Hoy el padre de una de mis alumnas me ha regalado una tomatera, y resulta que son unos tomates que no se encuentran en España, así que si quiero hacer un cambio de vida puedo iniciar mi propia plantación de tomates y venderlos en el mercado negro, es un 2x1. Es una familia que lo está pasando realmente mal económicamente, así que para mí ha sido un regalo maravilloso. Y me ha dicho: así como has hecho crecer a mi hija, harás que te salgan unos buenos tomates. Le he contestado que ya estaba dándome trabajo, entre risas, porque me conoce muy bien.
Me ha recordado a cuando vivía en Andorra, que a menudo me encontraba en mi puerta con huevos y productos de la huerta, sin ninguna nota del origen; una compañera hacía la broma de que cualquier día me envenenarían, que era demasiado confiada, y aquí sigo.
Te han envenenado seguro, pero tienes un sistema inmunológico duro.
ResponEliminaQué detalle tan bonito. Un beso
ResponEliminaTrueque, como antes y no es mala idea, Ya nos mostraras el primer tomate. Abrazo
ResponEliminaEso es que te aprecien mucho.
ResponEliminaSalu2.
qué bonito regalo! un gran detalle, sobre todo viniendo de una familia con pocoss recursos. eso es que has sido una buena profesora y te lo has merecido.
ResponEliminaMe parece un regalo precioso, sinceramente. Espero que nos muestres la cosecha cuando se dé.
ResponEliminaUn abrazo!
Es un detallazo por todo lo que implica. A mi aquí, como te pasaba en Andorra, me dejan bolsas de fruta y verdura y oye, da gusto dejarse querer así!
ResponEliminaBesitos.
Jo, pues qué bueno!! Es un regalo de "los de antes...", aunque veo que sigue vigente. Hace poco vi en un programa de cocina que en Francia había una asociación de admiradores del tomate que cultivaban cientos de variedades distintas. Cientos!!
ResponEliminaCurioso. A ver cómo te salen!
Besos
Es muy bonito ❤
ResponEliminaTodo un detallazo y la frase que te dijeron me ha llegado al alma.
ResponEliminaEn mi refugio, la cartera además tiene gallinas y muchas veces junto con las cartas me suele dejar una docena de huevos, otra vecina me suele regalar tomates y pimientos de su huerta, y como dices, esas cosas son geniales. Hasta los gatos me dejan regalitos en el jardín, gorriones, alguna urraca...
Qué detallazo, me encanta.
ResponEliminaFeliz viernes.
Buena la frase que te dijeron, eso vale por todo.
ResponEliminaLos tomates ya será cosa tuya como salgan.
La gente es agradecida y generosa en lo que puede.
Un saludo.
Nos hemos vuelto muy desconfiados, ¿verdad? Cosas que hace años eran normales, compartir algo para dar las gracias, ahora se ve con recelo...
ResponEliminaCuidado con los tomates, lo mismo es una variedad invasiva de esas que te quitan en la frontera :)
¡Ohhh, este regalo y este detalle tiene más valor que cualquier otro! Ahora a cuidarlo con el mismo cariño con el que te lo regalaron..
ResponEliminaMuchos besos de las dos
J&Y
Que gesto tan bonito. El que da lo que tiene (aunque sea poco) no está obligado a más. Besos.
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