tienen ni idea de lo que hacen, pero les encanta mandar.
Pues la verdad, yo no termino de encontrarle el gusto.
ResponEliminaUn besazo!
Gadi, tú no cuentas, tú eres de los poco buenos que quedan, por eso no te acaba de gustar.
EliminaLamentablemente, tienes razón. Creo que mucha gente de la que quiere ser jefe no lo hace por intentar mejorar el funcionamiento del área a dirigir, sino por la sensación de poder. Bueno, por el dinero también pero eso no lo criticaría... jajaja. Besotes!!!
ResponEliminaNormalmente para tener un cargo de responsabilidad de ese calibre tienes que ser un hijo de puta, y si no mira al 90% de los jefes de personal... Biquiños!
ResponEliminaQue peligroso es el poder!
ResponElimina¡Por ellos, a no callarse una!
ResponEliminaNo, no, si yo calladita no puedo estar, ese es mi gran mal.
Eliminalos jefecillos de tres al cuarto son los peores. sobre este tema podría contar muuuchas cosas...
ResponEliminaYo es que si no les digo lo que pienso me pongo de todos los colores y me da un parraque, así que lo hago para no explotar jajaja
ResponEliminaeste fin de semana m encontré con este mismo problema; hay mucha maldad y mediocridad alrededor, y nos quieren arrastrar con ellos para que no les dejemos en evidencia...
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