Ahora que hemos terminado con la primera etapa escolar, el primer trimestre, puedo hacer balance, y reconozco que ha sido agotador. Nunca había llegado a las fiestas navideñas tan exhausta y agotada, si bien la edad no perdona, ha sido algo general entre mis compañeros. De 11 profesores del primer curso de ESO, 6 tienen la baja, incluso uno es sustituto de sustituto. Hubo un momento en el que entraba en clase y ya no sabía si me tocaría dar mates, música o hacer el pino puente, porque no se han cubierto de forma inmediata esas bajas.
Además, hemos tenido todas las clases más de una vez confinadas, así que dábamos clase presencial (porque nosotros somos inmunes y no nos han hecho ni una prueba) y cuando terminábamos la hacíamos online. Y las reuniones... no sé ni cómo hablar de ello, el último claustro telemático parecía más un escape room, con reuniones en salas aparte y con temporizadores, todo para que se nos hiciera más ameno o para que no huyéramos con la excusa de que nos llamaban a la puerta, no lo tengo muy claro.
El trabajo de por sí ya era complicado. Un beso
ResponEliminaEra para que no huyerais. Fijo.
ResponEliminasiento el estrés que estás pasando, y me puedo imaginar la situación que describes. a mí algunos alumn@s míos me dicen "llevamos una semana entera sin dar matemáticas porque no ha venido el profesor", con lo cual yo me dedico a adelantarles contenidos...
ResponEliminaSOBREVIVISTE...Ahora viene otro año.
ResponEliminaVaya cacao tienen montado ahí xD
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