dissabte, 19 d’abril del 2014

En el cine

¿A quién le apetece ir al cine? Desde luego, a mí, se me quitan las ganas, a pesar de ser una gran cinéfila. El caso es que hay películas que me apetecen en pantalla grande, pero ayer recordé los motivos por los que no quiero ni volveré a ir en mucho tiempo.


Tal vez haya estudios de marketing o de vete a saber, pero cuando los grandes promotores de nuestra economía y cultura no comprenden la falta de asistencia al cine es porque, realmente, ellos tampoco van. Llegamos a las 15:15, siempre vamos muy pronto a todas partes y esta vez me alegré enormemente. Había una cola tan larga que apenas se veía dónde empezaba y, lo peor, cuando me acerqué para asegurarme de que hacían la película en cuestión y a la hora que pensaba (a las 16 horas), pude comprobar que todavía no estaba abierto. Lo hicieron a las 15:45, con tiempo de sobras.


Total, cansados y malhumorados, entramos en la sala, por supuesto, nadie que nos indicara nuestra silla o se preocupara por los clientes, solamente un ruido ensordecedor causado por alguna avería en el sonido. Ante todo esto, ¿quién se sorprende de que prefiramos el sillón de nuestro comedor? como mínimo, allí, no tengo que soportar toda la publicidad previa a la película. 

10 comentaris:

  1. A mi es que solo pensar en el pastazo que nos dejamos yendo cuatro...me da vértigo!

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  2. Me encantan las películas, pero hace ya mucho que dejé de ir al cine.
    Me parece un abuso los precios, por eso prefiero verlas en el sofá de casa, y no creas que echo de menos la pantalla grande..
    Un beso y muchas gracias por tu visita y comentario.

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  3. Yo cada vez que voy es mas caro así que ya no me lo permito tan amenudo! besos

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  4. Es cierto que hay unos cuantos inconvenientes, pero que maravilla ver una película en pantalla grande ¿no?

    Un abrazo!!

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  5. Con todo eso hay que contar, si vas entre semana esos problemas quedan minimizados.

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  6. yo no soporto la mala educación de la gente, con las putas palomitas, los sorbidos de caña, o las conversaciones en mitad de la película como si estuvieran en el sofá de su casa. Me ponen ultraviolento

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  7. Y ahora es que ni siquiera cobran personas, si no tienes tarjeta te jodes, por lo menos en Santiago. Yo no voy porque es lo que tú dices, se pasan con todo lo que nos desatienden, y ya no hablemos del precio. Biquiños!

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  8. Además, las pelis SIEMPRE están estropeadas o rayadas. A ver por qué "8 apellidos vascos" tiene que estar vieja, si la acaban de estrenar. Pues en cinco o seis ocasiones parecía que estuviéramos visionando una peli de los 50, con tanto salto y tanto corte.

    Horreibol.

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  9. Que bajen los precios, por dios...qué lástima, con lo que mola el cine. Para las familias es una ruina

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