Se acerca el día de San Valentín, los catalanes vamos a ir a votar, porque tenemos Sant Jordi y somos unos radicales, todo el mundo lo sabe, no solo pasamos de esa tradición, es que la celebramos con un acto democrático. Y dicho esto, he estado mirando regalos, porque por puro querimiento me apetecía hacerles regalos a mis más allegadas amigas, que han sido despachadas durante este año, algunas más de una vez, incluso.
De entre todas las banalidades y estupideces que recomiendan muchas de las tiendas que he consultado, me quedo con dos: mi favorito es chocolate blanco a la taza, acompañado de unos churritos, metáfora clásica de su despecho hacia el sexo masculino, ¿o es que nadie más ve lo castrante de esa imagen? En segundo lugar, un conjuntito de bragas menstruales, ¿a eso hace falta que comente nada?
Mejor no regales nada. Un beso
ResponEliminaSeguro que les gustan los regalos, y os reiréis juntas. A mi me gusta celebrarlo todo y si entre celebración y celebración hay mucho hueco invento algo. feliz día!!!
ResponEliminaLa cuestión es celebrar, es evidente.
EliminaEs difícil regalar 0 acertar aunque digan que no, veremos como nos va...
ResponEliminala foto muy intrigante si (?)... saludos!
Me parece divertido sin ser grotesco
ResponEliminaBuen dia para tí
Pues espero que les guste.
ResponEliminaUn abrazo
Hostia, Ses. Con el título de la entrada y lo de las bragas menstruales, me acabas de dar la inspiración para el post del lunes.
ResponEliminaun día se me ocurrió pedir chocolate blanco a la taza en una chocolatería, y nunca más. :P
ResponEliminaLos regalos no pueden ser más alegóricos. Se mire como se mire: acierto seguro.
ResponEliminaRegálales el libro Falos y Falacias, de Adriana Royo.
ResponEliminaGran opción, me la anoto.
EliminaOye, ¿y qué tal el chocolate blanco a la taza? O,o
ResponEliminaMucho chocolate empacha.
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