Que el amor nos convierte en gilipollas está demostrado empíricamente, aunque a unos más que a otros. El roncador es uno de los más afectados, aunque él lo llama una felicidad diversa, o sea, para necios con crisis de los 4o un poco tardía. Bueno, habrá que aguantarle la tontería, aunque ya va para tres meses y mi paciencia no es inacabable. Me siento como el teléfono de la esperanza, que cuando me necesita estoy para lo que sea, y no es recíproco.
El caso es que como mejor amigo no está realizando muy bien sus funciones y estoy por despedirle, así se lo hice saber... y me ha regalado una freidora de aire. No le he dado con la plancha en la cabeza porque soy civilizada (básicamente porque ahora no está a mi alcance, o habría recibido un buen golpe). A la próxima igual me regala un juego de sartenes. Y no es que necesite regalos, con que vuelva a ser un buen amigo me conformo, pero el caso es que para otras veces, a mí me gustan más los diamantes, como disculpa es como más eficaz (y esto no lo va a leer, porque ha dejado de seguir mi blog).
Curioso que haya dejado de seguir tu blog, incluso puede que lo siga de modo oculto que se puede. Un abrazuco
ResponEliminaRegálale tú una escoba. Un beso
ResponEliminaTienes razón, Ses. No obstante, me gustaría matizar con tu permiso. Gilipollas ya lo somos de por sí, como bastante hijoputas. Ahora bien, ser gilipollas y encima estar enamorado o enamorada, convierte esa condición inherente de nuestra raza en más llevadera; más soportable. Claro está, siempre atendiendo que mejor solo/a que mal acompañado/a.
ResponEliminaA mí me dolería que dejase de seguir mi blog, ahí ya deja de ser mi muy mejor amigo seguro.
ResponEliminaY el regalo...yo quiero una freidora de aire, pero si me van a hacer un regalo, pues unos libros, un perfume...
Feliz finde.
El amor puede ser una buena excusa. Por lo menos, es una buena motivación.
ResponEliminaComo regalo es terrible. No siempre soy bueno entendiendo a los humanos, pero esto me parece tan obvio.
Besos.
Lo que me rio yo al leerte, no tiene nombre... literalmente, me parto. Te diría que estoy pensando en proponer tu blog como terapia a todo esto del virus y demás; aunque no quisiera que suene a que me rio de desgracia ajena; porque si bien mi roncador sigue muy pegadito al lado mío (y algunos días juro que qusiera enviarlo de excursión a Marte...), entiendo perfectamente lo que dices... ahora bien, mi pregunta es ¿mejor amigo? ¿de verdad? ¿después de todo? ...o tal vez -seguramente- yo me he perdido algo y debo iniciar a leerte desde que has abierto el blog; porque relaciones adultas y cordiales, ok; pero "mejores amigos", como que no, como que me supera.
ResponEliminaBesos y buen fin de semana!
Te invito a leerlo desde el principio, lo entenderás casi todo. Gracias por los cumplidos.
Eliminael amor es un estado de estupidez transitoria. cuando pienso en lo intensito que llegué a ponerme hace años con algún amor no correspondido...
ResponEliminala freidora puede estar bien para hacer patatas torraditas. :D
Ya se le pasará la tontería, dale tiempo.
ResponEliminaBesos.
¿Quién será ese "amigo"?...Solo curiosidad
ResponEliminael amor, como tantas otras cosas, muchas veces solo es una excusa bastante mala para sacar nuestra verdadera personalidad... ahí lo dejo ;)
ResponElimina¡Ala! Que fuerte xD Madre mía, hay gente para todo, chiquilla
ResponEliminaQué gran verdad dices desde la primera oración. Nos convierte en idiotas muchas veces, en efecto. Eso no vuelve al amor en algo malo, pero si algo que tiene que tratarse como substancia volátil: con sumo cuidado.
ResponEliminaDisfrutarlo cuando lo tienes olvidarlo si te ha dañado lo mejor y en balance estar solo sin nadie que te joda a tu lado
ResponEliminaPues algo similar he pasado de junio a finales de noviembre y cuando por fin abrí los ojos y le dije que no había reciprocidad por su parte, que la única que ponía energía en la relación era yo, me dieron pasaporte, bloqueo incluido desde una de sus cuentas, de la otra no, para mantenerse vigilante no me diera por ventilar alguna cosilla... Date el gustazo de ser tú quien le de el pasaporte y deja vacante la plaza de mejor amigo que sin dudarlo la ocupara alguien que realmente lo merezca.
ResponEliminaBesos.