De pequeña nunca mataba ningún bicho, no porque fuera pacifista, es que pensaba que, si lo mataba, sus familiares vendrían a enterrarlo y se cobrarían su venganza, muy al estilo siciliano, en mi mente los bichos tienen una jerarquía mafiosa similar a la familia de El Padrino.
Mi hija les habría la ventana y les animaba a irse diciendo que yo los mataria, y ese punto mafioso de los bichos lo he pensado a veces, pero no se yo si todos lo tendrán o solo algunos. Abrazos y sonrisas para el finde
ResponEliminaMadre mía qué metáfora tan dura y a la vez certera!
ResponEliminaBesos.
Ses, tu breve entrada invita a la reflexión. Obedeciendo a la cadena trófica, ¿por qué no debiera el humano comer carne? ¿Por qué se respeta a los vegetarianos y a los coprófagos los llaman guarros? ¿Cuándo lograrán equipararse los que comen mierda con los que no comen carne? Si hay que respetar la vida animal a todos los niveles, ¿también hay que dejar de comer pescado, serpientes, codornices y caracoles?
ResponEliminaGenial entrada. Comamos verde.
Yo, ahora evito pisar a las hormigas (si es fuera de casa..dentrooooo). Si veo un caracol en la acera lo coloco entre las hierbas, a las avispas las invito con un trapo a que salgan por la ventana. Resumen: fuera de casa, vivos; dentro, o sales o mueres. Pura mafia, cierto.
ResponEliminaBss
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ResponEliminaLa cadena trófica es muy sanguinaria, pero necesaria para la vida, aunque nos pese.
ResponEliminaUn abrazo
Es una tranquilidad ese descubrimiento.
ResponEliminaBesos.
Yo sigo sin matar bichos. un beso
ResponEliminaPues yo aún hoy no mato a ningún bicho si puedo evitarlo, los atrapo con un vaso y los dejo salir o los dejo vivir conmigo, no todos me molestan por igual...con las cucarachas lo llevo peor, lo reconozco :)
ResponEliminaYo no mato tampoco ningún bicho, peo creo que es más por asco.
ResponEliminaEso sí, mosquitos sí. Con esos monstruos no tengo piedad ninguna!! que siempre soy el festín principal!.
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