Seguro que estaréis todos a la expectativa por saber cómo me fue con mi madre durante este verano: la maté. ¡Nooooo, pero casi! Tengo mucha práctica de cuidadora y os puedo asegurar que casi acabó con mi paciencia. Para ella, todo son problemas y no hay posibilidad de buscar soluciones, ya no digo dejar de ver la parte negativa de las cosas. Si a ello le sumas que en ese pueblo los cotilleos son el pan de cada día, y a mí la vida de los demás me la trae mucho al pairo; pues eso, que estuve a punto de quitarle las pastillas y tomármelas con el vermut, a ver si así le ponía un poco de alegría a la vida.
Soy de levantarme tempranito, pero en todo el mes que estuvimos juntas, como si de un despertador se tratara, a las 6.53 de la mañana la oía llamarme, sin falta. Es decir, que he hecho vida de anciana, yendo a dormir, lo máximo, a las 10 de la noche, y ahora estoy recuperándome, porque en unos días mi despertador habitual me obligará a levantarme todavía antes para ir a trabajar. ¡Necesito unas nuevas vacaciones!
Seguro que la has cuidado muy bien. Un beso
ResponEliminaa mí también me pasa eso con mi madre. cuando hay algún problema le propongo soluciones, y me las va echando para atrás una por una. ^_^ paciencia...
ResponEliminaVacaciones de las vacaciones, no es la primera vez que lo escucho 😅
ResponEliminaBesos.
A veces pasa eso, que una necesita descansar de las vacaciones. Desde luego la combinación de pueblo + madre + madrugar...no debe traer nada bueno, jajaja
ResponEliminaBesitos.
Bueno, mira a los creyentes de seres imaginarios lo bien que les va. Por ejemplo cuando creen aquello de "quien madruga Dios le ayuda".
ResponEliminaUy, que desafío para la paciencia.
ResponEliminaPor lo que contás, tenés buenas cualidades.
Besos.
Una prueba a la paciencia, eh. Jaja, me encantó el que incluyeras el gif de Constantine cruzando el Infierno.
ResponElimina