Ayer por la noche me hice un corte en el dedo y hoy el baño parece sacado de la matanza de Texas, no por la sangre, es que entre el Betadine y la Mercromina monté un sarao que ahora está todo rojo. Y el caso es que visto a la luz del día apenas si me hice tajo. A todo esto, el roncador estaba durmiendo y no se enteró de nada. Esta mañana me ha despertado un grito apagado, debe de haber pensado que vive con una asesina en serie y me había traído el trabajo a casa.
Lo que pasa es que cualquier herida en los dedos es muy exagerada. Eso sí, ya tenía yo ganas de cortarme con algo, desde que me compré unas tiritas monísimas de unicornios, me he puesto tres, porque son una cucada y porque no pegan nada (para estar mona hay que malgastar).
Bueno, al menos podrías lucir tus tiritas :)
ResponEliminaUn besazo y buena semana!
jaja de vez en cuando le va bien un susto así... Eso le pasa por dormir profundamente! Haz una foto de esas tiritas...
ResponEliminaJajajja que susto le habrás dado.
ResponEliminaYo me corté hace poco con el pelador de patatas y lo pasé fatal!
Besos
vaya, espero que no sea grave y que se te cure pronto. pobre tu chico, le das cada susto, jeje.
ResponEliminabesos curativos!
Jajajaja. Estás como yo con las tiritas de Hello Kitty, que tampoco pegan nada pero cualquier excusa es buena para usarlas. Besotes!!!
ResponEliminaSuerte que no tenían escayolas de unicornios...
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